Psicología
¿Cómo hacer más fácil la ‘vuelta al cole’ para los más pequeños?
Publicado
hace 3 semanasen

La vuelta al cole se ha convertido en los últimos tiempos en un tema de obligatoria gestión en los hogares, potenciado por el protagonismo creciente que le prestan los medios y la publicidad, convirtiéndolo en una cuestión imposible de obviar en nuestra sociedad. Esto ocasiona que, cada vez más, los padres pidan consejo para hacer más llevadera la adaptación y vuelta a la rutina después de un periodo más o menos largo de descanso, ocio y diversión.
No hay que olvidar que estas pequeñas dificultades de adaptación de nuestros niños a la incorporación de nuevo al cole son sin duda pequeños “problemas de la abundancia” de nuestro mundo desarrollado en el que todos los niños, afortunadamente, son escolarizados. Pilar Dolz del Castellar, psicóloga de IVI, da algunas sencillas pautas para hacer un poco más atractiva la idea de volver a empezar el nuevo curso escolar.
¿Cómo hacer más fácil la ‘vuelta al cole’ para los más pequeños?
La actitud de los padres
No sólo en septiembre, sino durante los doce meses del año, ¿cuántas veces habré oído a amigos míos un domingo quejarse de tener que volver a trabajar delante de los hijos?
Una de las formas de aprendizaje en los niños es “el modelado vicario”, es decir, la imitación. Los niños captan en las quejas una insatisfacción continua ligada al trabajo diario. Es verdad que trabajar todos los días es duro, pero debemos fijarnos también en alguna satisfacción, algún logro, alguna anécdota simpática que haya ocurrido en el día y contarlo en familia. Si lo niños se ríen o les parece curiosa alguna situación que hemos contado como positiva, perciben que pese al esfuerzo diario “el trabajo compensa”. Los padres somos un referente muy importante a ciertas edades y a veces marcamos fobias y filias en nuestros hijos sin darnos cuenta.
Hacer al niño partícipe de la organización de su material escolar y su habitación
Es importante antes de empezar el curso y durante el mismo que los pequeños participen en la organización del material escolar y que aprendan a meter en la mochila todo lo necesario para su primer día de colegio. Del mismo modo, es positivo que participen también en la organización de su habitación y zonas de trabajo; colocar juguetes y despejar y ordenar el escritorio, etc.
Proporcionar Información previa sobre el nuevo curso
De la misma forma que nos pasaría a los adultos si cambiamos de departamento, de compañeros o de jefe, los niños se sienten inquietos ante la llegada del nuevo curso y lo que ello implica. Para ayudarles debemos proporcionarles previamente la información de que dispongamos acerca de su nueva etapa en el colegio, procurando evitar profundizar en detalles o realizar valoraciones.
Recordar alguna anécdota divertida del curso anterior
Es muy positivo volver a contar alguna situación o experiencia en la que el niño ha disfrutado o se ha reído. Incluso es bueno contactar con algún amiguito o visitar las instalaciones del colegio previamente al día de comienzo.
Algo que estrenar
Sin caer en un consumismo superfluo es positivo que el niño estrene alguna cosa relacionada con el cole el día de la incorporación. Una mochila, una caja de lápices…algo sencillo que le guste y le haga ilusión.
Vuelta paulatina a la vida cotidiana
Es recomendable restaurar las rutinas y horarios escolares unos días antes del inicio del curso; adelantar el horario de las cenas y la hora de ir a la cama. Así, el cambio es menos brusco el primer día de cole.
La intuición de los padres
Nadie conoce tan bien a un niño o a una niña como sus propios padres. Los profesionales podemos dar algún consejo práctico y ayudar un poco, pero guiarse por la propia intuición de madre o padre es en muchos casos lo correcto.
El valor de las palabras
En los últimos años se oye y se lee durante el mes de septiembre esta frase: “Depresión postvacacional”. ¡Qué frase tan desafortunada!
Culpa nuestra, de los psicólogos me refiero, que le hemos puesto una etiqueta mórbida a un estado muy saludable; volvemos con buen aspecto físico, algunos incluso bronceados, hemos disfrutado de la naturaleza, hemos comido estupendamente en compañía de nuestros seres queridos, hemos trasnochado por puro placer, hemos leído más que en todo el año… Podríamos cambiarla por el título de aquella canción “Melancolía en septiembre”, que tiene más una connotación de cierta pena porque se ha terminado un tiempo en el que lo hemos pasado muy bien. Muchos pensarán, es lo mismo, pero la psicóloga le ha dado “la vuelta a la tortilla”. Pues sí, es el título de otra canción más reciente, “Dale la vuelta a la tortilla”, y es positiva como la Psicología del siglo XXI que, al contrario de la psicología negativa, busca lo bueno y positivo que tiene el ser humano para potenciarlo.
Y si es duro o menos duro volver a la rutina, no se lo inculquemos a priori a nuestros niños, que lo descubran ellos con el tiempo, y que elijan por sí mismos “la etiqueta”.
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Psicología
Señales de alarma del suicidio: cómo detectarlas y actuar a tiempo
Publicado
hace 1 semanaen
7 septiembre, 2025
Cada 10 de septiembre se conmemora el Día Internacional para la Prevención del Suicidio, una jornada que busca visibilizar un problema que sigue siendo un tabú social y que provoca cada año miles de muertes evitables en todo el mundo. En España, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, más de 4.000 personas se quitan la vida cada año, lo que convierte el suicidio en la primera causa de muerte externa, muy por encima de los accidentes de tráfico.
El lema elegido para 2025 es “Changing the Narrative on Suicide” (Cambiando la narrativa sobre el suicidio). El objetivo es claro: romper con el silencio, desmontar mitos y generar un diálogo abierto que ayude a prevenir y a acompañar a quienes atraviesan un sufrimiento intenso.
Hablar del suicidio no lo provoca: un mito que hay que superar
Los psicólogos valencianos Enric Valls y Gracia Vinagre insisten en la importancia de hablar abiertamente sobre el suicidio. Valls recalca que no se trata de inducir, sino de informar, sensibilizar y concienciar: “Hablar es abrir salidas de emergencia. Si preguntamos y escuchamos, estamos dando a la persona la oportunidad de expresar su sufrimiento”.
Por su parte, Vinagre recuerda que el mito de que hablar del suicidio aumenta el riesgo es falso: “Cuando no se habla, quienes tienen ideas suicidas no se atreven a contarlo por miedo al juicio. Eso les deja aún más aislados y sin ayuda”.
Factores de riesgo y señales de alarma
La presidenta de la Federación de Salud Mental de la Comunitat Valenciana, Rosa Bayarri, advierte que el suicidio no responde a una única causa ni afecta a un solo grupo social. Entre las situaciones con mayor prevalencia se encuentran:
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Jóvenes que no ven futuro ni oportunidades.
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Personas desempleadas o en situación de calle.
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Reclusos y personas privadas de libertad.
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Víctimas de violencia machista.
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Niños y adolescentes víctimas de acoso escolar.
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Personas que sufren homofobia, racismo o discriminación.
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Quienes padecen trastornos de salud mental graves.
Las señales de alarma incluyen cambios drásticos de conducta, aislamiento social, verbalizaciones sobre la muerte, pérdida de interés en actividades cotidianas, consumo abusivo de alcohol o drogas y conductas de riesgo.
El suicidio: acabar con el dolor, no con la vida
Enric Valls explica que, desde el punto de vista cognitivo, el suicidio no significa querer morir, sino “acabar con una situación insoportable de dolor”. Por eso, recalca, la clave está en mostrar que hay alternativas y muchas formas de aliviar el sufrimiento: ampliar redes sociales, pedir ayuda profesional o incluso ayudar a otros para encontrar sentido.
Gracia Vinagre añade que simplemente escuchar puede ser un acto preventivo: “Si alguien habla de suicidio y la otra persona responde con silencio o indiferencia, la sensación de aislamiento se multiplica. Pero si se aborda el tema con comprensión, se abre una puerta a la esperanza”.
El papel de los medios de comunicación
El Ministerio de Sanidad elaboró en 2020 una guía de recomendaciones para el tratamiento del suicidio en los medios. En ella se insiste en dos ideas clave:
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El silencio informativo no es una opción, porque invisibiliza el problema.
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El sensacionalismo tampoco lo es, ya que puede generar un efecto imitación.
Los expertos apuntan al efecto Papageno: mostrar testimonios de personas que han superado crisis suicidas y han encontrado alternativas puede tener un potente efecto preventivo.
Un problema social, no individual
Las asociaciones insisten en que el suicidio no puede entenderse como un problema exclusivo del individuo o de su familia, sino como un problema social que requiere respuestas colectivas. La prevención pasa por reforzar los servicios de salud mental, garantizar atención inmediata en situaciones de crisis y promover campañas de sensibilización permanentes.
En 2025, el Gobierno de España ha puesto en marcha el Plan Nacional de Prevención del Suicidio 2025-2027, que incluye la creación de un registro nacional de datos, un observatorio estatal, autopsias psicológicas y protocolos de intervención en colegios, centros de salud y residencias. Además, se han destinado más de 17 millones de euros a programas específicos de prevención.
Un reto añadido: jóvenes y nuevas tecnologías
Los expertos advierten de un reto emergente: el uso de inteligencia artificial y chatbots por parte de adolescentes y jóvenes en crisis. Aunque pueden ofrecer compañía, a veces refuerzan las ideas suicidas en lugar de contrarrestarlas. Por ello, se pide que estas herramientas estén programadas para derivar a recursos profesionales y no para validar decisiones de riesgo.
Cómo ayudar desde el entorno
La prevención del suicidio empieza en lo cotidiano. Los especialistas recomiendan:
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Escuchar sin juzgar a la persona en crisis.
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Preguntar directamente si tiene pensamientos suicidas.
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Ofrecer apoyo emocional con gestos sencillos: mirar a los ojos, abrazar, acompañar.
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No minimizar su dolor ni responder con frases hechas.
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Facilitar recursos de ayuda profesional.
Recursos de ayuda inmediata
Las personas en crisis y sus allegados pueden recurrir a diferentes recursos de apoyo disponibles las 24 horas del día:
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Teléfono 024: línea de atención nacional para la prevención del suicidio.
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112: número de emergencias para situaciones de riesgo inminente.
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Teléfono de la Esperanza: 717 00 37 17.
Conclusión: hablar salva vidas
El Día Internacional para la Prevención del Suicidio 2025 nos recuerda que nadie quiere morir, sino dejar de sufrir. Hablar, escuchar y actuar son las claves para ofrecer alternativas y esperanza. Romper el tabú es el primer paso para que miles de personas encuentren una salida distinta al dolor.
✅ Metadescripción SEO: El 10 de septiembre se celebra el Día Internacional para la Prevención del Suicidio 2025. Expertos en salud mental reclaman hablar del suicidio sin tabúes, detectar señales de alarma y ofrecer apoyo. En España, más de 4.000 personas se quitan la vida cada año.
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