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Nobel de Medicina para Katalin Karikó y Drew Weissman por conseguir la vacuna de ARNm contra la COVID-19

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Nobel de Medicina 2023 vacuna COVID
La bioquímica Katalin Karikó y el inmunólogo Drew Weissman han sido los galardonados con el Nobel de Medicina 2023. / Alex Gardner/ UPenn

El Nobel de Medicina 2023 es para Katalin Karikó y Drew Weissman por sus contribuciones a las vacunas ARNm contra la covid-19. La Asamblea Nobel del Instituto Karolinska ha concedido el Premio Nobel de Medicina a la bioquímica de origen húngaro y al inmunólogo estadounidense, por sus descubrimientos sobre las modificaciones de las bases de nucleósidos, que hicieron posible el desarrollo rápido de las vacunas ARNm contra el coronavirus.

El jurado de los Nobel de este año ha considerado que los descubrimientos de los dos premiados con el Nobel de Fisiología o Medicina 2023 “han sido fundamentales para desarrollar vacunas eficaces de ARNm contra la covid-19 durante la pandemia que comenzó a principios de 2020”.

“Los revolucionarios descubrimientos de la bioquímica Katalin Karikó (Szolnok, Hungría 1955) y el inmunólogo Drew Weissman (Lexington, EE UU, 1959) han cambiado radicalmente nuestra comprensión del modo en que el ARNm interactúa con nuestro sistema inmunitario”, señala el comunicado de los Premios Nobel.

“Los galardonados contribuyeron al ritmo sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas para la salud humana de los tiempos modernos”, según el jurado

Los galardonados, ambos investigadores de la Universidad de Pensilvania (EE UU),“contribuyeron al ritmo sin precedentes de desarrollo de vacunas durante una de las mayores amenazas para la salud humana de los tiempos modernos”, añaden estas fuentes.

Karikó y Weissman ya fueron ganadores del Premio Princesa de Asturias de Investigación (2021) y del Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Biología y Biomedicina (2022), donde también se reconoció su aportación al desarrollo de vacunas contra el coronavirus

Vacunas antes de la pandemia

La vacunación estimula la formación de una respuesta inmunitaria frente a un agente patógeno concreto. Esto da al cuerpo una ventaja en la lucha contra la enfermedad en caso de una exposición posterior. Desde hace tiempo existen vacunas basadas en virus muertos o debilitados, como las de la poliomielitis, el sarampión y la fiebre amarilla. En 1951, Max Theiler recibió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina por desarrollar la vacuna contra la fiebre amarilla.

Gracias a los avances de la biología molecular en las últimas décadas, se han desarrollado vacunas basadas en componentes virales individuales, en lugar de virus enteros. Partes del código genético viral, que suelen codificar proteínas que se encuentran en la superficie del virus, se utilizan para fabricar proteínas que estimulan la formación de anticuerpos bloqueadores del virus.

Ejemplos de ello son las vacunas contra el virus de la hepatitis B y el virus del papiloma humano. Otra posibilidad es trasladar partes del código genético viral a un virus portador inofensivo, un ‘vector’. Este método se utiliza en las vacunas contra el virus del Ébola. Cuando se inyectan vacunas vectoriales, la proteína vírica seleccionada se produce en nuestras células, estimulando una respuesta inmunitaria contra el virus objetivo.

Métodos de producción de vacunas antes de la pandemia de la covid-19. / © The Nobel Committee for Physiology or Medicin. / Mattias Karlén

ARNm: una idea prometedora

En nuestras células, la información genética codificada en el ADN se transfiere al ARN mensajero (ARNm), que se utiliza como molde para la producción de proteínas. En la década de 1980 se introdujeron métodos eficaces de producción de ARNm sin cultivo celular, denominados transcripción in vitro.

Este paso decisivo aceleró el desarrollo de las aplicaciones de la biología molecular en varios campos. También despegaron las ideas de utilizar las tecnologías de ARNm para vacunas y fines terapéuticos, pero aún quedaban obstáculos por superar.

El ARNm transcrito in vitro se consideraba inestable y difícil de administrar, lo que exigía el desarrollo de sofisticados sistemas lipídicos portadores para encapsular el ARNm. Además, provocaba reacciones inflamatorias. Por tanto, el entusiasmo por desarrollar la tecnología del ARNm con fines clínicos fue inicialmente limitado.

El gran avance de la vacuna ARNm contra la COVID

Karikó y Weissman observaron que las células dendríticas reconocen el ARNm transcrito in vitro como una sustancia extraña, lo que provoca su activación y la liberación de moléculas de señalización inflamatoria.

Se preguntaron por qué este ARNm era reconocido como extraño mientras que el procedente de células de mamífero no daba lugar a la misma reacción. Ambos investigadores se dieron cuenta de que algunas propiedades críticas debían distinguir los distintos tipos de ARN mensajero.

El ARN contiene cuatro bases, abreviadas A, U, G y C, que corresponden a A, T, G y C en el ADN, las letras del código genético. Karikó y Weissman sabían que las bases del ARN de células de mamíferos suelen estar químicamente modificadas, mientras que el ARNm transcrito in vitro no lo está.

Entonces, se cuestionaron si la ausencia de bases alteradas en el ARN transcrito in vitro podría explicar la reacción inflamatoria no deseada. Para investigarlo, produjeron diferentes variantes de ARNm, cada una con alteraciones químicas únicas en sus bases, que administraron a células dendríticas.

Resultados sorprendentes de la vacuna

Los resultados fueron sorprendentes: la respuesta inflamatoria casi desaparecía cuando se incluían modificaciones en las bases del ARNm. Esto supuso un cambio de paradigma en nuestra comprensión de cómo las células reconocen y responden a diferentes formas de ARNm.

Karikó y Weissman comprendieron de inmediato que su descubrimiento tenía un profundo significado para el uso del ARNm como terapia. Estos resultados fundamentales se publicaron en 2005, quince años antes de la pandemia del coronavirus.

En estudios posteriores publicados en 2008 y 2010, los dos investigadores demostraron que la administración de ARNm generado con modificaciones de bases aumentaba notablemente la producción de proteínas en comparación con el ARNm no modificado. El efecto se debía a la menor activación de una enzima que regula la producción de proteínas. Gracias a sus descubrimientos de que las modificaciones de las bases reducían las respuestas inflamatorias y aumentaban la producción de proteínas, Karikó y Weissman habían eliminado obstáculos críticos en el camino hacia las aplicaciones clínicas del ARNm.

El ARNm contiene cuatro bases diferentes abreviadas: A, U, G y C. Los galardonados descubrieron que el ARNm con bases modificadas puede utilizarse para bloquear la activación de reacciones inflamatorias (secreción de moléculas señalizadoras) y aumentar la producción de proteínas cuando el ARNm se administra a las células. / © Comité Nobel de Fisiología o Medicina. / Mattias Karlén

El verdadero potencial de las vacunas ARNm

El interés por la tecnología del ARNm empezó a repuntar y, en 2010, varias empresas trabajaban en el desarrollo del método. Se buscaban vacunas contra el virus del Zika y el MERS-CoV; este último está estrechamente relacionado con el SARS-CoV-2.

Tras el brote de la covid-19, se desarrollaron en tiempo récord dos vacunas de ARNm modificado con bases que codificaban la proteína de superficie del SARS-CoV-2. Se notificaron efectos protectores de cerca del 95 %

Tras el brote de la pandemia de covid-19, se desarrollaron a una velocidad récord dos vacunas de ARNm modificado con bases que codificaban la proteína de superficie del SARS-CoV-2. Se notificaron efectos protectores de alrededor del 95 %, y ambas vacunas fueron aprobadas ya en diciembre de 2020.

La impresionante flexibilidad y rapidez con que pueden desarrollarse las vacunas de ARNm allanan el camino para utilizar la nueva plataforma también para vacunas contra otras enfermedades infecciosas. En el futuro, la tecnología también podrá utilizarse para administrar proteínas terapéuticas y tratar algunos tipos de cáncer.

Fuente: Nobel Prize
Derechos: Creative Commons.

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Comunicado del Palacio de Buckingham sobre el rey Carlos III

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Carlos III cáncer
Foto: CASA REAL BRITÁNICA-Samir Hussein

El rey de Inglaterra, Carlos III, regresará el próximo martes 30 de abril a sus compromisos públicos tras un “periodo de tratamiento y recuperación” por el cáncer que padece, según informó este viernes el palacio de Buckingham.

En un comunicado, el palacio indica que el rey y la reina Camila realizarán ese día una visita conjunta a un centro de tratamiento contra el cáncer, donde se reunirán con especialistas médicos y pacientes.

Esa será, según apunta la nota, la primera visita de una serie de “compromisos externos” que acometerá el monarca en las próximas semanas.

El comunicado revela además que Carlos III y su esposa recibirán a los emperadores de Japón, que vendrán al Reino Unido el próximo junio en una visita de Estado.

Comunicado íntegro:

«El programa de tratamiento de Su Majestad continuará, pero los médicos están lo suficientemente satisfechos con el progreso realizado hasta ahora que el rey puede reanudar una serie de tareas de cara al público.

«Su majestad se siente muy alentado por reanudar algunas tareas de cara al público y muy agradecido con su equipo médico por su continuo cuidado y experiencia»

Sale a la luz el mensaje oculto del comunicado sobre el cáncer de Carlos III

Este lunes 5 de febrero, a media tarde, Buckingham Palace hacía pública una noticia que paralizaba Reino Unido: el rey Carlos III padece cáncer. El diagnóstico se produjo en una intervención de próstata en la que se detectó este tumor, del que han preferido no dar más detalles. Y la familia real británica, que atraviesa uno de sus peores momentos en lo personal, se ha volcado ante la delicada situación del monarca.

Según han confirmado los medios ingleses, fue el propio Carlos III el que se encargó de comunicar su situación a sus dos hijos. A su heredero, el príncipe Guillermo, pudo contárselo personalmente. De hecho será él, a pesar de la convalecencia de su mujer, Kate Middleton, quien tendrá que repartirse las funciones de su padre junto a la reina Camila. El príncipe Harry, sin embargo, tuvo que enterarse por vía telefónica, ya que reside en Los Ángeles junto a Meghan Markle y sus dos hijos, Archie y Lilibeth.

El mensaje oculto del comunicado

Tras dar la noticia a sus hijos y allegados se decidió hacer un comunicado oficial desde Buckingham Palace, un texto en el que se confirmaba la enfermedad del monarca y que además iba acompañado de una foto de Carlos III, algo completamente inusual en los comunicados.

Una fotografía inédita que fue realizada por Samir Hussein, al que se le cita como autor de la misma en la publicación de palacio en redes sociales, y en la que se ve al rey de Inglaterra de pie, con un traje azul marino frente a uno de los ventanales del palacio.Pero, ¿por qué se adjunto esta instantánea? Según Jennie Bond, excorresponsal de la monarquía británica de la BBC, en declaraciones para Sky News, uno de los medios que más seguimiento está dando a la noticia. «Esto fue cuidadosamente coreografiado. Y probablemente se hizo ayer. Es un intento deliberado del rey y de Palacio de mostrar que está bien, que no debemos preocuparnos demasiado», ha asegurado.

Comunicado de la CASA REAL BRITÁNICA

¿Por qué no se ha dicho qué cáncer padece?

El comunicado que informaba de la situación de Carlos III, no dio detalles del cáncer que padece ni en el estado en el que está. Según la que fue asesora de comunicación del monarca entre 2009 y 2016, esta decisión de no dar más detalles sobre su situación es una forma de huir de la especulación. «En cuanto se sabe qué tipo de cáncer es, todo el mundo empieza a buscarlo, la gente empieza a buscar en Google y dicen: ‘Conozco a alguien y le pasó esto, esto es lo que va a pasar», ha explicado en una entrevista para ITV.

Carlos III, diagnosticado de cáncer

El rey Carlos III, de 75 años, ha sido diagnosticado de cáncer, tal y como de anunciar el Palacio de Buckingham en un comunicado oficial.

“Durante el reciente procedimiento hospitalario de el rey por un agrandamiento benigno de la próstata, se observó otro asunto de preocupación”, según el comunicado enviado por correo electrónico. “Las pruebas de diagnóstico posteriores han identificado una forma de cáncer”.

Carlos III cáncer

Carlos III, en su primer discurso de Navidad como rey. CASA REAL BRITÁNICA

«El Rey permanece positivo con su tratamiento y espera volver a sus compromisos públicos lo antes posible», ha comunicado el Palacio de Buckingham.

El palacio de Buckingham no ha especificado qué tipo de cáncer padece el monarca, ni en qué etapa se encuentra.

El monarca de 75 años ha regresado a Londres desde Sandringham, una de sus residencias, para comenzar el tratamiento de inmediato. Este nuevo diagnóstico no está relacionado con su reciente cirugía y no es cáncer de próstata, pero los médicos lo detectaron cuando se sometió a su procedimiento médico por agrandamiento de la próstata el pasado 26 de enero.

Comunicado íntegro de Buckingham Palace

Durante la reciente estancia en el hospital del Rey para un procedimiento benigno de agrandamiento de próstata, se encontró algo que despertó preocupación. Tras las pruebas de diagnóstico pertinentes se ha identificado una forma de cancer. Su Majestad ha comenzado hoy sus tratamientos regulares y durante este tiempo sus doctores le han recomendado posponer sus actos públicos. A lo largo de este periodo, Su Majestad continuará llevando a cabo tareas de Estado y su trabajo de oficina como siempre. 

El Rey está agradecido a su equipo médico por su rápida intervención lo que ha sido posible gracias al procedimiento al que ha sido sometido recientemente. Se mantiene completamente positivo sobre su tratamiento y espera volver a las funciones públicas lo más pronto posible. Su Majestad el Rey ha querido compartir su diagnóstico para evitar cualquier tipo de especulación y con lo esperanza de que pueda ayudar a todos los que padecen cáncer en el mundo.

Quién es quién en la línea de sucesión de Carlos III


Carlos III fue se convirtió en el monarca más longevo en acceder al trono, con 73 años. S
u primogénito Guillermo, el príncipe de Gales, ocupa el primer lugar en la línea de sucesión, seguido de sus tres hijos y de su hermano Enrique, el duque de Sussex. La lista oficial publicada por la casa real británica en su página web incluye hasta 23 personas de la familia Windsor en esa línea de sucesión.

El rey Carlos III

Carlos de Inglaterra (1948), coronado ahora como Carlos III, es el primogénito de Isabel II, cuyo reinado acabó por ser el más largo en toda la historia de la monarquía británica, lo que explica el tardío acceso al trono de su hijo.

Casado en 1981 con Diana Spencer, una joven noble -hija de un conde-, tuvo con ella a sus dos hijos, Guillermo y Enrique, aunque el matrimonio acabó en fracaso: se divorciaron en 1996 después de años de infidelidades y escándalos. Apenas un año después, el 31 de agosto de 1997, Diana murió en un accidente de coche en París, cuando trataba de huir de la prensa del corazón.

En 2005, Carlos contrajo segundas nupcias con Camila Parker Bowles, el amor de su juventud, que había seguido siendo su amante durante su matrimonio con Diana. Con la coronación, Camila deja ahora de ser reina consorte para ostentar el título de reina.

1. Guillermo de Gales

El príncipe Guillermo (1982) es el mayor de los hijos del rey Carlos y la princesa Diana, por lo que desde hace ocho meses es el primero en la línea de sucesión del trono británico. Como tal, ostenta el título de príncipe de Gales, además del de duque de Cambridge y duque de Cornualles, entre otros.

Guillermo se casó en 2011 con Kate Middleton, ahora princesa de Gales, a quien conoció cuando estudiaba en la universidad de Saint Andrews, y con quien ha tenido tres hijos, que le siguen en la línea de sucesión.

Educado desde su nacimiento para ser rey en el futuro, su relevancia en la actividad de la familia real británica ha ido creciendo, con un perfil reconocible en su compromiso contra el cambio climático, entre otras causas. Su vida familiar, en cualquier caso, le ha mantenido siempre bajo los focos, desde el giro trágico que suspuso el fallecimiento de su madre, cuando era un adolescente de 15 años, hasta sus recientes discrepancias con su hermano Enrique, que han prvocado el distanciamento entre ambos después de que este y su mujer, Meghan Markle, abandonaran la familia real.

2. Jorge de Gales

El príncipe Jorge (2013), primogénito de los príncipes de Gales, ocupa desde la muerte de su bisabuela Isabel II el segundo puesto en la línea de sucesión en el trono británico. Con tratamiento de alteza real desde su nacimiento, empieza ya a recorrer el camino que emprendió su padre para llegar a encabezar en el futuro a la monarquía británica.

3. Carlota de Gales

La princesa Carlota (2015), segunda hija de los príncipes de Gales, es la primera mujer en la línea de sucesión, ocupando el tercer lugar. En este sentido, no se ha visto desplazada en esta prelación por su hermano menor, ya que la legislación británica suprimió en 2013 la preeminencia que hasta entonces se daba a la línea masculina.

4. Luis de Gales

El príncipe Luis (2018) es el tercer hijo del príncipe Guillermo y la princesa Catalina, el segundo varón. Ocupa el cuarto lugar en la línea sucesoria de la monarquía británica.

5. Enrique de Sussex

El príncipe Enrique (1984), segundo hijo de Carlos y Diana, es el quinto heredero del trono británico. Fue nombrado por su abuela, la reina Isabel II, duque de Sussex con motivo de su matrimonio con la actriz estadounidense Meghan Markle, con quien ha tenido dos hijos, que le siguen en la línea de sucesión.

Desde abril de 2020, el matrimonio ha renunciado al tratamiento de alteza real y al sustento financiero de la corona para ser económicamente independientes, al tiempo que abandonaban las funciones de representación reales. Fue la culminación de un distanciamiento que se había iniciado dos años antes, cuando decidieron establecerse en Estados Unidos, después de que la duquesa -de ascendencia afroamericana por parte de madre- aireara en una entrevista en televisión que un miembro de la familia real había cuestionado el color de la piel del primer hijo de la pareja.

Como resultado, su presencia en Reino Unido se ha reducido al mínimo y Enrique, que en su primera juventud fue un habitual de los tabloides -protagonizó portadas disfrazado de nazi o desnudo en un hotel de Las Vegas-, ahora trabaja para una empresa tecnológica de San Francisco.

6. Archie de Sussex

El hijo mayor de los duques de Sussex, Archie Harrison (2019) es el sexto en la línea de sucesión. Los duques de Sussex optaron por no otorgarle ningún título al nacer -ya que podría utilizar el segundo de su padre, conde de Dumbarton, de forma subsidiaria- para que creciera como un ciudadano más, con el único tratamiento de master y el apellido Mountbatten-Windsor.

Sin embargo, con la muerte de Isabel II y el ascenso al trono de Carlos III, accedió al título de príncipe y puede usar el tratamiento de alteza real, sin que sus padres hayan aclarado si lo hará. Por el momento, la lista oficial de herederos de la casa real británica lo mantiene como «príncipe».

7. Lilibet de Sussex

La hija menor de los duques de Sussex, Lilibet Diana, ocupa el séptimo lugar en la línea de sucesión, siendo la segunda mujer, tras su prima Carlota de Gales. Al igual que su hermano, tras el ascenso al trono de Carlos III açccedió al título de princesa con tratamiento de alteza real, y como tal aparece en la lista oficial de herederos, pero sus padres han sugerido que no lo utilizará más allá de actos oficiales.

8. Andrés de York

El príncipe Andrés (1960), segundo hijo varón de Isabel II y hermano del rey Carlos III, ocupó el segundo puesto en la línea de sucesión hasta el nacimiento de su sobrino, el príncipe Guillermo, en 1982, si bien los sucesivos hijos y nietos del rey le han ido desplazando y ahora es el octavo heredero a la corona.

Considerado el favorito de los hijos de Isabel II -fue el primero que tuvo siendo ya reina-, en 1980 se casó con la aristócrata Sarah Ferguson y ambos fueron nombrados duques de York. El matrimonio tuvo dos hijos, que siguen a Andrés en la línea sucesoria, pero acabó en divorcio tras una serie de infidelidades puntualmente aireadas por los tabloides.

El mayor escándalo, sin embargo, le alcanzaría en 2014, por su amistad con el financiero estadounidense Jeffrey Epstein y las investigaciones contra este por abusos sexuales: una de sus víctimas, Virginia Giuffre, denunció al príncipe por presuntamente haber abusado de ella hasta en tres ocasiones cuando era menor de edad. El pleito se cerró con un acuerdo económico, pero Isabel II ya le había despojado de todos los honores militares y los mecenazgos reales. Desde entonces, su actividad pública para la familia real se ha reducido al mínimo.

9. Beatriz de York

La princesa Beatriz (1988), hija primogénita de Andrés, ocupa el noveno lugar en la línea de sucesión, por detrás de su padre. Fue la primera princesa nacida en la familia real británica en casi cuatro décadas, desde el alumbramiento de la princesa Ana, la segunda hija de la reina Isabel.

Criada libre de compromisos reales, se casó en julio de 2020 -después de que su enlace se cancelara a causa de la pandemia de coronavirus-, con el noble italiano Edoardo Mapelli Mozzi, con quien ha tenido una hija que le sigue en la línea de sucesión.

10. Sienna Elizabeth Mapelli Mozzi

Nacida en septiembre de 2021, fue la duodécima bisnieta que conoció la reina Isabel II -a la que alude su segundo nombre- y actualmente ocupa el décimo puesto en la línea de sucesión a la corona. Tiene un hermanastro, Christopher Woolf, hijo de una anterior relación de Edoardo Mapelli con la arquitecta americana Dara Huang.

A partir del décimo lugar, la línea sucesoria continúa de la siguiente manera, hasta alcanzar los 23 herederos oficiales:

11. Princesa Eugenia de York, segunda hija del duque de York.

12. August Brooksbank, hijo de la princesa Eugenia.

13. Príncipe Eduardo, duque de Edimburgo, cuarto y último hijo de la reina Isabel II.

14. Jacobo Mountbatten-Windsor, conde de Wessex, hijo menor del príncipe Eduardo

15. Luisa Mountbatten-Windsor, hija mayor del príncipe Eduardo

16. Princesa Real Ana, segunda hija de la reina Isabel II

17. Peter Phillips, hijo mayor de la princesa Ana

18. Savanna Phillips, hija mayor de Peter Phillips

19. Isla Phillips, hija menor de Peter Phillips

20. Zara Tindall, hija menor de la princesa Ana

21. Mia Tindall, primera hija de Zara Tindall

22. Lena Tindall, segunda hija de Zara Tindall

23. Lucas Tindall, tercer hijo de Zara Tindall

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