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Fallas

¿Casualidad o destino? El significado profundo del traje de la proclamación de Berta Peiró

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Berta Peiró García: Fallera Mayor de Valencia 2025 y el significado de su traje de proclamación

El 2025 es un año muy especial para el mundo fallero, pues Berta Peiró García ha sido elegida como la Fallera Mayor de Valencia, un honor que representa el máximo cargo en las Fallas, una de las fiestas más emblemáticas de la ciudad. Este rol exige, además de una profunda conexión con la tradición, un simbolismo que se expresa también a través del traje de proclamación, un atuendo que en el caso de Berta tiene una historia cargada de significado y emotividad.

Un Traje con historia y significado

Para su proclamación como Fallera Mayor de Valencia, Berta eligió un traje confeccionado con una seda estrecha de la Compañía Valenciana de la Seda, un tejido que resalta tanto por su belleza como por su relevancia personal. Este traje no es cualquier vestido; fue su primer traje de Fallera Mayor cuando representó a su comisión, Ripalda Beneficencia San Ramón, en el 150 aniversario de la misma. Así, este traje no solo evoca recuerdos de un año lleno de orgullo y tradición, sino que también simboliza su profundo vínculo con su comisión, de la cual ha sido una figura clave.

El color elegido para este traje, el verde, tiene un significado especial. Este tono no solo destaca por su elegancia, sino que además es el color representativo de su comisión. El verde es un color que a menudo se asocia con la esperanza, la vida y la naturaleza, pero para Berta y su comisión también simboliza unidad, identidad y tradición, siendo un emblema visual de su falla.

Seda Estrecha San Nicolás: Un vínculo espiritual

El nombre del tejido utilizado en el traje de proclamación, San Nicolás, añade una dimensión aún más profunda a esta historia. Berta es una devota de San Nicolás, y la iglesia dedicada a este santo, conocida como la «Capilla Sixtina de Valencia» por sus impresionantes frescos, tiene un lugar especial en su corazón. Tanto es así que si algún día decidiera casarse, este sería el lugar que elegiría para su boda. Este vínculo espiritual y personal con San Nicolás se reflejó en el vestido, una coincidencia que subraya cómo las tradiciones, la fe y las vivencias personales se entrelazan en la vida fallera.

La visita del jurado a San Nicolás: Una coincidencia especial

Curiosamente, el jurado que evaluaba a las candidatas a Fallera Mayor llevó a cabo una de sus pruebas precisamente en la iglesia de San Nicolás, donde el rector, don Antonio Corbín, recibió a las 13 candidatas. Durante la visita, el rector explicó los majestuosos frescos que decoran la iglesia, una obra de arte única en Valencia. Esta visita no solo fue significativa para todas las candidatas, sino que para Berta fue especialmente simbólica, ya que ese lugar tiene un profundo significado en su vida.

Además, el icono de San Nicolás lo pintó el padre de María Estela Arlandis, Fallera Mayor de Valencia 2024.

Un Año especial para una Fallera Especial

La elección de Berta Peiró García como Fallera Mayor de Valencia 2025 llega en un momento lleno de significados y coincidencias que enriquecen aún más su cargo. Su profundo compromiso con las tradiciones, su fe en San Nicolás y su vínculo con su comisión, se reflejan en cada aspecto de su trayectoria. El traje de proclamación, con su seda estrecha y su color verde, cuenta una historia de identidad, orgullo y devoción, mostrando cómo las Fallas son más que una celebración: son una expresión viva de cultura, historia y espiritualidad.

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Fallas

Fallece Carmen Bueso, alma de «Flor» y referente histórico de la indumentaria valenciana

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Fallece Carmen Bueso
Carmen Bueso

La indumentarista que marcó una época deja un legado imborrable en el arte de vestir a las falleras mayores y cortes de honor de València

VALÈNCIA, 29 MARZO 2025 – La indumentaria tradicional valenciana está de luto. Carmen Bueso, conocida por todos como Carmen “Flor”, ha fallecido dejando un vacío imposible de llenar en el corazón de las Fallas. Su nombre ha estado unido durante décadas a la elegancia, la excelencia artesanal y el profundo respeto por la tradición. Con su partida, València pierde a una de las figuras más queridas y relevantes del mundo fallero.

Aunque recientemente se había jubilado tras cerrar su tienda de la calle Conde Altea, su legado sigue vivo en cientos de trajes que continúan desfilando por la ciudad cada mes de marzo. Su marca, “Flor. Carmen Bueso”, fue sinónimo de calidad, estilo y cariño por los detalles.

De una paquetería de barrio a vestir a las falleras mayores de València

El germen de su trayectoria profesional nació en la Paquetería Flor, un pequeño comercio junto al Mercado de Colón gestionado por la familia de su esposo, Manuel Flor. En su acogedora esquina de Conde Salvatierra, Carmen comenzó haciendo composturas y arreglos, hasta que un día decidió ir más allá: empezó a confeccionar trajes a medida con un pequeño equipo en Benimàmet, mucho antes de que el concepto de “tienda de indumentaria fallera” estuviese consolidado.

Su trabajo pronto se hizo conocido entre clientas exigentes del Pla del Remei y la Gran Vía, y su habilidad con el hilo y la aguja la catapultó a lo más alto del sector.

El espolín «Soto» y un momento para la historia

Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera llegó en 1999, cuando su sobrina, Lola Flor Bustos, fue proclamada fallera mayor de València del año 2000. Fue Carmen quien la vistió de arriba a abajo, confeccionando con su equipo en Benimàmet el histórico espolín “Soto” de color paja, tejido por Garín. Fue, además, el último traje de exaltación no entregado por el Ayuntamiento, en una época en la que las falleras mayores aún vestían trajes confeccionados por familiares o indumentaristas de confianza.

Ese momento marcó el paso de Carmen Bueso de modista a icono.

Lola Flor

El salto a su tienda en Conde Altea y una clientela de élite fallera

Con el nuevo milenio, Carmen decidió dar un paso más y abrir su propia tienda bajo su nombre: “Flor. Carmen Bueso”. Durante más de dos décadas, este espacio fue referente indiscutible en el sector de la indumentaria valenciana, por donde pasaron falleras mayores como Sara Martín, Lucía Gil, Gloria Martínez, Marta Reglero, Nela Ayora o Inmaculada Asensi, así como decenas de componentes de las cortes de honor.

Incluso fue pionera en diseñar los primeros justillos para la “dansà” en el año 2008, cuando esa prenda no era aún habitual.

La tradición familiar también continuó con las nuevas generaciones: su sobrina nieta, Lola López Flor, hija de la fallera mayor del año 2000, fue componentede la corte de honor infantil de 2024. Un legado que se ha transmitido con orgullo y pasión.

Una jubilación que no pudo disfrutar

En 2024, Carmen bajó la persiana de su tienda con la satisfacción del deber cumplido. Se retiraba para disfrutar de una merecida jubilación, traspasando el negocio y cerrando un capítulo brillante de su vida. Lamentablemente, su fallecimiento prematuro ha impedido que disfrute plenamente de esa nueva etapa.

GALERÍA| La espectacular indumentaria de los hijos de Lola Flor

Reconocimiento en vida: premio Joia del Gremio de Sastres y Modistas

En junio de 2023, Carmen Bueso recibió uno de los galardones más emotivos: el premio Joia del Gremio de Sastres y Modistas de la Comunitat Valenciana, en reconocimiento a una vida entera dedicada al arte textil.

“Nunca hubiera imaginado un final así a mi trayectoria profesional, rodeada de tanta gente que quiero, de personas maravillosas que me he encontrado a lo largo de este camino”, escribió entonces, visiblemente emocionada por el homenaje.

Un legado que se viste, no se olvida

A diferencia de otras disciplinas efímeras de la fiesta, como la pirotecnia o la creación de monumentos falleros, el arte de la indumentaria permanece. Los trajes de valenciana confeccionados por Carmen seguirán vivos en cada desfile, cada exaltación y cada “mascletà”, recordándonos que fue ella quien los hizo posibles.

Cada vez que uno de sus espolines salga del armario, alguien recordará: «Esto es un Flor».

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