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Valencia, un lugar ideal hoy para comprar una casa

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Valencia, un lugar ideal hoy para comprar una casa

Según revela el Instituto Nacional de Estadística, en 2021 se produjeron más de 565.000 transacciones de compraventa de inmuebles en España. Esta cifra supone la cota más elevada desde 2007, con incremento del 34,6% sobre los datos registrados en 2020. ¿Sabías que la Comunidad Valenciana se encuentra a la cabeza del ranking de ventas por cada 100.000 habitantes?

No es extraño si tenemos en cuenta sus grandes atractivos. Por un lado, su clima mediterráneo proporciona un ambiente especialmente propicio para la actividad social, pero también, para disfrutar del contacto con la naturaleza en su impresionante paisaje litoral. A continuación compartimos contigo algunos de los principales beneficios de comprar pisos en Valencia. ¡Toma nota!

Valencia: Naturaleza, ciudad, ocio y accesibilidad al alcance de tu mano

La ciudad de Valencia reúne todas las ventajas de una gran urbe, ya que es una de las metrópolis más transitadas y dinámicas de España, pero al mismo tiempo no es proclive a la masificación que se da en la capital o ciudades de mayor envergadura como Barcelona. Como resultado, encontramos un contexto altamente rico desde el punto de vista cultural con puntos tan emblemáticos como la Ciudad de las Artes y las Ciencias, pero también con áreas urbanas que proporcionan acceso a todo tipo de servicios y alternativas de ocio. A la accesibilidad y el confort se une la proximidad de la Costa Blanca y la Costa del Azahar, unos de los puntos turísticos más transitados del país y con grandes posibilidades de deporte y entretenimiento.

Valencia posee grandes contrastes, por lo que es una ciudad versátil que cuenta con diferentes ritmos y se adapta a todo tipo de perfiles. ¿Te gustaría acceder a un barrio cómodo y bien comunicado? Quizá te interese echar un vistazo a los inmuebles que están a la venta en Haya Real Estate y que se sitúan en la zona de Patraix. Por ejemplo, puedes acceder a un piso en la calle Juan de Garay, distribuido en tres dormitorios, un salón-comedor, una cocina, un balcón, un vestíbulo y un baño. Su precio se sitúa en los 85.000 euros, una cifra realmente interesante teniendo en cuenta que se ubica en una de las zonas más consolidadas de la ciudad.

Otra opción que combina comodidad y buenas comunicaciones la podrás encontrar en un piso que ubicado en la avenida Doctor Peset Aleixandre. La vivienda cuenta con una distribución de espacios repartida en tres dormitorios, un baño, una cocina y un salón comedor.

Valencia es una ciudad de movimientos pero también de pausas y sus espacios, infraestructuras y servicios se adaptan a todo tipo de propietarios. Tanto si deseas llevar un estilo de vida familiar como si buscas un entorno más dinámico, Valencia puede ser una de las mejores opciones que están a tu alcance.

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita

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El duelo de un pueblo no se gobierna con mentiras: es hora de que Carlos Mazón dimita
El president de la Generalitat, Carlos Mazón. EFE/ Biel Alino/Archivo

La catástrofe desencadenada por la DANA del 29 de octubre de 2024 en la Comunitat Valenciana, que dejó un lacerante saldo de más de 229 víctimas, no puede quedar impune. Más allá del dolor humano y de la reconstrucción material, está la responsabilidad política. Y en ese terreno, Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, acumula mentiras, contradicciones y el profundo desgarro de quienes lo perdieron todo. Por dignidad, por ética y por justicia, Mazón debe dimitir.

Una gestión inexcusable

Cuando la alerta roja estaba activada, Mazón estaba ausente del lugar que le correspondía. Según los informes oficiales, llegó al comité de crisis (CECOPI) a las 20:28 horas, cuando ya se había emitido la alerta a la población minutos antes. No fue un “error de agenda”, sino un fallo estructural que costó vidas.

Mientras Valencia vivía una riada devastadora, el presidente se encontraba en una comida privada en lugar de supervisar la emergencia. Su entorno lo justificó como una reunión de trabajo, pero el contexto lo desmiente: fue ausencia, negligencia y falta de liderazgo.

La falta de movilización de efectivos tampoco puede justificarse. Los informes cruzados detectan irregularidades en el número de bomberos y medios activados. Cuando una emergencia reclama transparencia, los datos confusos o manipulados son una afrenta.

Mentiras, contradicciones y silencio

Mazón ha intentado derivar responsabilidades hacia la Agencia Estatal de Meteorología o la Confederación Hidrográfica del Júcar, en lugar de asumir el liderazgo que su cargo exige. Cuando el caos se instala, quien gobierna debe estar al frente, no buscando culpables.

Peor aún, ha ofrecido versiones cambiantes sobre su paradero, sus llamadas y las decisiones adoptadas aquel día. La investigación judicial avanza con pruebas que desmontan la versión oficial. Cuando un líder debe explicar dónde estaba durante una tragedia, el problema ya no es circunstancial: es estructural.

Las víctimas, traicionadas

No basta con lamentar lo sucedido cuando la dignidad exige acción. Las asociaciones de víctimas han expresado su malestar y exigido respeto ante la falta de explicaciones claras. “Estar con las víctimas también implica asumir responsabilidades”, repiten familiares que aún esperan una disculpa sincera.

No es solo la ausencia inicial. Es el desfile de versiones, el silencio, la falta de empatía y la reconstrucción lenta. Mientras las familias siguen llorando, el presidente intenta sostener su imagen pública como si nada hubiera ocurrido.

La única salida digna: la dimisión

Integridad política. Quien incumple los principios básicos de responsabilidad pierde la legitimidad para seguir al frente.

Justicia para las víctimas. Pedir perdón no basta cuando no se explica con claridad, cuando no se asumen errores ni se ofrecen soluciones. Las víctimas merecen que se depuren responsabilidades reales.

Confianza institucional. La credibilidad de la Generalitat se resquebraja cuando su presidente ofrece explicaciones tardías, contradictorias y evasivas. Eso no solo afecta a Mazón, afecta a toda la Comunitat Valenciana.

Renovación del liderazgo. El desastre del 29-O no puede cerrarse con un “sigo al mando”. Hace falta un relevo que reconstruya no solo los territorios inundados, sino también la confianza de los ciudadanos.

La responsabilidad compartida

Los silencios cómplices también pesan. Los partidos que sostienen a Mazón deben preguntarse si su apoyo es ético o meramente político. Cada día que pasa sin rendir cuentas es una herida más para las víctimas y una mancha más para las instituciones.

La dimisión no sería una derrota política, sino un acto de respeto hacia los que sufrieron, hacia los que murieron y hacia toda una sociedad que exige transparencia y verdad.

La tragedia del 29 de octubre no son solo cifras. Son vidas, familias, municipios arrasados y una sociedad herida. Carlos Mazón mantuvo su comida en El Ventorro cuando la provincia se inundaba, cambió versiones cuando se investigaba y continúa en el cargo pese al clamor ciudadano.

Por integridad, por dignidad, por justicia: Carlos Mazón debe dimitir.
Y quienes lo sostienen, deberían preguntarse si su silencio también los convierte en responsables.

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