Síguenos

Cultura

‘En el nombre del Padre’, de la España de ayer a la América de hoy

Publicado

en

«Un libro de memorias inteligente, original y conmovedor, que nos habla con amena e íntima elocuencia del mundo en que vivimos». Estas palabras de la escritora y periodista Rosa Montero resumen en pocas líneas este relato autobiográfico de toda una generación, de una época y de dos países a lo largo de una vida.

Fernando Operé abandonó la España de Franco en busca del sueño americano con el recuerdo de un viejo álbum de fotos familiar en el que nadie sonreía. En su persecución de la libertad, a modo de memoria o testamento literario, Operé escribió este libro durante los cuatro años de gobierno de Donald Trump en los Estados Unidos. El lector encontrará en sus páginas el éxito de todos los fracasos, como habría dicho Ángel González. ‘En el nombre del padre’ nos invita a reflexionar sobre los totalitarismos desde la mirada íntima de un hombre que huyó de sus fantasmas con la certeza de que podrían alcanzarlo más allá del océano. Official Press ha hablado con él.

-¿Por qué escribir En el nombre del padre? 

La idea surgió mirando las fotos de mis padres, abuelos y tíos en un álbum familiar. Allí se encontraban fotos de mis abuelos labriegos unos, trabajadores otros, en distintas circunstancias y lugares: mi padre y mi tío durante la Guerra Civil vestidos de militares, mi padre y mi madre paseando por la Gran Vía de Madrid, él vestido con el uniforme falangista, mis padres con mi hermana de un año paseando por la ciudad universitaria sobre un fondo donde se observan los edificios de la Complutense dañados de proyectiles y obuses, y otras fotos. Empecé entonces a preguntarme, a crear un escenario con esas fotos, a articular una narrativa que las explicase. Lo hice pensando en las preguntas que yo les habría hecho en función de esas fotos. Mi padre falleció cuando yo tenía 12 años, época en que no se pregunta o no se quiere saber. Por lo tanto, el texto se articula en base a esas preguntas, y toma forma de acuerdo a mi experiencia vivida, tanto bajo el gobierno autoritario de Franco (asistí a la universidad de Franco), la Transición, y mi experiencia americana de cuarenta años. Llegué a la América de Jimmy Carter, y fui testigo de la llegada al poder de Ronald Reagan y de los siguientes presidentes hasta desembocar en la trágica presidencia de Donald Trump. Tenía urgencia por decir cosas que me afectaban y afectaban a mi mundo. Soy historiador de formación, profesor de Historia y Cultura de la Universidad de Virginia en los Estados Unidos. Pero mi aproximación a este libro, en gran parte personal, no es la de un historiador sino la de un cronista que ha vivido etapas fundamentales de ambos países

-En un capítulo escribes “Hay recuerdos que por mucho que te empeñes se desdibujan en la frontera entre la memoria y la fantasía”. ¿Has tenido que echar mano de notas o te has basado directamente en tus recuerdos?

Creo que la memoria es un arma que nos defiende contra recordarlo todo. Enloqueceríamos. He recurrido a fotos, ciertas preguntas a mis hermanos, pero fundamentalmente he procurado responder a las preguntas que yo haría a mis antepasados si viviesen, si el que yo soy ahora, pudiera enfrentarme a lo que ellos vivieron. La experiencia ha sido muy terapéutica. Cuando se escribe, los recuerdos adquieren otra densidad que cuando simplemente se piensan.

-¿Es relato autobiográfico al 100% o hay parte de ficción?

Todo lo que escribimos tiene algo de ficción, pues no nos podemos fiar totalmente de lo recordado, siempre hay un proceso de elaboración para poder vivir con nuestros errores, y los errores de otros, sobre todo si son muy cercanos. Pero fundamentalmente este texto es una biografía de unos personajes cercanos e históricos, y en parte es una autobiografía de acontecimientos y situaciones que me ayudaron a construir la persona que soy.

Como en el pasodoble de Concha Piquer ¿Cómo es vivir “en tierra extraña”?

Me han hecho tantas veces esta pregunta y mi respuesta breve ha sido: “yo no vivo en USA vivo en la Universidad de Virginia” que es como una Arcadia, un lugar ideal y maravilloso que me hace pensar que vivo en una burbuja. Ahora bien, me casé en USA con una mujer norteamericana, académica también, tuvimos tres hijos que nacieron allí y ahora son grandes, y se sienten norteamericanos, aunque también españoles, he vivido todos los procesos de su crecimiento y juventud, he viajado a lo largo y ancho del país, desde la costa este a la oeste, creo que de los 50 estados he estado en 45. Geográficamente es un país maravilloso, y culturalmente lleno de grandes y dramáticos contrastes, donde todo es posible. En los últimos cuatro años, con Trump, el país se envenenó, salieron a flote muchas de sus contradicciones y estuvimos a punto de perder la mayor aportación de USA al mundo, su democracia, imperfecta, pero históricamente fundamental. Todo ello me hizo replantearme muchas cosas que expreso en el libro.

-¿Te hubieras planteado vivir en EE.UU. de no ser por las circunstancias que te obligaron a marcharte de España?

Mi mayor deseo para marcharme a los Estados Unidos fue el deseo de estudiar, de ser enseñado, de hacer investigación y escribir. Mi paso por la universidad española fue frustrante, y me la pasé en manifestaciones contra el gobierno. Por esa razón dejé España con la idea de regresar una vez terminado mi doctorado.  Luego la vida me llevó por otros caminos. Lo cierto es que la Transición trajo ráfagas de optimismo, pero ya la decisión estaba tomada.

-Volviendo la vista atrás, ¿Te arrepientes de la decisión tomada?

Siempre hay algo que podríamos haber hecho de otra forma, pero el salto significativo que realicé me hizo crecer, enfrentarme a muchos imprevistos, madurar, y fundamentalmente me permitió aprender sobre ambos países, España y USA, pues a ambos los miro y analizo con una especial perspectiva. A España la observo desde el otro lado del Atlántico y a la inversa, con USA.  No, no me arrepiento en absoluto, todo lo contrario. De alguna forma me siento ciudadano de los dos países, y una persona con mucha suerte.

 

 

Fernando Operé nació Madrid y se educó en las universidades españolas durante el franquismo y en las americanas en el post franquismo. En la actualidad es Catedrático de Literatura y Cultura de la Universidad de Virginia. Su labor académica y profesional la ha ejercido en varios frentes, como profesor, poeta y director de teatro. Es investigador y autor de media docena de títulos sobre la historia de España y Latinoamérica como los últimos España y las luchas por la modernidad (Barcelona, 2018) y Relatos de cautivos en las Américas desde Canadá a la Patagonia, siglos XVI al XX (Buenos Aires, 2016). Es también poeta, con más de quince poemarios publicados en ambos lados del Atlántico. Ha ejercido una larga labor docente, e impartido clases en diversas universidades en Estados Unidos, España y Argentina.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Cultura

Raphael pone en pie al Roig Arena en un concierto para el recuerdo

Publicado

en

Raphael concierto en Valencia
Raphael-ROIG ARENA

Raphael emociona al público valenciano en el Roig Arena

Valencia, 1 de noviembre de 2025. El público valenciano vivió anoche una velada histórica con Raphael, uno de los grandes iconos de la música española, que ofreció un concierto inolvidable en el Roig Arena. Con cerca de 7.000 asistentes, el artista de Linares volvió a demostrar que su voz y su carisma siguen intactos, levantando al público de sus asientos en una cita que se recordará durante años.

El concierto formó parte de su gira ‘Raphaelísimo’, un recorrido por los grandes himnos de su carrera junto con nuevas canciones de su más reciente trabajo discográfico, Ayer… aún. Tras un breve paréntesis motivado por cuestiones de salud, Raphael regresó a los escenarios con más energía que nunca y una conexión especial con el público valenciano.

Horas antes del concierto, el propio cantante adelantaba que su actuación “olería a celebración, a presente y a futuro”. Y así fue. Durante casi dos horas, Raphael ofreció una auténtica exhibición vocal y escénica que dejó sin palabras a todos los presentes.


Un repertorio lleno de himnos y emociones

El concierto arrancó con fuerza con “La Noche” y “Yo sigo siendo aquel”, dos de los temas más emblemáticos de su repertorio, que sirvieron para marcar el tono de una noche vibrante.
El ambiente se encendió por completo cuando sonaron “Digan lo que digan” y “Mi gran noche”, coreadas por todo el auditorio del Roig Arena, convertido en una gran fiesta de admiración y nostalgia.

A lo largo de la noche, el cantante interpretó también algunos de sus temas más emotivos, como “Cuando tú no estás”, “Estar enamorado”, “El tamborilero” o “En carne viva”, demostrando su inagotable capacidad para conectar con el público a través de la emoción y la intensidad interpretativa.

Raphael, acompañado por una orquesta impecable, ofreció un espectáculo elegante y poderoso, con una puesta en escena moderna pero fiel a su estilo inconfundible. El artista se mostró cercano, agradecido y visiblemente emocionado por la respuesta del público valenciano, que no dejó de aplaudir y ovacionar cada interpretación.


Un final apoteósico con sus grandes clásicos

El tramo final del concierto fue un auténtico estallido de energía y emoción. Raphael cerró su actuación con tres de sus canciones más legendarias: “Yo soy aquel”, “Escándalo” y “Como yo te amo”.
El público, completamente entregado, se puso en pie para acompañarlo en estos himnos que forman parte de la historia de la música española.

El cierre fue una auténtica comunión entre artista y espectadores, que despidieron al cantante con una ovación prolongada y gritos de “¡Raphael, Raphael!” que resonaron en todo el recinto.


Raphael y su legado en la música española

Con más de seis décadas de carrera, Raphael sigue siendo una de las figuras más influyentes y queridas de la música en español. Su capacidad para reinventarse, su potencia vocal y su magnetismo sobre el escenario lo han convertido en un referente intergeneracional.

El artista continúa recorriendo España con su gira ‘Raphaelísimo’, un homenaje a su trayectoria y a todos los seguidores que han acompañado su camino desde los años sesenta hasta hoy.

El concierto en el Roig Arena no solo confirmó su vigencia artística, sino que también selló un reencuentro emocional entre Raphael y Valencia, una ciudad que siempre le ha mostrado cariño y admiración.


Una noche para el recuerdo

El debut de Raphael en el Roig Arena de Valencia se convirtió en un concierto para la historia. Su voz, su elegancia y su pasión llenaron cada rincón del recinto en una noche donde la nostalgia y la emoción se unieron para rendir homenaje a una carrera única.

El público valenciano, de pie y emocionado, fue testigo de cómo Raphael sigue siendo, medio siglo después, “aquel” artista capaz de convertir cada concierto en una celebración de la vida, la música y el arte.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram y también puedes suscribirte a nuestro canal de WhatsApp.

Continuar leyendo