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Salud y Bienestar

Una segunda persona con VIH supera la enfermedad sin tratamiento

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sintomas vih

Durante la infección, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) coloca copias de su genoma en el ADN de las células. Este proceso crea lo que se conoce como un reservorio viral. En este estado, el virus se esconde eficazmente de los medicamentos y de la respuesta inmunitaria del organismo. Y, en la mayoría de las personas, se producen constantemente nuevas partículas virales a partir de este reservorio.

La terapia antirretroviral (TAR) –es decir, el tratamiento con fármacos antiVIH– puede impedir que se generen nuevos virus, pero no puede eliminar dicho reservorio, por lo que es necesario un tratamiento diario para suprimirlo.

El VIH coloca copias de su genoma en el ADN de las células. De esta manera, el virus se esconde eficazmente de los medicamentos y de la respuesta inmunitaria del organismo

Algunas personas, conocidas como ‘controladores de élite’, presentan sistemas inmunitarios capaces de inhibir el VIH sin necesidad de medicación. Aunque tengan reservorios virales que pueden producir más virus, un tipo de célula inmunitaria llamada célula T asesina mantiene el virus suprimido sin necesidad de un tratamiento.

La investigadora Xu Yu, miembro del Instituto Ragon (EE UU), ha estudiado los reservorios de VIH de los controladores de élite. En 2020 su grupo identificó a una paciente que no tenía ninguna secuencia viral del VIH intacta en su genoma. Esto indica que su sistema inmunitario pudo haber eliminado el reservorio viral, lo que los científicos llaman una cura esterilizante.

Controladores de élite

El equipo de Yu secuenció miles de millones de células de esta mujer, conocida como la Paciente de San Francisco, en busca de cualquier secuencia del VIH que pudiera utilizarse para crear un nuevo virus, pero no encontró ninguna. Este extraordinario hallazgo, la primera incidencia conocida de una cura esterilizante sin un trasplante de células madre, se publicó en la revista Nature en 2020.

Ahora, han detectado a una segunda persona infectada por el VIH que no ha sido tratada, conocido como el Paciente de Esperanza, que tampoco presenta genomas intactos del VIH en más de 1.190 millones de células sanguíneas y 500 millones de células de tejidos secuenciados. Este informe, publicado en la revista Annals of Internal Medicine, podría representar un segundo caso de cura esterilizante.

“Estos hallazgos, especialmente con la identificación de un segundo caso, indican que puede haber una vía de acción para una cura esterilizante en personas que no son capaces de hacerlo por sí mismas”, afirma Yu.

 

Futuros tratamientos

Para la investigadora, estos descubrimientos sugieren que existe una respuesta específica de las células T asesinas común a ambos pacientes que impulsa esta reacción, con la posibilidad de que otras personas con VIH también hayan logrado una cura esterilizante.

Estos descubrimientos sugieren que existe una respuesta específica de las células T asesinas común a ambos pacientes, lo que podría ayudar a desarrollar nuevos tratamientos

Si los científicos consiguen comprender los mecanismos inmunitarios que subyacen a esta respuesta, podrían desarrollar tratamientos que enseñen a los sistemas inmunitarios de otras personas a imitar esta reacción en caso de infección.

“Estamos estudiando la posibilidad de inducir este tipo de inmunidad en personas con terapia antirretroviral mediante la vacunación, con el objetivo de educar a sus sistemas inmunitarios para que sean capaces de controlar el virus sin este tipo de terapia”, concluye la experta.

Referencia:

Turk et al. “A Possible Sterilizing Cure of HIV-1 Infection Without Stem Cell Transplantation”. Annals of Internal Medicine (2021)

Fuente: SINC

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¿Por qué vuelve el sarampión a España?

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Sarampión en España

La Evaluación Rápida de Riesgo publicada por Sanidad confirma lo que muchos epidemiólogos temían: el virus está encontrando espacios vulnerables donde antes había inmunidad colectiva. El problema tiene nombre y apellidos: descenso en las tasas de vacunación.

Para frenar el avance del sarampión se necesita que, al menos, el 95% de la población esté inmunizada con las dos dosis de la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y paperas). Sin embargo, solo seis comunidades autónomas en España alcanzan ese umbral. El resto presentan coberturas insuficientes que favorecen la aparición de brotes esporádicos, algunos importados y otros de transmisión comunitaria.


Expertos advierten: el confinamiento afectó a las coberturas vacunales

El catedrático de Inmunología, Alfredo Corell, ha recordado que la pandemia de la COVID-19 dejó un vacío preocupante en la inmunización infantil:

“Durante el confinamiento, bajaron las tasas de vacunación. Aunque España históricamente ha mantenido coberturas altas, algunas comunidades no han recuperado el nivel deseado del 95%”, ha explicado.

Esta relajación en las pautas vacunales podría estar detrás del actual resurgimiento de una enfermedad considerada eliminada en Europa desde hace años.


El impacto global: el caso de Estados Unidos

La situación no es exclusiva de España. Corell advierte también del deterioro del sistema sanitario en Estados Unidos, que podría tener consecuencias globales:

“Han cerrado proyectos científicos, recortado financiación en investigación y eliminado programas de ayuda internacional. Esto va a generar una fuga de cerebros y un retroceso en salud pública global”, asegura el inmunólogo.


España sigue siendo país libre de sarampión… por ahora

Desde 2016, España mantiene la certificación de la OMS como país libre de sarampión, lo que significa que no hay transmisión endémica sostenida. Sin embargo, eso no implica que el virus haya desaparecido: los casos importados siguen existiendo y pueden provocar brotes si no se mantiene la cobertura vacunal.


La tuberculosis también preocupa: repunte de casos en España

Junto al sarampión, los expertos alertan de otro enemigo silencioso que resurge: la tuberculosis. Según Corell, esta enfermedad mata entre 1 y 1,2 millones de personas al año en el mundo, y sigue siendo más letal que la malaria o el VIH.

En España, el repunte es preocupante: en Sevilla, los casos han aumentado un 87% en solo dos años. Muchos diagnósticos se retrasaron durante la pandemia, al confundirse los síntomas con los del COVID o evitarse las visitas médicas.

La tuberculosis es prevenible y tratable, pero su tratamiento es largo y exigente: una combinación de cuatro antibióticos durante al menos seis meses, aunque con una tasa de éxito superior al 90% si se sigue correctamente.


La lección: la prevención salva vidas

Tanto en el caso del sarampión como en el de la tuberculosis, los expertos insisten en que la vacunación, la detección precoz y la vigilancia epidemiológica son las mejores herramientas para evitar crisis sanitarias.

“La inmunidad colectiva es nuestra mayor defensa. Sin ella, abrimos la puerta a enfermedades que ya conocíamos y que creíamos bajo control”, concluye Corell.

Para saber si estás vacunado contra el sarampión, puedes seguir estos pasos:

  1. Revisa tu historial de vacunación: Si tienes acceso a tu cartilla de vacunación o a registros médicos, verifica si has recibido la vacuna contra el sarampión. La vacuna se administra generalmente como parte de la vacuna triple viral (sarampión, paperas y rubéola) en la infancia.

  2. Consulta con tu médico: Si no tienes acceso a tus registros o no estás seguro, puedes pedirle a tu médico que revise tu historial de vacunación. Ellos pueden ayudarte a determinar si has recibido la vacuna en base a la información disponible.

  3. Análisis de sangre (prueba serológica): Si no estás seguro y no tienes acceso a tus registros, tu médico puede ordenar un análisis de sangre para medir la cantidad de anticuerpos contra el sarampión. Si tienes anticuerpos suficientes, significa que estás protegido.

  4. Recuerda las fechas de vacunación: La mayoría de las personas reciben una primera dosis de la vacuna contra el sarampión entre los 12 y 15 meses de edad, y una segunda dosis entre los 4 y 6 años. Si no recuerdas haberte vacunado en estas edades o en la edad recomendada, consulta con tu médico sobre la posibilidad de una dosis de refuerzo.

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