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Salud y Bienestar

Investigadores valencianos estudian la posibilidad de tratar la colitis ulcerosa empleando gusanos

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VALÈNCIA, 29 May. (EUROPA PRESS) – Una investigación de la Universitat de València (UV), el Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital La Fe y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares ha descrito la utilidad de las vesículas extracelulares producidas por helmintos parásitos -un tipo de gusanos que viven en el ser humano y en el ganado- como una alternativa para prevenir la colitis ulcerosa.

Estas vesículas, secretadas por una gran variedad de organismos y células, se hallan en prácticamente todos los fluidos corporales y participan tanto en procesos fisiológicos como patológicos, según ha informado la UV en un comunicado.

«Este estudio muestra nuevos conocimientos sobre el papel de las vesículas extracelulares de organismos parásitos, como los helmintos, y revela su posible aplicación no solo en el control de las infecciones que estos producen, sino también de enfermedades donde hay una desregulación del sistema inmunitario, como ocurre en muchos trastornos inflamatorios», ha destacado Antonio Marcilla, catedrático del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica y Parasitología de la UV y director de la investigación.

El trabajo, publicado la semana pasada en la revista ‘Frontiers in Microbiology’, se une a recientes investigaciones que demuestran que la parasitación por helmintos puede estar relacionada con la ausencia de enfermedades autoinmunes, es decir, aquellas causadas por el sistema inmunitario cuando este ataca a las células del propio organismo.

Este tipo de trastornos son la causa más frecuente de enfermedad crónica y engloban una serie de patologías aparentemente no relacionadas entre sí como la colitis ulcerosa, la diabetes tipo 1, la enfermedad celiaca, la psoriasis o la esclerosis múltiple, entre otras.

La investigación, desarrollada en un modelo animal, analiza los mecanismos celulares y moleculares implicados en la respuesta a vesículas secretadas por parásitos y con efecto inmunomodulador, y concluye que no son mediados por linfocitos maduros, células que habían sido propuestas como responsables de la respuesta inmunitaria en colitis ulcerosa.

NUEVA VÍA DE CONTROL
En la actualidad, no existen tratamientos para dichas enfermedades inflamatorias, y el uso de vesículas secretadas por parásitos y con efecto inmunomodulador «abre una nueva vía de control de estas patologías».

Según la UV, estudios publicados en los últimos años han puesto de manifiesto que la parasitación por helmintos puede estar correlacionada con la ausencia de enfermedades autoinmunes y diversos ensayos en curso están evaluando el uso de infecciones experimentales con helmintos parásitos para tal fin, «si bien conllevan problemas de tipo ético y en algunos casos de salud», han precisado.

En la investigación en la que han participado investigadores del grupo ParaSalut de la UV se utilizan productos que secretan los parásitos, en lugar de infectar directamente con ellos. Este trabajo, además, ha sido galardonado recientemente en el Congreso Anual de la International Society for Extracellular Vesicles (ISEV), como una de las mejores comunicaciones presentadas en formato póster, otorgado a Alicia Galiano Hernández.

La investigación ha contado con el apoyo de la Generalitat Valenciana (Proyecto Prometeo/2016/0156), la Fundación Ramón Areces, y Rediex (Redes de Excelencia del MINECO).

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Salud y Bienestar

Sueño irregular entre semana y descanso extra en fin de semana: ¿cómo afecta al cuerpo?

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Sueño irregular

Dormir mal o dormir poco entre semana es un hábito muy extendido. Muchas personas intentan compensarlo “recuperando” horas de sueño durante el fin de semana, confiando en que así el cuerpo volverá a equilibrarse.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep demuestra que dormir más el fin de semana no revierte los daños metabólicos provocados por la falta de sueño de lunes a viernes.

La investigación, realizada por la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), advierte de un impacto silencioso y preocupante: un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso en personas jóvenes y sanas.


El estudio: 48 adultos jóvenes y un análisis exhaustivo del sueño y la glucosa

El equipo liderado por June Chi-Yan Lo y Khoo Chin Meng siguió durante dos semanas a 48 adultos jóvenes sanos (21–35 años) en un laboratorio del sueño.
Todos comenzaron el estudio con dos noches de descanso adecuado para medir correctamente su glucosa e insulina en un estado basal sano.

Después fueron divididos en tres grupos:

1. Sueño corto estable

  • 6 horas de sueño entre semana

  • 8 horas durante el fin de semana

  • Simula una semana laboral típica

 2. Sueño corto variable

  • Entre 4 y 8 horas entre semana (horarios irregulares)

  • 8 horas el fin de semana

  • Mismo tiempo total de sueño que el grupo anterior, pero distribuido de manera desigual

 3. Grupo control

  • 8 horas de sueño todos los días

  • Patrón de descanso óptimo

Durante todo el estudio, se controlaron sus comidas y se realizaron repetidas pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) para medir cómo respondían sus cuerpos.


Resultados clave: la falta de sueño daña la gestión de la glucosa, incluso con “sueño de recuperación”

Los resultados fueron contundentes:

 1. Dormir poco entre semana altera la glucosa aunque se duerma más el fin de semana

Los grupos con falta de sueño mostraron tolerancia a la glucosa deteriorada, un marcador temprano de riesgo metabólico.

2. Resistencia a la insulina en quienes dormían 6 horas de forma regular

Su cuerpo necesitaba más insulina para mantener los niveles estables, pero aun así la glucosa seguía alta.

 3. Peor aún en quienes dormían con horarios irregulares

El grupo de sueño variable presentó:

  • aumentos más fuertes de glucosa,

  • sin producir insulina compensatoria suficiente.

Esto sugiere un daño más temprano en las células del páncreas encargadas de producir insulina.

4. Solo el grupo que dormía 8 horas diarias mantuvo un metabolismo normal

No se observaron cambios en la regulación de la glucosa.


¿Por qué dormir poco aumenta el riesgo de diabetes tipo 2?

Según los investigadores, el sueño insuficiente altera procesos esenciales para el metabolismo:

  • Desregula la sensibilidad a la insulina

  • Aumenta el estrés oxidativo

  • Cambia la actividad del sistema nervioso

  • Afecta hormonas clave como la leptina y la grelina

  • Reduce la capacidad del páncreas para equilibrar la glucosa

Cuando este patrón se repite cada semana, el cuerpo entra en un ciclo de estrés metabólico que dispara el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.


Dormir más el fin de semana NO basta: la regularidad importa

El hallazgo más importante del estudio es claro:

No se puede “resetear” el cuerpo durmiendo más el fin de semana.

La recuperación parcial del sueño no impide que los niveles de glucosa aumenten cuando vuelve el patrón de pocas horas entre semana.
Y, además, los horarios irregulares son incluso peores que dormir poco pero de manera estable.


Implicaciones para la salud y consejos prácticos

Este estudio destaca la importancia de incluir el sueño dentro de los factores de prevención de enfermedades metabólicas. Para proteger la salud, los expertos recomiendan:

Dormir entre 7–9 horas cada noche Mantener horarios estables, también los fines de semana

Evitar variaciones bruscas en las horas de acostarse y levantarse

Priorizar el sueño tal como se prioriza la alimentación y el ejercicio

Consultar con un especialista si hay insomnio o dificultades crónicas

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