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Las empresas químicas valencianas alertan ante la subida de los costes de las materias primas

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Las empresas químicas valencianas alertan ante la subida de los costes de las materias primas

La Asociación Química y Medioambiental del Sector Químico de la Comunidad Valenciana (QUIMACOVA) ha celebrado este viernes el primero de los Desayunos QUIMACOVA donde se ha reflexionado sobre la evolución e impacto de la subida de costes de las materias primas al sector. Al encuentro han acudido más de una veintena de directivos de distintas empresas del sector químico valenciano quienes han manifestado su preocupación ante esta situación.

La jornada ha contado con la ponencia de Juan Grima, socio del despacho de abogados Cuatrecasas, quien ha desarrollado las consecuencias legales que puede tener para los proveedores incumplir los contratos por esta subida de costes.

Las empresas químicas valencianas alertan ante la subida de los costes de las materias primas

Grima ha trasladado varias recomendaciones para una buena praxis legal en estas situaciones y ha recordado los remedios jurídicos existentes frente a situaciones imprevisibles de incrementos muy gravosos de los costes de las materias primas o en escenarios de fuerza mayor que hagan imposible cumplir los compromisos contractuales. “En la situación actual, con acontecimientos como el COVID19 y la guerra de Ucrania, los contratos debieran anticiparse y contemplar ya estas situaciones y, en la medida de lo posible, incorporar cláusulas de protección, aunque no siempre será posible en las negociaciones con terceros”.

Al primer Desayuno QUIMACOVA también ha asistido el presidente de la asociación, Miguel Burdeos, quien ha celebrado la inauguración de este foro: “Con la puesta en marcha de estos desayunos de trabajo, desde QUIMACOVA buscamos generar un foro de debate para nuestros asociados que sirva para compartir experiencias, casos de éxitos o inquietudes que afecten a nuestro sector”.

Así, y con la voluntad de aglutinar las necesidades del sector, los Desayunos QUIMACOVA se perfilan como un espacio de networking para los directivos de las empresas del sector químico de la Comunidad Valenciana. Todo ello con el objetivo de compartir a nivel estratégico diversas materias que están preocupando, y que preocuparán en los próximos meses a las compañías químicas.

Los próximos encuentros versarán sobre la descarbonización, en el mes de julio, la economía circular, en octubre, y las adquisiciones y fusiones en el mes de diciembre.

Sobre QUIMACOVA

La Asociación Química y Medioambiental del Sector Químico de la Comunidad Valenciana (QUIMACOVA) está formada por más de 200 empresas del sector químico en nuestra región. La entidad busca fomentar el asociacionismo sectorial para promover la competitividad de las empresas químicas, ser la patronal de referencia en el mercado y tener una gran participación en las decisiones que les afectan en el ámbito legislativo, económico y social.

Las empresas representadas por QUIMACOVA suponen el 85% de la facturación total del sector en la Comunidad Valenciana, aglutinan el 70% del empleo y más del 70% de ellas invierten en I+D+i.

QUIMACOVA pertenece a la Federación Empresarial de la Industria Química Española (FEIQUE) y de la Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV).

El sector químico cuenta con una cifra de negocio de más de 5.300 millones de euros anuales en la Comunidad Valenciana y aporta en la actualidad el 11’6% del PIB autonómico a través de la actividad generada por sus más de 600 empresas censadas y sus más de 15.000 empleos directos.

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El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio

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El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio
El secreto que no sale en la carta: el mobiliario de hostelería del que depende tu negocio

En un bar o restaurante, la experiencia del cliente empieza mucho antes de probar la comida. El primer sorbo de una visita ocurre con los ojos, con los sentidos atentos al ambiente y con las sensaciones iniciales que determinan si ese lugar invita a quedarse… o a marcharse. Aunque pocas veces se menciona, el éxito de un negocio de hostelería no solo se cocina en los fogones: se sienta en las sillas, se apoya en las mesas y descansa en un espacio bien pensado.

En esta línea de contexto, empresas especializadas como Rula Mobiliario de Hostelería se han convertido en un aliado silencioso para quienes saben que el mobiliario de hostelería tiene tanto impacto en la rentabilidad como la mejor receta. El cliente elige con los ojos, y si el entorno no conquista a primera vista, la carta tendrá muy difícil hablar por sí sola.

Lo primero que se aprecia sin mirar el menú

Antes de que el camarero se acerque a la mesa, antes incluso de abrir la carta, el cliente ya ha formado una opinión. La primera impresión es determinante en la hostelería, y esa impresión nace del diseño del espacio, de la distribución y de la identidad que transmite cada elemento. Un buen mobiliario comunica sin palabras: invita, seduce y acompaña.

Cada negocio tiene una personalidad propia. Un bar que respira tradición necesita sillas y mesas que respeten su esencia, mientras que un restaurante moderno pedirá líneas limpias, colores cuidados y materiales actuales. El mobiliario define el carácter del lugar, incluso cuando el chef es el protagonista principal.

Sentarse cómodo, sentirse a gusto, sentir que ese espacio está hecho para disfrutar es el primer paso para que el cliente se quede. Si el lugar no enamora al entrar, es muy probable que tampoco enamore al pagar.

Cuando la silla decide si el cliente se queda o se va

Hay una verdad incómoda en la hostelería: una mala silla puede arruinar una buena comida. La comodidad es uno de los factores más subestimados en este sector, pero también uno de los más determinantes si hablamos de tiempo de permanencia, consumo adicional y fidelidad del cliente.

Un taburete inestable en una barra hace que el cliente no repita. Una silla incómoda en un restaurante puede recortar la sobremesa y, con ella, el beneficio extra de una bebida más, un postre o un café. El mobiliario no es un accesorio: es una herramienta de negocio.

Además, no es lo mismo equipar un bar que un restaurante. En el bar se busca dinamismo; en el restaurante, permanencia. El mobiliario marca ese ritmo, y elegirlo sin criterio es como cocinar sin probar la comida: arriesgarse a decepcionar sin necesidad.

La pregunta clave debería ser: ¿Invita mi local a quedarse… o a irse rápido?

Diseñar para vender más: estética que también convierte

La decoración no es un capricho: es estrategia. Un entorno atractivo genera más fotografías, más recomendaciones y más retorno. En un mundo en el que Instagram puede convertir un local en tendencia, el mobiliario es marketing visual sin coste publicitario continuo.

La estética influye en la percepción del precio: un espacio cuidado justifica mejor un ticket medio más alto. Y también influye en la repetición: la gente vuelve a los sitios donde se siente bien y donde quiere ser vista.

Aquí, es donde contar con especialistas como Rula Mobiliario se traduce en decisiones inteligentes: asesoramiento para combinar funcionalidad y diseño, materiales resistentes, opciones para interior y terraza, y soluciones que responden a la realidad diaria del sector. Porque el mobiliario trabaja tanto como el personal de la sala y la cocina.

Una inversión que se nota en el día a día

No es solo cuestión de estética: la durabilidad define la rentabilidad. Mesas que se rompen antes de tiempo, sillas que cojean, mobiliario que se oxida al poco tiempo en una terraza… Son errores que se pagan cada día con malas experiencias y gastos innecesarios.

Elegir mobiliario profesional para hostelería significa:

  • Resistencia al uso intensivo
  • Mantenimiento sencillo
  • Estabilidad y seguridad

Si una mesa se tambalea, si una silla chirría, el cliente lo nota. Aunque no diga nada, su opinión ya ha cambiado. Y en la hostelería, una mala sensación puede costar una reseña negativa… o la pérdida definitiva de una visita.

El mobiliario adecuado aguanta el ritmo del negocio: desde el desayuno del lunes, hasta la cena del sábado a desbordar. Por eso, quienes triunfan en el sector saben que toda inversión inteligente se recupera en satisfacción y clientes fieles.

El mobiliario es parte de la experiencia que el cliente recuerda

El éxito de muchos locales está en entender que los clientes no solo compran comida: compran momentos. Y esos momentos se apoyan en sensaciones. La silla, la mesa, el entorno y el confort son parte del producto, aunque no aparezcan escritos en la carta.

El cliente puede olvidar el nombre de un plato, pero recordará:

  • Si estuvo cómodo
  • Si el ambiente era agradable
  • Si el local tenía personalidad

Y ese recuerdo hará que un día cualquiera, decida volver. Porque volver a un bar o restaurante no es una decisión racional: es emocional. Y esa emoción la construye el local desde que el cliente cruza la puerta. El mobiliario no es un elemento secundario:
es el escenario donde todo ocurre.

Convertir un espacio en un lugar especial: el verdadero secreto

El sector hostelero está lleno de competencia. Solo algunos negocios consiguen convertirse en sitios de referencia, en puntos de reunión donde todo el mundo quiere estar. ¿Cuál es su secreto? Crear lugares con alma.

Un buen mobiliario para hostelería ayuda a que el cliente sienta que ese espacio le pertenece, que quiere invitar a otros a conocerlo, que quiere repetir. La combinación perfecta entre diseño, comodidad y durabilidad mejora la experiencia, impulsa el negocio y construye comunidad.

Y aunque no aparezca en el menú, aunque nadie lo señale durante el servicio, el mobiliario es una parte clave del éxito. Es el ingrediente invisible que hace que un local tenga vida, tenga identidad y tenga futuro.

 

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