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El síndrome del ‘corazón roto’

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El síndrome del ‘corazón roto’: Rupturas, pérdidas o disgustos graves PIXABAY

Una ruptura, la muerte de un ser querido o un disgusto grave son algunos de los desencadenantes del síndrome del ‘corazón roto’.

La miocardiopatía de Takotsubo, más conocida como síndrome del corazón roto, fue descrita por primera vez en los años 90 en Japón. El nombre proviene de Tako-Tsubo, una vasija, abombada y con el cuello estrecho, usada tradicionalmente entre los pescadores nipones para atrapar pulpos, que representa la forma que provoca en el órgano.

En realidad, el cuadro clínico se mimetiza con un síndrome coronario agudo, solo que no se encuentran lesiones en las arterias coronarias y tiene carácter reversible. En la mayoría de los casos está relacionado con situaciones de estrés físico o emocional, como la muerte de un ser querido, un diagnóstico médico negativo, problemas económicos, desastres naturales o una separación.

“En el momento agudo se tiene un infarto, con dolor de pecho y falta de aire”, explica a SINC José María Gámez, presidente de la Asociación de Cardiología Clínica de la Sociedad Española del Corazón (SEC). “Y hay daño celular, por tanto, puede provocar arritmias cardiacas. Otra cosa es cuando pasa esa fase; la inmensa mayoría recupera la fuerza del corazón en un plazo de dos semanas a dos meses”.

El síndrome del ‘corazón roto’

Aunque ya se sabía que un amplio porcentaje de las personas afectadas son mujeres posmenopáusicas, un nuevo estudio revela que los casos están creciendo en ellas. Publicado en el Journal of the American Heart Association (JAHA), el trabajo sugiere que a las de mediana y avanzada edad se les diagnostica con más frecuencia que a las más jóvenes o a los hombres de cualquier edad.

“Esta afección sigue siendo relativamente poco reconocida y, por tanto, poco diagnosticada”, afirma a SINC Susan Cheng, autora principal y directora del Instituto de Investigación sobre el Envejecimiento Saludable en el Instituto del Corazón Smidt en el Hospital Cedars-Sinai. “Parece estar aumentando especialmente en las mujeres de esta franja y es importante entender por qué sucede esto”.

Cheng y su equipo utilizaron datos hospitalarios recogidos de más de 135.000 mujeres y hombres de EE UU a los que se les diagnosticó síndrome de Takotsubo entre 2006 y 2017. La incidencia anual aumentó de forma constante en ambos sexos, siendo ellas las que más casos aportaron (83,3 %), especialmente las mayores de 50 años.

Por qué afecta más a las mujeres

Si bien confirman que las mujeres son diagnosticadas con mayor frecuencia que los hombres, los resultados también revelaron que los diagnósticos han aumentado al menos de seis a diez veces más rápidamente para las de 50 a 74 años que para cualquier otro grupo demográfico.

“Las tasas de diagnóstico están aumentando de forma desproporcionada con respecto a lo que cabría esperar, especialmente en ellas. Así que tenemos que atribuirlo al aumento de la incidencia”, añade la experta.

Para Cheng, la pregunta no es solo por qué las mujeres, sino por qué especialmente las de este grupo de edad. “Creemos que esto se debe probablemente a una combinación de factores. El corazón de las mujeres es más vulnerable a esta enfermedad por razones que aún no están del todo claras”, indica.

“La teoría es que las mujeres están protegidas durante la época fértil y hasta la llegada de la menopausia”, dice Gámez, que trabaja en el Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Son Llatzer. “En ese momento, la hormona predominante es el estradiol, con efectos muy beneficiosos sobre todo el sistema cardiovascular”. Pero con la llegada de la menopausia, esto cambia.

“Con relación al Takotsubo, al desaparecer dicha protección estarían más indefensas ante esa gran descarga de adrenalina, lo que podría provocar un cierre de las arterias coronarias”, apunta. “Esto es lo que podría trae todo el cuadro clínico, pero cuando hacemos las pruebas pertinentes no nos encontramos con lesiones”.

El efecto de la pandemia

La investigación también sugiere que esta rara afección se ha vuelto más común, y que la incidencia ha estado aumentando de manera constante desde mucho antes de la covid-19. “Aunque la pandemia ha planteado muchos retos y factores de estrés para las mujeres, el aumento de los diagnósticos de Takotsubo estaba creciendo mucho antes de la crisis sanitaria”, sostiene Cheng.

“Eso sí, se trata de un punto importante porque no hay duda de que los factores de estrés ambiental participan, dados los informes que estamos viendo de otros centros que han encontrado un aumento de las tasas de casos de síndrome de corazón roto desde 2020”, puntualiza.

Según un estudio de la Clínica Cleveland, publicado en el Journal of the American Medical Association, la incidencia de la enfermedad ha pasado de menos del 2 al 7,8 % durante la pandemia.

“Las familias están muy estresadas por la muerte de sus seres queridos y por la pérdida de trabajos y hogares”, comenta C. Noel Bairey Merz, director del Centro Cardiológico Femenino Barbra Streisand del Instituto del Corazón Smidt. “Esta mayor incidencia probablemente sea por el estrés que supuso la primera ola, que de alguna manera está afectando ahora”, insiste por su parte el especialista español.

Conexión entre cerebro y corazón

Los investigadores están estudiando ahora las implicaciones a largo plazo de un diagnóstico de Takotsubo, los marcadores moleculares de riesgo y los factores que pueden contribuir al aumento de las tasas de casos.

Como explica Cheng, este estudio valida aún más el papel vital que desempeña la conexión entre el corazón y el cerebro en la salud general, especialmente para las mujeres. “La propia existencia de este trastorno nos reafirma, como médicos y científicos, en la importancia de dicha unión”.

Aunque los profesionales entienden que la conexión entre el estrés y el riesgo de cardiopatía es muy importante, aún queda mucho por discernir y se necesita más trabajo para desentrañar los factores subyacentes del síndrome y otras condiciones dominadas por las mujeres.

“La relación cardiopatía-estrés no es nueva, y menos en mujeres, donde es un factor de riesgo claramente establecido”, apunta Gámez. “Otra cosa es que los propios médicos no le hagan demasiado caso. Pero se ha visto una clara correlación entre factores psicológicos, como el estrés y la ansiedad, y el desarrollo de angina de pecho en ellas. De hecho, en guías de prevención ya se establece como un factor de riesgo”.

Cómo mejorar la salud de los pacientes

Un estudio publicado el pasado septiembre por dos neurólogos japoneses analizó la optimización de los cuidados en este síndrome con un enfoque multidisciplinar. Para los autores, el primer paso para mejorar la atención es diagnosticarlo mediante pruebas cardíacas, indispensables asimismo para la gestión del tratamiento y la evaluación del pronóstico en las fases aguda y crónica del Takotsubo.

“Pero como los trastornos del sistema nervioso central suelen desencadenar este síndrome, igualmente es necesario un enfoque neurológico. Una medicación psiquiátrica adecuada puede reducir el riesgo de recurrencia”, escriben los autores.

Por último, los expertos recomiendan tomar precauciones para optimizar la salud del corazón, lo que incluye mantener un estilo de vida saludable y controlar cualquier factor de riesgo cardiovascular, como tensión arterial alta, colesterol o diabetes.

“También aconsejamos trabajar con los profesionales de la salud para encontrar formas de controlar el estrés, dado que ahora más que nunca muchas fuentes están fuera de nuestro control”, concluye Cheng.

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons

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Las 7 leyes del amor, por Enrique Rojas

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Las 7 leyes del amor Enrique Rojas
Enrique Rojas

El amor en una relación de pareja es un vínculo complejo que requiere cuidado, atención y compromiso. Se sustenta en una serie de principios y prácticas que fortalecen la conexión emocional y la estabilidad a largo plazo. Las 7 leyes del amor, según el prestigioso psiquiatra Enrique Rojas, consisten en cultivar el amor a través de pequeños gestos, evitar rescatar agravios pasados, mantener discusiones constructivas, desarrollar habilidades de comunicación efectiva, y cultivar una sexualidad positiva son elementos fundamentales para construir relaciones saludables y duraderas.

Además, el amor maduro se caracteriza por la combinación equilibrada de voluntad, inteligencia y sentimientos. Complementariamente, compartir una espiritualidad vivida añade profundidad y cohesión a la relación. Estas leyes exploran estos principios esenciales para nutrir y mantener un amor sólido y duradero en la vida de pareja.

Asistimos a la II Jornada de Inteligencia Emocional celebrada en Madrid, compartimos algunas reflexiones sobre la vida de boca del mejor psiquiatra de nuestro país, el Dr. Enrique Rojas.

El amor: «Los primeros modelos deben ser los padres»

Rojas recalca que «para estar bien con alguien, hay que estar bien con uno mismo». Otra de las bases nos lleva a nuestra infancia, al haber tenido modelos positivos en los primeros años de vida, ya que, según el experto «los primeros modelos deben ser los padres», por eso «uno ama como ha sido amado».

¿Enamorarse? Es encontrarse a sí mismo fuera de sí mismo, porque las pasiones nublan la inteligencia.

El psiquiatra asegura que «el amor tiene un alto porcentaje de artesanía psicológica. Es fácil enamorarse, pero es difícil mantenerse enamorado«.

¿Por qué se enamora uno? Para el experto, todo empieza por la atracción física, la cara, la belleza, pero a veces esa belleza externa no se acompaña de la interna. Hay que bajar a la bodega de la persona, remata. Enamorarse es idealizar a alguien, pero hay que verlo desde el patio de butacas.

«No hay amor sin cultura, ni formación. Cuando tienes cultura, vuelas alto. Las parejas que funcionan bien, discuten poco. Hay que poner las luces largas en la vida afectiva». Sigue, «lo más difícil es la convivencia. No existe el amor perfecto, hay que aspirar a un amor razonable«.

La felicidad

Son muchos los parámetros que influyen en nuestro corazón, quizás por eso para el psiquiatra, la felicidad consiste en tener buena salud y mala memoria, ser independiente de la gente, no tener miedo al que dirán, no buscar la aprobación de los demás y tener los pies en la tierra.

Enrique Rojas insiste en que «lo que te ayuda a crecer como persona son las derrotas. La felicidad consiste en vivir en armonía con uno mismo».

La voluntad

Para el doctor, «la voluntad es la llave multiuso, vale para todo. Es la joya de la corona de la conducta». Aunque, remarca que «la voluntad se educa».

Las 7 leyes del amor, por Enrique Rojas:

1. Cultivar el amor con pequeños gestos positivos es esencial.

Lo pequeño nunca es insignificante; al contrario, tiene un gran valor porque hace la vida más amable y llevadera. En la psicología moderna, esto se conoce como «intercambio de conductas gratificantes», fortaleciendo así el amor. Cuidar estos detalles ayuda a que el amor no tenga fecha de caducidad. Por el contrario, descuidar los aspectos pequeños en el amor conduce al abandono, lo cual eventualmente conduce a su ruina debido a la rutina.

2. Evitar rescatar antiguos agravios es crucial.

Es importante hacer todo lo posible para no traer al presente un repertorio de reproches, esos recuerdos negativos que pueden surgir en momentos de tensión y tener un efecto destructivo. Mantener estos recuerdos en un cajón cerrado con llave es fundamental. Controlar lo que decimos es esencial para controlarnos a nosotros mismos, ya que el autocontrol es fundamental. La felicidad, a menudo, es tener buena salud y mala memoria. Superar las heridas del pasado requiere una buena inteligencia emocional, y el perdón es clave para perfeccionar el amor.

3. Evitar discusiones innecesarias es clave para las parejas que funcionan bien.

Estas parejas han aprendido ciertas reglas que les permiten evitar debates infructuosos que no llevan a ninguna parte positiva. En estas discusiones, se suelen decir cosas hirientes que no son relevantes. Las fuertes discusiones rara vez revelan la verdad; más bien, suelen ser una forma de desahogo y catarsis que termina en una espiral de críticas y resentimiento.

4. Desarrollar habilidades de comunicación interpersonal es fundamental.

Aprender a dialogar con respeto y eficacia requiere dedicación. La comunicación verbal, no verbal y subliminal son elementos importantes que afectan nuestras relaciones. También es clave tener el don de la oportunidad para plantear problemas en el momento adecuado. El amor requiere una combinación armónica de razón y afectividad.

5. Tener una sexualidad positiva es esencial en una relación.

La sexualidad es el lenguaje del amor comprometido y requiere encontrar sus claves para que ambos disfruten de esta experiencia íntima. La sexualidad refleja muchos aspectos de la vida conyugal, incluida la capacidad para superar las dificultades y encontrar alegría en la vida familiar.

6. El amor maduro se compone de voluntad, inteligencia y sentimientos.

Es un acto de voluntad determinado a trabajar en el amor elegido, apoyado por la inteligencia para manejar la relación con sensatez y experiencia, manteniendo la frescura. Los sentimientos son parte del amor, pero también son moldeables; si se descuidan, pueden desvanecerse.

7. Compartir una espiritualidad vivida fortalece una pareja.

Une lo humano con lo divino, proporcionando una filosofía común y un sentido de vida que fortalece la unión ante los desafíos. La cultura y la espiritualidad son elementos esenciales que embellecen la existencia.

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