Síguenos

Salud y Bienestar

Cuando el infarto en mujeres puede confundirse con ansiedad

Publicado

en

infarto mujeres puede confundirse con ansiedad
Imagen de archivo de una Unidad de Cuidados Críticos Cardiológicos. EFE/Carla Domínguez/Archivo

Valencia, 28 jun (OFFICIAL PRESS-EFE).- El desconocimiento sobre los síntomas de infarto en las mujeres hace que acudan más tarde al hospital y que sean confundidos de forma errónea con trastornos de ansiedad, a pesar de que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en las mujeres en España, según han alertado los especialistas de Quirónsalud.

Los síntomas de un infarto agudo de miocardio varían de una persona a otra, pero especialmente las mujeres experimentan síntomas menos típicos y más sutiles, lo que hace que consulten “mucho más tarde” y ya con “secuelas irreparables”.

“El principal mito sobre los infartos es la presentación. Pensamos que un infarto se experimenta siempre con esa presión fuerte en el pecho y cuando lo hace de otra forma los pacientes no acuden al hospital”, ha explicado a EFE la especialista del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud de Torrevieja, Silvia Silva.

Síntomas de un infarto en mujeres

Así, las mujeres pueden experimentar, además de dolor en el pecho, falta de aire, náuseas, sudores fríos, malestar general, molestias en la boca del estómago o mareos intensos, incluso en un intervalo de varios días.

Estos síntomas, según ha asegurado la especialista, hace que los infartos en mujeres sean confundidos por los propios pacientes y sus familiares por “ansiedad” y que cuando les comenta a los pacientes que eso que tuvieron fue un infarto, “la mayoría se sorprenden y a veces no se lo creen”, ha relatado la doctora.

Silva explica que realizar esta pedagogía hacia los pacientes es más que necesaria, a fin de divulgar estos síntomas entre sus familiares y amigos, dado que incluso los propios médicos asociaban hasta hace poco el infarto como una enfermedad únicamente masculina.

Así, este hecho solo ha empezado a cambiar en los “últimos cinco años”, cuando diferentes estudios han puesto de relevancia el sesgo de género en este ámbito de la salud.

Según una encuesta de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), el 74 % de las personas no sabe que la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte en la mujer, a pesar de que más de 64.000 mujeres fallecieron en España en 2022 por estas patologías, acorde al Instituto Nacional de Estadística (INE).

De hecho, según la misma encuesta, las propias mujeres tampoco lo saben, puesto que el 73,2 % de ellas apuntaron otras causas de muerte como el cáncer (62,4%), las enfermedades neurodegenerativas (7,4%) o la diabetes (1,8%).

Cuando el infarto en mujeres puede confundirse con ansiedad

La especialista también ha destacado las mejoras percibidas tras la aplicación del ‘Código Infarto’, un protocolo de emergencia para minimizar el tiempo entre la llegada del paciente al hospital y la administración del tratamiento, pero recalca que “todavía hace falta hacer más a nivel de prevención primaria”, en referencia a evitar los factores de riesgo.

En este sentido, el doctor y especialista de la Unidad de Cardiología de Quirónsalud en Alicante, Alejando Pascual, ha destacado entre los principales factores de riesgo el sobrepeso, el tabaquismo, el colesterol alto, el sedentarismo y el estrés.

Ante esto, el especialista ha recomendado adoptar un estilo de vida saludable y tomar medidas como: cuidar la alimentación, mantener un peso saludable, realizar ejercicio de forma regular, no fumar y controlar la presión arterial y el colesterol.

Puedes seguir toda la actualidad visitando Official Press o en nuestras redes sociales: Facebook, Twitter o Instagram.

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salud y Bienestar

¿Sabes por qué no hay que chupar las cabezas de las gambas?

Publicado

en

chupar cabezas de gambas
PEXELS

Las gambas son uno de los mariscos más populares en la gastronomía, especialmente en celebraciones y cenas festivas. Su carne tierna y sabrosa es un manjar que muchos disfrutan en una gran variedad de platos, pero una parte de la gamba que causa controversia es su cabeza. Hay quienes disfrutan chupar las cabezas de las gambas para aprovechar todo su sabor, mientras que otros se abstienen de hacerlo por diversas razones. Entonces, ¿es seguro chupar las cabezas de las gambas? Aquí te contamos por qué es recomendable evitar esta práctica.

Las cabezas de las gambas: ¿una fuente de sabor o de riesgo?

Las cabezas de las gambas contienen una gran cantidad de jugos y una sustancia gelatinosa que, para muchos, tiene un sabor muy intenso y delicioso. Sin embargo, esta «delicadeza» puede ser más problemática de lo que parece.

1. Posibles contaminantes y toxinas

Una de las razones principales para evitar chupar las cabezas de las gambas es que estas partes del marisco pueden concentrar una gran cantidad de contaminantes. Las gambas, como otros mariscos, filtran el agua mientras se alimentan, lo que significa que las toxinas, los metales pesados, los pesticidas y los productos químicos presentes en el agua pueden acumularse en sus sistemas digestivos, especialmente en las cabezas.

Cadmio: el peligro oculto

Uno de los metales pesados más peligrosos que se acumula en las cabezas de los crustáceos es el cadmio, un metal tóxico que puede tener efectos nocivos a largo plazo. El cadmio se encuentra principalmente en la cabeza de las gambas, cigalas, langostinos, cangrejos y otros crustáceos, ya que es una zona donde se concentra una mayor cantidad de residuos provenientes de su sistema digestivo.

Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), es conveniente «limitar en la medida de lo posible» el consumo de la carne localizada en la cabeza de estos crustáceos para evitar la acumulación de cadmio en nuestro organismo. Este metal pesado es altamente perjudicial para la salud humana, ya que se acumula lentamente en los órganos, principalmente en el hígado y los riñones.

El cadmio tiene un potencial cancerígeno y su eliminación del organismo es extremadamente lenta, lo que significa que puede permanecer en el cuerpo durante años, incluso décadas. El cadmio tarda entre 10 y 30 años en eliminarse, lo que incrementa su peligrosidad con el paso del tiempo.

2. Bacterias y parásitos

El consumo de mariscos crudos o mal cocidos, incluida la práctica de chupar las cabezas, puede aumentar el riesgo de contraer infecciones bacterianas o parasitarias. Las gambas pueden albergar bacterias como Vibrio o Salmonella, que son responsables de enfermedades transmitidas por alimentos. Aunque el proceso de cocción suele eliminar estas bacterias, algunas veces los jugos concentrados en las cabezas pueden no estar completamente libres de bacterias, especialmente si las gambas no se han cocinado de manera adecuada.

3. El sistema digestivo de las gambas

En el sistema digestivo de las gambas, particularmente en las cabezas, se encuentran restos de su alimentación, como pequeños organismos o residuos que no siempre son visibles a simple vista. Al chupar la cabeza, podrías estar ingiriendo estos residuos, que, aunque no sean peligrosos en su mayoría, pueden resultar poco agradables o incluso causar malestar digestivo en algunas personas, sobre todo si el marisco no ha sido completamente fresco.

4. El impacto en la salud de los consumidores vulnerables

Para ciertos grupos de personas, como las mujeres embarazadas, los niños pequeños, las personas con sistemas inmunológicos comprometidos o las personas mayores, el riesgo asociado a consumir mariscos en mal estado o mal cocidos es aún mayor. Las toxinas, bacterias y parásitos presentes en las gambas pueden ser peligrosos para su salud, por lo que se recomienda tener precauciones adicionales en el consumo de mariscos, especialmente de las partes más propensas a concentrar estos riesgos, como las cabezas.

Beneficios de evitar chupar las cabezas de las gambas

  • Reducción del riesgo de enfermedades: Al evitar chupar las cabezas, reduces la posibilidad de ingerir contaminantes y bacterias presentes en los jugos o residuos del sistema digestivo de la gamba.
  • Sabor más controlado: Si bien las cabezas de las gambas pueden tener un sabor fuerte, se pueden aprovechar de forma más segura en caldos o sopas, donde el sabor se extrae y se distribuye en toda la preparación. De esta forma, puedes disfrutar del sabor sin los riesgos asociados.
  • Mejor digestión: Al no consumir las partes menos apetitosas de la gamba, como los residuos de su sistema digestivo, tu sistema digestivo podrá trabajar de forma más eficiente.

¿Es necesario evitarlo por completo?

Si bien no es necesario evitar por completo chupar las cabezas de las gambas, es importante ser consciente de los riesgos potenciales. Para quienes no quieran prescindir de esta costumbre, es fundamental asegurarse de que las gambas estén bien cocidas y sean de buena calidad, procedentes de fuentes fiables y limpias.

Si eres una persona que disfruta de este ritual, ten en cuenta que la seguridad alimentaria siempre debe ser la prioridad. Si tienes dudas sobre la frescura o la procedencia de las gambas, lo mejor es optar por disfrutarlas de manera más segura, como en platos cocidos donde los contaminantes puedan ser eliminados mediante un buen proceso de cocción.

Conclusión

Si bien las cabezas de las gambas pueden parecer deliciosas y ofrecer un sabor profundo, existen riesgos asociados con chuparlas, especialmente en cuanto a toxinas, bacterias y otros contaminantes que pueden concentrarse en esa parte del marisco. El cadmio, un metal pesado presente en las cabezas de los crustáceos, es uno de los principales peligros, ya que puede acumularse en el organismo y tener efectos tóxicos a largo plazo. La mejor opción es disfrutar de las gambas de manera segura, cocinándolas adecuadamente y considerando aprovechar sus cabezas en caldos o sopas para extraer su sabor de manera más controlada y saludable.

Continuar leyendo