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Salud y Bienestar

La transferencia diferida del embrión aumenta las probabilidades de embarazo en mujeres con obesidad

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Según la OMS, en 2016 el 40 % de la población mundial femenina adulta tenía sobrepeso y alrededor de un 15 % padecía obesidad. Los efectos negativos de estas alteraciones endocrinas sobre la fertilidad son conocidos, razón por la cual los especialistas recomiendan siempre buscar el embarazo en un peso normal para poder sobrellevarlo con menos riesgos y así no incidir negativamente en la salud del bebé.

Tal y como investigadores de IVI han presentado hoy en el 74º Congreso de la Sociedad Americana para la Reproducción Asistida (ASRM), las mujeres con obesidad podrían beneficiarse de la transferencia diferida del embrión, algo que, según un estudio prospectivo, elimina la correlación entre las tasas de implantación, aborto y recién nacido vivo y los índices de obesidad y grasa corporal.

“En vez de transferir el embrión solo unos días después de haber estimulado el crecimiento de los óvulos y haberlos extraído, la transferencia se retrasaría a un ciclo posterior, evitando así un posible efecto negativo sobre el endometrio y sin que la calidad de los embriones se vea mermada”, explica Antonio Requena, Director Médico de IVI. Esta postergación es viable gracias a la técnica de la vitrificación –la congelación ultrarrápida en nitrógeno líquido a -196ºC–, en cuyo desarrollo participó IVI y que diariamente se utiliza en las más de 70 clínicas del grupo.

Estos resultados se desprenden del estudio “ABC Trial: Appraisal of body content. Frozen embryo cycles are not impacted by the negative effects of obesity seen in fresh cycles”, liderado por el doctor Kim JG y supervisado por el profesor Richard T. Scott, CEO de IVIRMA Global, en el que se han estudiado los casos de más de 1200 pacientes del grupo de Reproducción Asistida (junio 2016 – abril 2018).

La obesidad, factor de riesgo de infertilidad
Así pues, la transferencia de un embrión vitrificado podría mitigar los efectos negativos de la obesidad observados en ciclos en fresco. Y es que IVI lleva años investigando la correlación existente entre la obesidad y la disminución de la fertilidad de las pacientes. De hecho, es frecuente que las mujeres obesas necesiten un mayor plazo de tiempo para conseguir un embarazo de forma espontánea e incluso tienen tres veces más probabilidades de tener problemas de infertilidad que las mujeres con normopeso.

“Esto se debe a la implicación de diversos factores, como la baja receptividad endometrial, que afectan a su pronóstico reproductivo”, apunta el Dr. Requena. “Las tasas de implantación y embarazo disminuyen significativamente conforme aumenta el IMC femenino. Además, el riesgo de complicaciones obstétricas es tres veces superior en mujeres obesas, aumentan las tasas de aborto y tienen el doble de riesgo de muerte fetal y de parto prematuro que las mujeres con peso normal”, añade el especialista.

Por otro lado, la obesidad no solo afecta a la mujer, sino que en la adolescencia y la edad adulta de los hijos es un factor de riesgo importante para las enfermedades crónicas, como la enfermedad cardiovascular, el síndrome metabólico y la diabetes tipo II.

Así pues, aunque parece que con el uso de la transferencia diferida se podría mejorar el pronóstico reproductivo de estas pacientes, los especialistas de IVI siempre recomiendan que las mujeres afronten la gestación con un peso lo más cercano posible a la normalidad. Para conseguirlo, los ginecólogos aconsejan un plan de reducción de peso y modificar los malos hábitos nutricionales que se puedan tener. Es importante consultar con un especialista en nutrición y realizar ejercicio bajo la supervisión de un preparador físico, ya que está comprobado que el ejercicio moderado tanto en el varón como en la mujer mejora los resultados en tratamientos de Reproducción Asistida.

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Salud y Bienestar

Halitosis o mal aliento: Causas, prevención y soluciones efectivas

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¿Qué es la halitosis o mal aliento?

La halitosis, comúnmente conocida como mal aliento, es un trastorno que provoca un olor desagradable en la boca, ya sea de forma ocasional o persistente. Es un problema común que puede generar incomodidad social y afectar la autoestima.

En la mayoría de los casos, la halitosis se origina en la cavidad bucal debido a una mala higiene, acumulación de bacterias, enfermedades dentales o ciertos hábitos alimenticios. Sin embargo, también puede tener causas digestivas o sistémicas.


🚨 Principales causas de la halitosis

  1. Higiene bucal deficiente

    • No cepillarse correctamente permite que se acumulen bacterias, restos de alimentos y placa dental.

  2. Lengua sucia

    • La parte posterior de la lengua suele albergar bacterias responsables del mal olor.

  3. Enfermedades de las encías (gingivitis, periodontitis)

    • Infecciones e inflamaciones en las encías generan compuestos sulfurados volátiles con mal olor.

  4. Boca seca (xerostomía)

    • La saliva ayuda a limpiar la boca; cuando es escasa, se favorece la proliferación bacteriana.

  5. Alimentos con olores fuertes

    • Cebolla, ajo, café y alcohol alteran temporalmente el aliento.

  6. Tabaco

    • Provoca sequedad y deja residuos químicos en la boca.

  7. Problemas gastrointestinales

    • Reflujo gastroesofágico, gastritis o la presencia de Helicobacter pylori pueden causar mal aliento crónico.


✅ ¿Cómo prevenir la halitosis?

La prevención de la halitosis comienza con hábitos diarios sencillos pero fundamentales:

🪥 1. Mantén una buena higiene oral

  • Cepilla tus dientes al menos dos veces al día.

  • Usa hilo dental para eliminar restos entre los dientes.

  • Limpia la lengua con un raspador lingual o el cepillo.

🧼 2. Enjuague bucal adecuado

  • Utiliza enjuagues antibacterianos sin alcohol o con clorhexidina (consultar al odontólogo).

💧 3. Hidratación constante

  • Bebe agua durante el día para estimular la producción de saliva.

🍏 4. Dieta equilibrada

  • Reduce alimentos procesados, café, alcohol y azúcares.

  • Incluye frutas y vegetales crujientes como manzana, zanahoria y apio.

🧑‍⚕️ 5. Revisa tu salud bucodental

  • Visita al dentista cada 6 meses para limpiezas y detección de caries, infecciones o sarro acumulado.


🩺 ¿Y si el mal aliento persiste?

Si a pesar de mantener buenos hábitos el mal aliento continúa, puede haber causas más profundas:

  • Reflujo gástrico crónico

  • Amigdalitis o infecciones respiratorias

  • Diabetes no controlada

  • Enfermedades hepáticas o renales

En estos casos, se recomienda acudir a un odontólogo y, si es necesario, a un gastroenterólogo o médico internista para estudios complementarios.


🧪 Remedios caseros para la halitosis

Aunque no sustituyen una consulta médica, estos remedios naturales pueden ayudarte:

  • Bicarbonato de sodio: Enjuague con agua tibia y una cucharadita.

  • Infusión de perejil o menta: Refrescan el aliento y combaten bacterias.

  • Clavos de olor y canela: Tienen propiedades antimicrobianas.

  • Yogur natural: Ayuda a equilibrar la flora bucal si es sin azúcar añadido.

 

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