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Salud y Bienestar

Las recomendaciones de Sanidad ante la ola de frío

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el tiempo en valencia

La Conselleria de Sanidad Universal y Salud Pública recomienda una serie de medidas a la ciudadanía para proteger la salud ante la bajada de temperaturas que se va a producir durante estos días debido a una ola de frío en la Comunitat Valenciana.

Según la Agencia (AEMET) para estos días se espera riesgo amarillo de frío en zonas del interior de la provincia de Alicante y zonas del interior sur de valència y litoral norte.

Los grupos de riesgo que pueden sufrir una mayor incidencia de patologías derivadas de una exposición prolongada al frío son las personas mayores, los recién nacidos, personas sin recursos o en situación de precariedad, personas con enfermedades agudas o crónicas y aficionados al deporte al aire libre.

En primer lugar, se recomienda abrigarse bien y evitar la exposición prolongada al frío, prestando especial atención a zonas del cuerpo como la cabeza, el cuello, manos y pies.

Además, Sanidad recuerda que conviene realizar comidas calientes que aporten la energía necesaria, así como beber bebidas calientes que ayuden a mantener la temperatura corporal. Limitar las actividades exteriores, especialmente si se pertenece a algún grupo de riesgo.

En cuanto a recomendaciones para dentro de casa, se aconseja revisar con atención el estado de la instalación eléctrica con tal de prevenir situaciones peligrosas que puedan ocasionar riesgo de incendio, al igual que con las estufas de gas o chimeneas de leña.

Hay que recordar que Sanidad mantiene activa la campaña de vacunación frente a la gripe, por lo que se recomienda que aquellas personas que se encuentran en los grupos de riesgo definidos para esta vacuna, acudan a su centro médico para vacunarse con el fin de prevenir dicha patología.

Qué hacer ante los efectos del frío

El frío extremo puede provocar dos efectos directos que son la congelación y la hipotermia. En el caso de la congelación superficial, que afecta principalmente a las mejillas, orejas y dedos, los síntomas más frecuentes son el enrojecimiento de la piel, hormigueo y una sensación dolorosa de picor o quemadura. En el caso de congelación profunda, tanto la piel como los músculos o huesos se congelan y los síntomas son transformación de la piel dura y blanca, que podría derivar en úlceras o gangrena.

Para proteger a una víctima de la congelación se recomienda trasladarla a un lugar cálido, quitarle cualquier prenda ajustada y la ropa húmeda, secarla y abrigarla. Si se dispone de ayuda médica cercana hay que envolver las zonas afectadas con compresas estériles (sin olvidar separar los dedos de las manos y los pies afectados) y llevar a la persona afectada a un punto de urgencia médica.

En caso de darse dicha situación en una zona aislada, hay que sumergir las zonas afectadas en agua tibia (no caliente) o poner paños calientes sobre las áreas afectadas de orejas, nariz, mejillas durante 20 o 30 minutos. La temperatura del agua recomendada es a 38-40ºC.

En caso de hipotermia, el cuerpo pierde más calor del que puede generar y es causada generalmente por una exposición prolongada al frío. A medida que la persona presenta hipotermia, las habilidades para pensar y moverse, a menudo, se van perdiendo lentamente. Los síntomas son confusión, somnolencia, debilidad y pérdida de coordinación, disminución del ritmo respiratorio y frecuencia cardíaca. Si se presentan síntomas de hipotermia como confusión o cambios en el estado mental hay que llamar al teléfono de emergencias 112.

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Salud y Bienestar

Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

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Cuidado, así afecta el calor del verano a los medicamentos

Especialistas del Departamento de Salud de la Ribera alertan de que una incorrecta conservación de los medicamentos en verano puede provocar importantes problemas de salud en el organismo al verse alteradas las características de calidad y eficacia de los fármacos.

Efectos nocivos que el calor puede provocar en los medicamentos

Teniendo en cuenta las altas temperaturas que suelen alcanzarse en estos meses, el personal especializado advierte de la necesidad de llevar a cabo una correcta utilización de los fármacos, con especial atención a aquellos medicamentos que deben conservarse en frío o deben utilizarse tan pronto se hayan sacado de la nevera.

Según los farmacéuticos de Atención Primaria del Departamento de Salud de la Ribera, Miguel Murcia y Rocío Broseta, “las condiciones de conservación que indica un medicamento, se establecen según los ensayos realizados antes de ser comercializados, por lo que deben respetarse para no perder su eficacia y seguridad”.

Por ello, antes de consumir cualquier medicamento, se debe comprobar su estado y su apariencia exterior, sobre todo en cremas, colirios, supositorios u óvulos, ya que por su aspecto se puede conocer su estabilidad.

Cuando nunca debes consumirlos

Si no se ha conservado correctamente o el producto ha cambiado al abrirlo, el medicamento no debe ser consumido bajo ningún concepto, ya que podrían estar alteradas las propiedades del fármaco.

Por lo que respecta a la conservación en casa, es aconsejable mantener los medicamentos en sitios frescos y secos, evitando la exposición directa a la luz solar.

Por ello, el personal experto recomienda no guardarlos en la cocina o el baño, estancias de la casa que, por lo general, suelen acumular más calor a lo largo del día, y siempre lejos del alcance de los niños.

En cualquier caso, es importante que antes de tomar un medicamento se consulte con  profesionales sanitarios y se evite la automedicación.

Igualmente, cuando se adquiera por primera vez, se recomienda leer el envase y el prospecto para conocer la temperatura a la que debe conservarse.

Viajar con medicamentos

En los trayectos por carretera, es recomendable no llevar los medicamentos en el maletero o la guantera del coche, ya que pueden llegar a alcanzar altas temperaturas.

Es imprescindible mantener las condiciones de transporte específicas para cada medicamento; es decir, los fármacos a conservar entre los 2ºC y 8ºC, deben conservarse siempre en nevera y, por tanto, transportarse en embalaje isotérmico refrigerado (sin llegar a congelar); por su parte, los fármacos que deben permanecer a una temperatura de entre 25ºC y 30ºC, han de transportarse en un embalaje isotérmico no refrigerado para evitar que puedan alcanzar temperaturas mayores.

Síndrome de agotamiento y golpe de calor

Por otro lado,  el personal especializado advierte de que algunos medicamentos pueden acentuar los efectos de las altas temperaturas, agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación, propiciar los golpes de calor o inducir una hipertermia.

En este grupo de medicamentos se encuentran los diuréticos, los antiinflamatorios no esteroideos, los antihipertensivos, algunos antibióticos y antivirales, los antiarrítimicos, algunos antidiabéticos, los hipolipemiantes (empleados para regular el colesterol), los antidepresivos, los antihistamínicos y los antipsicóticos.

“Hay que estar atentos al estado general de aquellos pacientes que toman este tipo de medicamentos, así como propiciar una serie de medidas que ayude a controlar su temperatura corporal: ambiente fresco, buena ventilación y aireación, y continua hidratación.

Es importante resaltar que, a pesar de las altas temperaturas, en ningún caso se deben suspender los tratamientos establecidos por los facultativos”, concluyen Murcia y Broseta.

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