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¿Por qué nos duele la cabeza cuando hace viento?

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¿Por qué nos duele la cabeza cuando hace viento?

El dolor de cabeza que algunas personas experimentan cuando hace viento no es causado directamente por el viento en sí, sino por una serie de factores que pueden estar relacionados con las condiciones climáticas ventosas.

¿Por qué nos duele la cabeza cuando hace viento?

  1. Exposición al frío: Si el viento está frío, la exposición a temperaturas bajas puede provocar constricción de los vasos sanguíneos en la cabeza y el cuello, lo que a su vez puede desencadenar dolores de cabeza.
  2. Presión atmosférica: Los cambios en la presión atmosférica que a menudo ocurren con el mal tiempo o vientos fuertes pueden afectar a algunas personas y desencadenar migrañas o cefaleas tensionales. Los cambios en la presión pueden influir en la expansión o contracción de los vasos sanguíneos en el cerebro, lo que causa dolor en algunas personas sensibles.
  3. Estrés y tensión: El viento fuerte o el clima adverso a veces pueden aumentar los niveles de estrés y ansiedad en algunas personas. El estrés y la tensión son conocidos por ser desencadenantes de dolores de cabeza en muchas personas.
  4. Exposición a alérgenos: En días ventosos, es más probable que se levanten partículas en el aire, como polvo, polen y otros alérgenos. Si eres alérgico a estas sustancias, la exposición a ellas puede provocar congestión nasal y sinusitis, lo que a su vez puede causar dolores de cabeza.
  5. Deshidratación: En días ventosos, la deshidratación puede ser más común debido a la pérdida de humedad a través de la piel y la respiración. La deshidratación es un desencadenante común de dolores de cabeza.

Cabe destacar que no todas las personas experimentan dolores de cabeza cuando hace viento, y la susceptibilidad varía de una persona a otra. Si experimentas dolores de cabeza recurrentes o severos relacionados con el viento, es importante hablar con un profesional de la salud para determinar la causa subyacente y recibir recomendaciones específicas de tratamiento.

El dolor de cabeza

El efecto que tiene el viento sobre el cuerpo humano está relacionado con la meteorosensibilidad. Hay personas que son sensibles a los cambios de tiempo tales como los de la presión atmosférica. Es el efecto más conocido. Quién no ha escuchado alguna vez decir eso de me duele la rodilla, seguro que cambia el tiempo. También afecta el cambio de horas de luz, por ejemplo. Ojo porque no estamos hablando de simples dolores. Algunas personas acaban sufriendo alteraciones en el sueño y ansiedad.

El viento también provoca efectos en el cuerpo de algunas personas. Especialmente si sopla fuerte y en épocas de frío. Parece que el dolor está relacionado con lo que se denomina dolor de cabeza por estímulo frío. Cuando comemos un helado o tomamos una bebida muy fría también puede dar lugar a este dolor de cabeza. Si el viento sopla fuerte y la temperatura es baja, afecta especialmente a la zona más desprotegida del cuerpo, que es la cara y la cabeza, que van destapadas. El frío estimula el nervio trigémino, que transmite las sensaciones del cuerpo a la cabeza, ordenando al cerebro la dilatación o constricción de forma muy rápida de los vasos sanguíneos para regular la temperatura tras el frío repentino. Este proceso tan rápido es el que nos provoca el dolor de cabeza.

Así que la ciencia apoya la teoría de que el viento fuerte y frío puede provocar dolor de cabeza. No es una invención o una excusa de unos pocos.

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La batería de estado sólido: la revolución del coche eléctrico se acerca

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La industria del automóvil vive una de las batallas tecnológicas más decisivas de su historia: el desarrollo de la batería de estado sólido, una tecnología que promete resolver las mayores limitaciones del coche eléctrico actual. Más autonomía, cargas ultrarrápidas y mayor seguridad son las tres promesas que han puesto en marcha una carrera global entre fabricantes japoneses, chinos, europeos y norteamericanos.

Las previsiones apuntan a que esta nueva generación de baterías podría estar lista antes de 2030, abriendo la puerta a eléctricos con más de 1.000 kilómetros de autonomía y recargas en apenas diez minutos.


Qué es una batería de estado sólido y por qué cambiará el coche eléctrico

A diferencia de las baterías de iones de litio actuales, las nuevas baterías de estado sólido sustituyen el electrolito líquido —inflamable, más pesado y menos estable— por un material sólido (cerámico, polimérico o compuesto).

Esto se traduce en beneficios clave:

  • Más densidad energética → más kilómetros con menos peso.

  • Mayor seguridad → riesgo de incendio casi nulo.

  • Carga ultrarrápida → tiempos similares a repostar combustible.

  • Mayor vida útil → hasta cuatro veces más ciclos que las baterías actuales.

Aunque el principio electroquímico es similar —los iones de litio se mueven entre ánodo y cátodo— la estructura sólida permite un rendimiento muy superior.


Japón toma la delantera: Nissan y Toyota lideran la carrera

Nissan: autonomía de 1.300 km y producción en 2028

Nissan avanza con uno de los proyectos más sólidos del mercado. Su prototipo, desarrollado junto a LiCap Technologies, promete:

  • 1.300 km de autonomía

  • Coste de fabricación de 75 dólares/kWh

  • Despliegue industrial en 2028

Los primeros modelos en montar estas baterías serían vehículos de gama alta o edición limitada, debido al coste inicial.


Toyota: carga del 10% al 80% en 10 minutos

Toyota, que lleva años investigando esta tecnología, asegura que sus primeras celdas de estado sólido llegarán entre 2027 y 2028, con cifras que marcan un antes y un después:

  • 1.200 km de autonomía

  • Carga 10–80% en 10 minutos

  • Implementación inicial en la gama premium (Lexus)


China acelera: BYD, CATL y Chery muestran músculo tecnológico

BYD: hasta 1.900 km con 400 Wh/kg

El gigante chino afirma estar probando baterías que casi duplican la densidad energética actual, con autonomías cercanas a los 1.900 km. Aun así, reconoce que aún no existe un modelo listo para salir al mercado.

CATL: las primeras “semisólidas” antes de 2030

CATL, proveedor número uno del mundo, trabaja en una versión semisólida que servirá de transición. Las baterías completamente de estado sólido no llegarían, según la propia compañía, antes de 2030.

Chery: 1.500 km y densidad de 600 Wh/kg

Chery asegura estar cerca de introducir baterías con 600 Wh/kg y hasta 1.500 km de autonomía, listos para producción en 2027.


Europa no quiere quedarse fuera: Volkswagen, Mercedes y Stellantis contraatacan

Volkswagen y QuantumScape

La alianza con QuantumScape ha dado lugar a baterías con:

  • 844 Wh/l

  • Carga del 10 al 80% en 12 minutos

Estas celdas podrían integrarse en la gigafactoría PowerCo de Sagunto a finales de la década.

 Mercedes: objetivo 2030

Mercedes presentó este año un prototipo capaz de recorrer 1.350 km gracias a su alianza con Prologium. La marca espera lanzar sus primeros modelos con estado sólido en torno a 2030.

Stellantis y Factorial Energy

Las celdas FEST, desarrolladas por Factorial Energy, ya superan:

  • 375 Wh/kg

  • Más de 600 ciclos completos

  • Carga del 15 al 90% en 18 minutos

Modelos como el Dodge Charger Daytona son los primeros candidatos a montar esta tecnología.


Samsung y BMW: estado sólido para 2027

Samsung SDI avanza en su celda ASSB sin ánodo, destinada a BMW y otros fabricantes. La producción podría comenzar en 2027, con una densidad energética prevista de 900 Wh/l.


Panasonic diversifica: robots e industria antes que automóviles

Panasonic planea lanzar baterías de estado sólido en 2027, inicialmente destinadas a robots y maquinaria industrial. Su estrategia consiste en perfeccionar la fiabilidad antes de dar el salto masivo a la automoción.


Los retos pendientes: producción masiva y estabilidad

Aunque las ventajas son enormes, los desafíos siguen presentes:

  • Fabricación compleja y costosa

  • Compatibilidad entre materiales

  • Estabilidad térmica a largo plazo

  • Problemas potenciales de dendritas de litio, según nuevos estudios

Investigadores de la Universidad Técnica de Múnich han demostrado que incluso los electrolitos poliméricos podrían generar estas dendritas, lo que obliga a seguir mejorando los materiales.


¿Cuándo será realidad? El horizonte del 2030

Los primeros modelos comerciales llegarán entre 2027 y 2028, pero la adopción masiva no se espera antes de 2030. Cuando eso ocurra, se acabará la ansiedad por autonomía y la recarga será tan rápida como repostar.

El coche eléctrico, por fin, alcanzará su madurez tecnológica.

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