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Psicólogos advierten que el miedo al contagio en la calle puede provocar estas reacciones

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séptima ola covid

¿Qué sucederá el día en que podamos volver a la calle tras semanas encerrados? ¿Cómo reaccionaremos los unos con los otros?… Todos nos hacemos estas preguntas ahora que tenemos más cerca el poder salir a la calle y recuperar cierta normalidad. Ante una situación nueva surgen los miedos y la incertidumbre. Es el temor a lo desconocido.

El Dr. Tony Crespo, psicólogo de la Unidad de Psiquiatría del Hospital La Salud, nos explica cómo superar el temor a la vuelta.

“Todavía no tenemos datos concretos sobre las formas en que el brote de coronavirus está cambiando nuestras mentes, pero nuestro sistema conductual ciertamente sugeriría que es probable que nos comportemos igual que en un contexto de la supervivencia. La amenaza de contagio- asegura el Dr. Crespo- puede interferir en nuestras respuestas psicológicas y en las interacciones ordinarias con los demás, lo que podría llevar a comportamientos inesperados”

Desde que se decretó el Estado de Alarma, todos los programas de radio y televisión están bombardeándonos de una u otra manera con estadísticas aterradoras sobre cifras y recuentos de enfermos y muertos por Covid-19. Este bombardeo diario y constante puede provocar en una parte de la población más vulnerable o sensible una mayor ansiedad que a su vez pueda provocar unos efectos inmediatos en para su salud mental. “Siempre el sentimiento constante de una amenaza puede tener otros efectos más insidiosos en nuestra psicología”, asegura el Dr. Crespo.

En este sentido, algunas de las actitudes que se podrán observar entre los ciudadanos después del confinamiento son:

 

Hiper-vigilancia

“Los psicólogos- asegura el Dr. Crespo- utilizamos la expresión de “sesgo de disponibilidad”, que significa que es probable que le demos más peso a los eventos que podemos recordar de inmediato que a los ya acontecidos en el tiempo pasado. La continua información sobre la enfermedad a través de medios- afirma-, pone a las personas en un estado de hiper- vigilancia sobre cualquier información al respecto perpetuándose por sí misma. La gente está más sensible, escucha más, lee más e interpreta todo desde una perspectiva amenazante”. Esta emoción, dice el Dr Tony Crespo, “perjudica a nuestra percepción del riesgo, porque nuestro conocimiento objetivo de la enfermedad todavía está en pleno proceso de evolución”.

El sistema límbico se encuentra en el cerebro y detecta las amenazas a nuestro alrededor, para tratar de protegernos. Los humanos hemos evolucionado para “reaccionar mal” ante ese tipo de incertidumbre e imprevisibilidad, aclara el Dr. Crespo, porque nos hacen sentir una “falta de control percibida”; sobre todo, cuando la amenaza es tan incierta y potencialmente de gran alcance.

Desensibilización sistemática

Cuando las personas se exponen a situaciones que no son de su agrado o, que les crean temor, como puede ser volver a salir a la calle tras el confinamiento y hacer vida rutinaria, la única manera de superarlo será enfrentándose a ese miedo de una forma escalonada: los primeros días bastará con salir cerca del domicilio, luego visitar algún familiar o conocido, y posteriormente incluso retomar el trabajo. – Se trata de una exposición progresiva -.

“La única manera de superarlo será poco a poco -explica El Dr Crespo- , es decir, con una desensibilización sistemática; este término lo utilizamos los psicólogos en psicoterapia para lograr reducir la ansiedad y los miedos fóbicos del paciente, acercándolo poco a poco a ese temor”.

 

Cautela frente a extraños

Por otra parte, nos indica el Dr. Crespo, “el miedo puede hacer que una parte de la población se vea impulsada a señalar a los demás con ataques verbales e incluso llevar a alguna agresión física porque cuando las personas reaccionan a partir de fuertes emociones, pueden tomar decisiones rápidas e irracionales”

“En la sociedad actual ya existen personas que tienen prejuicios sociales, por lo que algo como una pandemia- advierte-, simplemente refuerza los supuestos y los estereotipos que pueden tener en mente sobre un grupo particular de personas”.

Por otra parte, además de ser más rígidos con las normas saludables en nuestro entorno cercano, la amenaza al contagio también puede hacernos desconfiar más de los extraños y, esta desconfianza, a su vez, podrá dar forma a respuestas xenófobas hacia personas de diferentes orígenes culturales o niveles sociales, pudiendo provocar prejuicios injustificados. “El miedo a la enfermedad puede influir en las actitudes de las personas hacia otras clases sociales”, asegura.

Ser más precavidos

Las medidas de precaución de sentido común deberán ser la tónica, ya que serán especialmente importantes dada la alta probabilidad de contraer Covid-19. Las personas miedosas a las que les resulte difícil volver a la calle tendrán que hacerlo poco a poco, de manera progresiva. Hay cosas importantes y muy básicas que las personas pueden hacer para recuperar el poder y, controlar al menos en la medida de lo posible como por ejemplo lavarse las manos regularmente con agua y jabón o mantenerse alejado de grandes reuniones”.

Recomendaciones

La recomendación del Dr. Crespo, es hacer lo que esté en nuestras manos para reafirmar una sensación de control sobre los miedos, sin reaccionar exageradamente, ni arriesgarse a contribuir al pánico, esto incluye mantenerse informado sin exagerar .

Así mismo- indica-, “una epidemia de rápida propagación como la que estamos viviendo, puede ser un momento particularmente difícil para las personas con afecciones de salud mental preexistentes como ansiedad o trastorno obsesivo compulsivo. Ahí es donde las redes de apoyo social son cruciales para estas personas; estar ahí para ella, nos puede dar fortaleza a nosotros mismos, y hacernos sentir que estamos contribuyendo al bienestar del otro. Las personas con tendencia a estar más ansiosas sería recomendable que conecten con las personas en quienes confían y, quien pueda ayudarlos a calmarse; personas a quién pueden recurrir para obtener apoyo”.

No olvidemos que es primordial hablar de lo que nos pasa con familiares y amigos, e incluso pedir ayuda clínica si es necesario. En este caso, los profesionales de la salud mental, les podremos ofrecer las herramientas suficientes, para conseguir tal fin.

Como última reflexión, señala el Dr Tony Crespo, “en salud mental es crucial no dejar que el pánico se apodere de nuestros procesos de pensamiento racional y de toma de decisiones, ya que, de lo contrario, “el coste” podría ser mayor que la propia amenaza que representa esta enfermedad”.

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Las 7 leyes del amor, por Enrique Rojas

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Las 7 leyes del amor Enrique Rojas
Enrique Rojas

El amor en una relación de pareja es un vínculo complejo que requiere cuidado, atención y compromiso. Se sustenta en una serie de principios y prácticas que fortalecen la conexión emocional y la estabilidad a largo plazo. Las 7 leyes del amor, según el prestigioso psiquiatra Enrique Rojas, consisten en cultivar el amor a través de pequeños gestos, evitar rescatar agravios pasados, mantener discusiones constructivas, desarrollar habilidades de comunicación efectiva, y cultivar una sexualidad positiva son elementos fundamentales para construir relaciones saludables y duraderas.

Además, el amor maduro se caracteriza por la combinación equilibrada de voluntad, inteligencia y sentimientos. Complementariamente, compartir una espiritualidad vivida añade profundidad y cohesión a la relación. Estas leyes exploran estos principios esenciales para nutrir y mantener un amor sólido y duradero en la vida de pareja.

Asistimos a la II Jornada de Inteligencia Emocional celebrada en Madrid, compartimos algunas reflexiones sobre la vida de boca del mejor psiquiatra de nuestro país, el Dr. Enrique Rojas.

El amor: «Los primeros modelos deben ser los padres»

Rojas recalca que «para estar bien con alguien, hay que estar bien con uno mismo». Otra de las bases nos lleva a nuestra infancia, al haber tenido modelos positivos en los primeros años de vida, ya que, según el experto «los primeros modelos deben ser los padres», por eso «uno ama como ha sido amado».

¿Enamorarse? Es encontrarse a sí mismo fuera de sí mismo, porque las pasiones nublan la inteligencia.

El psiquiatra asegura que «el amor tiene un alto porcentaje de artesanía psicológica. Es fácil enamorarse, pero es difícil mantenerse enamorado«.

¿Por qué se enamora uno? Para el experto, todo empieza por la atracción física, la cara, la belleza, pero a veces esa belleza externa no se acompaña de la interna. Hay que bajar a la bodega de la persona, remata. Enamorarse es idealizar a alguien, pero hay que verlo desde el patio de butacas.

«No hay amor sin cultura, ni formación. Cuando tienes cultura, vuelas alto. Las parejas que funcionan bien, discuten poco. Hay que poner las luces largas en la vida afectiva». Sigue, «lo más difícil es la convivencia. No existe el amor perfecto, hay que aspirar a un amor razonable«.

La felicidad

Son muchos los parámetros que influyen en nuestro corazón, quizás por eso para el psiquiatra, la felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria, ser independiente de la gente, no tener miedo al que dirán, no buscar la aprobación de los demás y tener los pies en la tierra.

Enrique Rojas insiste en que «lo que te ayuda a crecer como persona son las derrotas. La felicidad consiste en vivir en armonía con uno mismo».

La voluntad

Para el doctor, «la voluntad es la llave multiuso, vale para todo. Es la joya de la corona de la conducta». Aunque, remarca que «la voluntad se educa».

Las 7 leyes del amor, por Enrique Rojas:

1. Cultivar el amor con pequeños gestos positivos es esencial.

Lo pequeño nunca es insignificante; al contrario, tiene un gran valor porque hace la vida más amable y llevadera. En la psicología moderna, esto se conoce como «intercambio de conductas gratificantes», fortaleciendo así el amor. Cuidar estos detalles ayuda a que el amor no tenga fecha de caducidad. Por el contrario, descuidar los aspectos pequeños en el amor conduce al abandono, lo cual eventualmente conduce a su ruina debido a la rutina.

2. Evitar rescatar antiguos agravios es crucial.

Es importante hacer todo lo posible para no traer al presente un repertorio de reproches, esos recuerdos negativos que pueden surgir en momentos de tensión y tener un efecto destructivo. Mantener estos recuerdos en un cajón cerrado con llave es fundamental. Controlar lo que decimos es esencial para controlarnos a nosotros mismos, ya que el autocontrol es fundamental. La felicidad, a menudo, es tener buena salud y mala memoria. Superar las heridas del pasado requiere una buena inteligencia emocional, y el perdón es clave para perfeccionar el amor.

3. Evitar discusiones innecesarias es clave para las parejas que funcionan bien.

Estas parejas han aprendido ciertas reglas que les permiten evitar debates infructuosos que no llevan a ninguna parte positiva. En estas discusiones, se suelen decir cosas hirientes que no son relevantes. Las fuertes discusiones rara vez revelan la verdad; más bien, suelen ser una forma de desahogo y catarsis que termina en una espiral de críticas y resentimiento.

4. Desarrollar habilidades de comunicación interpersonal es fundamental.

Aprender a dialogar con respeto y eficacia requiere dedicación. La comunicación verbal, no verbal y subliminal son elementos importantes que afectan nuestras relaciones. También es clave tener el don de la oportunidad para plantear problemas en el momento adecuado. El amor requiere una combinación armónica de razón y afectividad.

5. Tener una sexualidad positiva es esencial en una relación.

La sexualidad es el lenguaje del amor comprometido y requiere encontrar sus claves para que ambos disfruten de esta experiencia íntima. La sexualidad refleja muchos aspectos de la vida conyugal, incluida la capacidad para superar las dificultades y encontrar alegría en la vida familiar.

6. El amor maduro se compone de voluntad, inteligencia y sentimientos.

Es un acto de voluntad determinado a trabajar en el amor elegido, apoyado por la inteligencia para manejar la relación con sensatez y experiencia, manteniendo la frescura. Los sentimientos son parte del amor, pero también son moldeables; si se descuidan, pueden desvanecerse.

7. Compartir una espiritualidad vivida fortalece una pareja.

Une lo humano con lo divino, proporcionando una filosofía común y un sentido de vida que fortalece la unión ante los desafíos. La cultura y la espiritualidad son elementos esenciales que embellecen la existencia.

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