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Valencia

València clama contra la «cruel violencia» machista

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Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres
Inicio de la manifestación convocada por el Moviment Feminista de València bajo el lema "Dones, vives i unides contra el masclisme", donde dos mujeres supervivientes leerán el manifiesto. EFE/ Biel Aliño
València, 25 nov (EFE).- Miles de personas se han manifestado este viernes por las calles de València para alzar la voz y denunciar la «cruel violencia» machista que sufren las mujeres, poniendo el foco en las mujeres y niñas iraníes y afganas que «están sometidas por el patriarcado religioso», y reclamar su «fin».

La manifestación de este Día Internacional de la Lucha contra la Violencia de Género ha arrancado a las 19.30 horas de la Porta del Mar de la capital, tras una pancarta con el lema «Dones vives i unides contra el masclisme», y está previsto que concluya en la plaza del Ayuntamiento, donde dos mujeres supervivientes de la violencia machista leerán un manifiesto.

En la marcha, que transcurre sin incidentes, pueden leerse frases como «Mi posición sexual favorita es yo arriba y abajo el patriarcado», «#Hartas de violencia machista», «Cuando salga a la calle quiero sentirme libre, no valiente», «Nos queremos vivas y libres» o «Contra el machista, lucha feminista».

Entre otros, han asistido la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez; el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo; y las concejalas de Igualdad y Políticas de Género LGTBI, Lucía Beamud; de Servicios Sociales, Isabel Lozano; de Gestión de Recursos, Lluïsa Notario; y de Educación, Maite Ibáñez.

La Coordinadora Feminista de Valencia ha puesto en valor la «valentía» con la que las mujeres de países como Irán, Afganistán y también Catar «están respondiendo», y al mismo tiempo ha mostrado su preocupación por «cómo están poniendo incluso en peligro sus vidas, como en el caso de Mahsa Amini y muchas otras».

Cándida Barroso, secretaria de Igualdad de CCOO en la Comunitat Valenciana, ha explicado a EFE que es necesario que «salgamos todas a la calle a reivindicar el fin de la violencia machista y reconociéndonos como mujeres que queremos estar vivas y unidas contra el machismo imperante».

El motor imperante de esta reivindicación, ha indicado, «ha sido siempre el asesinato de las mujeres». Una lucha que se emprendió mucho antes de que en 1999 las Naciones Unidas determinara el 25 de noviembre como día contra esta violencia, y que continúa porque «seguimos siendo objeto de asesinato, burla, escarnio, acoso y discriminación vivamos en la parte del mundo que vivamos».

El «patriarcado universal», ha dicho Barroso, «se rearma cada vez que conseguimos un logro las mujeres», por lo que salimos a la calle «a poner el acento en todas las necesidades» que van «desde las mujeres que no tienen libertad para hablar en países como Irán, Afganistán o Catar, a mujeres víctimas de guerras, la necesidad de acabar con la misoginia judicial o el acoso a las madres protectoras».

El movimiento feminista quiere mostrar también su preocupación por la «cosificación y mercantilización de nuestros cuerpos». En este sentido, Barroso ha criticado unas jornadas en la Universidad de Cantabria sobre vientres de alquiler, una práctica «prohibida en nuestro sistema judicial y que constituye explotación reproductiva».

Al mismo tiempo exigen una educación afectiva-sexual «en todos los ciclos» y que sea laica, así como la corresponsabilidad en el ámbito de los cuidados.

Del mismo modo, critica los discursos «negacionistas», que responden «a ese hacer de la ultraderecha autoritaria que critica todos los avances que ha conseguido el feminismo».

Es además, una actitud «dictatorial», explica la activista, ante «el miedo a perder los privilegios masculinos». Ante esto, ha agregado, «atacan a quienes pueden cuestionarlos».

Algo que, ha señalado, «vivimos esta semana con la ministra de Igualdad, Irene Montero», contra la cual «estaba el PP y Vox juntos» para atacar una acción de gobierno «de una manera visceral y miserable» que «nunca se había visto» en sede parlamentaria.

En el manifiesto se denuncia también la violencia obstetricia; los matrimonios concertados; la explotación reproductiva; la necesidad de tener políticas activas de empleo para mujeres -especialmente para las superviventes de la violencia machista- y que haya control y seguimiento de los protocolos contra el acoso sexual en los centros de trabajo.

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Valencia

Las polémicas declaraciones del conseller de Educación tras el derrumbe del colegio de Massanassa

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conseller Educación colegio Massanassa
El conseller de Educación, José Antonio Rovira (izq), junto al responsable de Tragsa en la Comunitat Valenciana, Juan Miguel Alepuz, este domingo en el Palau de la Generalitat. EFE/Cristina Magdaleno

València, 24 nov (OFFICIAL PRESS-EFE).- El conseller de Educación del Gobierno valenciano, José Antonio Rovira, ha señalado que el colegio Lluís Vives de Massanassa, donde este domingo ha fallecido un trabajador de Tragsa, no iba necesariamente a ser derruido, aunque se había catalogado como «rojo» por los daños sufridos por la dana.

«En ningún caso estaba calificado como un centro que podía colapsar, y no lo ha hecho; el accidente se ha producido simplemente en un porche, quizá por un daño en un pilar, y ha caído», ha dicho Rovira en una comparecencia junto al responsable de Tragsa en la Comunitat Valenciana, Juan Miguel Alepuz, tras reunirse con el president de la Generalitat, Carlos Mazón.

Un «derrumbe imprevisible»

El conseller ha insistido en que los trabajadores de Tragsa que estaban en el colegio se han visto sorprendidos «por un imprevisible derrumbe» y ha señalado que, como en todos los accidentes laborales, el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (INVASSAT) investigará lo sucedido.

Preguntado por los motivos por los que se estaban haciendo trabajos en ese colegio, Rovira ha indicado que se encontraban haciendo limpieza exterior, «que es algo muy demandado por los municipios», con una máquina y cuatro operarios que limpiaban lodo y enseres abandonados.

«Era un tema de salubridad, por eso limpiaban allí, porque estaba lleno de lodo. El martes pasado estuvo el director general de Infraestructuras y la idea es montar ese colegio en aulas prefabricadas», ha afirmado el conseller, quien ha añadido que, tras esa reunión, el alcalde «trasladó la petición de realizar esas labores».

Colegio marcado como rojo «para rehacer»

Al estar marcado como rojo «para rehacer», ha manifestado el responsable de Educación, «todo apuntaba a que valía más la pena hacerlo nuevo que repararlo, porque había destrozos importantes» tras haber superado el agua los 2,10 metros de altura en las inundaciones.

Los informes reflejan «daños estructurales que no suponían un riesgo de fallo de la estructura», pero sí para ser ocupado por los niños, por eso el alumnado de este centro va a ser reubicado en la antigua escuela de Magisterio de València a partir de mañana, ha relatado.

La idea para el Lluís Vives a corto plazo es, mientras se estudia su reconstrucción, reubicar para el curso que viene a los menores en aulas prefabricadas, pues ahora lo principal es acometer obras y reformas en centros en mejor estado que se puedan poner a disposición en un menor periodo de tiempo, ha precisado.

Mazón y el conseller de Educación no aparecen: «No hacíamos nada allí»

Preguntado sobre por qué no ha ido Mazón al colegio tras el accidente, Rovira ha expresado que la prioridad era reunirse con Tragsa y conocer los detalles de lo sucedido, y que al Lluís Vives se ha desplazado la vicepresidenta del Gobierno valenciano, Susana Camarero.

«No hacíamos nada allí. Es un accidente laboral y se investigará por la inspección laboral», ha referido Rovira, quien ha aseverado que tanto él como el president se encontraban en Alicante porque tienen a su familia allí y ha agregado: «todos tenemos derecho a estar con nuestras familias».

Ha señalado que desde las riadas del 29 de octubre muchos aparcamientos y exteriores de los colegios han sido usados para dejar enseres o ser centros logísticos de acopio de comida y otras cuestiones y que actualmente Tragsa está actuando en 19 localidades.

En concreto, ha detallado, Tragsa ha intervenido en 68 centros, de los que 44 son colegios de infantil y primaria y 24 de secundaria. De ellos, 23 ya están limpios y con certificación de higienización.

También ha expresado que desde la dana han analizado más de 90 centros, de los que la mayor parte ya están abiertos o abren en próximos días. «Aquellos con daños que costarán mucho tiempo, valoraremos si vale la pena echarlos abajo o no, intentando buscar alternativas dentro del municipio y no desplazar a los chavales», ha finalizado.

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