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Sucesos

Doce años de prisión por abusar de su hija durante años y dejarla embarazada con 14

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Alicante, 1 feb (EFE).- Un hombre de 53 años y vecino de Monóvar (Alicante) ha sido condenado a 12 años de prisión por abusar sexualmente de su propia hija de manera continuada durante nueve años, entre los 5 y los 14, cuando la dejó embarazada.

Los hechos se produjeron tanto en el domicilio familiar, en el que el acusado convivía con su pareja, con la víctima y con un segundo hijo, nacido en el año 2010, como en la vivienda en la que residía el acusado después de que la pareja se separase.

La sentencia, dictada por un tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Alicante considera acreditado que el acusado aprovechaba las ocasiones en las que se encontraba a solas con su hija, con la que dormía frecuentemente, para rozar sus genitales hasta llegar a eyacular sobre la ropa de la niña.

Esos episodios se repitieron a lo largo del tiempo hasta que, entre junio y julio de 2019, el procesado llegó a penetrar a la menor sin utilizar preservativo, con lo que ella resultó embarazada.

Durante su declaración en el juicio, el acusado reconoció que un día «se pasó de copas» y que se dirigió a la cama en la que estaba su hija viendo la televisión y que, entonces, la acarició «y cómo ésta no lo rechazó, la situación se le fue de las manos».

El tribunal confiere toda credibilidad al relato ofrecido por la víctima, quien relató que los abusos sexuales protagonizados por su padre se repitieron «desde hacía años, saliendo a la luz a causa de que quedó embarazada».

Los magistrados subrayan que la versión ofrecida por la menor es «persistente, no incurre en contradicciones o incoherencias y es lógica, no apreciando en su ánimo motivos espurios hacia el acusado».

La menor aseguró que había «crecido con eso», al referirse a los episodios en los que su padre la buscaba y le indicaba que fuera a su cama para tocarle los pechos y bajarle el pantalón del pijama. Según la víctima, esos abusos se repitieron «durante muchas veces, toda la vida» hasta el punto de llegar a «normalizarlos».

Además, en el juicio explicó que cuando sus padres se separaron, en diciembre de 2019, ella decidió irse a vivir con su padre «al mantener mejor relación» con él que con su madre, «durmiendo la mayoría de veces con él».

Y añadió que, una vez le preguntó a su padre hasta cuándo iban a prolongarse los contactos sexuales «y que no quería continuar», molestándole que su padre no le diera importancia a lo que le decía.

En todo caso, explicó que «no tenía conciencia» de que su padre la penetrara, que no sospechó que estuviese embarazada y que cuando el ginecólogo le dijo que estaba de seis meses, optó por el silencio «por miedo a que tuviera que volver a vivir con su madre y que su padre pudiera entrar en prisión».

El fallo considera al procesado responsable de un delito continuado de abuso sexual cometido sobre menor de 16 años, por el que le impone la pena de doce años de prisión y la prohibición de aproximarse a su hija a menos de 300 metros durante 15 años.

Además, acuerda otros 5 años de libertad vigilada, a contabilizar tras su salida de prisión, y le priva de la patria potestad respecto a sus dos hijos durante cinco años.

Por último, el tribunal establece que el procesado deberá indemnizar a su hija con el pago de 50.000 euros en concepto de reparación de los daños y perjuicios sufridos en una sentencia recurrible en apelación ante la sala de lo Civil y lo Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJCV) en el plazo de diez días.

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Sucesos

A prisión el exconvicto detenido por el asesinato del hotelero de Bocairent, cuyo cuerpo sigue sin aparecer

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Desaparecido empresario Bocairent

Antonio C. B. niega los hechos, pero las pruebas apuntan a él como autor del crimen de Enrique G. P., de 77 años, cuyo cuerpo sigue sin aparecer

El Juzgado de Instrucción nº 4 de Ontinyent, en funciones de guardia, ha ordenado este domingo el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de Antonio C. B., exconvicto por homicidio, tras su detención como presunto autor del asesinato del empresario hotelero Enrique G. P., desaparecido desde finales de mayo en Bocairent (Valencia).


Pruebas clave y antecedentes del sospechoso

Antonio C. B., de 42 años y natural de Ontinyent, fue arrestado el viernes en una caseta propiedad de sus padres, donde residía desde hacía años. El arresto se produjo tras la llegada de resultados forenses que confirmaban la presencia de ADN y restos de sangre compatibles con la víctima, tanto en el hotel rural San Isidro —propiedad del desaparecido— como en uno de sus vehículos.

El detenido tiene un historial criminal relevante: fue condenado en 2008 a 10 años de prisión por el asesinato de un joven empresario en Muro (el Comtat), crimen cometido mientras ambos consumían alcohol y veían pornografía. Cumplió íntegramente la condena.


Un crimen en el hotel rural San Isidro

La desaparición del empresario Enrique G. P., de 77 años, fue denunciada por su hija el 31 de mayo. Desde entonces, la Guardia Civil ha centrado sus investigaciones en el hotel rural San Isidro, cerrado desde hace dos años, donde Enrique pasaba tiempo para evitar su ocupación ilegal.

El 4 de mayo, Enrique sorprendió a un okupa en el hotel. Su coche, un Opel Astra, fue robado esa misma jornada y continúa desaparecido. Las primeras sospechas recayeron sobre Antonio C. B., quien había trabajado anteriormente como camarero y encargado de mantenimiento en el establecimiento.


Sangre, ADN y desaparición: pruebas del crimen

Durante el registro del hotel, los agentes hallaron restos de sangre en una pared y en un sofá del salón, así como las gafas personales y el teléfono móvil del hotelero, que estaba apagado, impidiendo su geolocalización.

Días después, apareció un Volkswagen Golf azul oscuro, segundo coche de la víctima, cerrado y aparcado en Bocairent. En su maletero se hallaron salpicaduras de sangre que están siendo analizadas. Todo apunta a que en ese vehículo pudo ser transportado el cuerpo de Enrique tras el crimen.


Detención y negativa a colaborar

Antonio C. B. fue interrogado por el Grupo de Homicidios de la Guardia Civil pero se negó a declarar ante los agentes, y este domingo solo respondió a las preguntas de su abogado, negando cualquier implicación y afirmando desconocer el paradero de Enrique, pese a los indicios abrumadores en su contra.

Durante su traslado a la prisión de Picassent, mostró una actitud violenta: intentó agredir, insultó y amenazó a un reportero gráfico. Su comportamiento ha sido descrito por fuentes cercanas como «chulesco y desafiante», sin mostrar señales de arrepentimiento ni intención de cooperar.


Un rompecabezas sin resolver: ¿dónde está el cuerpo?

La localización del cadáver de Enrique G. P. es ahora la máxima prioridad para la Guardia Civil. El silencio del detenido mantiene en vilo a la familia, que esperaba una confesión. Su viuda e hijos siguen sin respuestas, a la espera de poder recuperar el cuerpo para despedirse.

Todo apunta a que Enrique fue asesinado el 28 de mayo a primera hora, y su cadáver trasladado en el maletero del Golf. El coche fue visto circulando de forma temeraria en Banyeres, pero la Policía Local no logró interceptarlo.

 

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