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Salud y Bienestar

Técnicas para dormir

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Técnicas para dormir
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Si tienes dificultades para conciliar el sueño o quieres mejorar la calidad de tu descanso, existen diversas técnicas y hábitos que pueden ayudarte a dormir mejor.

Algunas técnicas para promover un sueño más saludable:

  1. Establece una rutina de sueño:
    • Trata de acostarte y despertarte a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj biológico.
  2. Crea un ambiente propicio para el sueño:
    • Asegúrate de que tu dormitorio sea oscuro, tranquilo y fresco. Usa cortinas opacas y tapones para los oídos si es necesario.
  3. Evita la exposición a pantallas antes de acostarte:
    • La luz azul emitida por dispositivos electrónicos puede interferir con la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Trata de evitar el uso de teléfonos, tabletas y computadoras al menos una hora antes de acostarte.
  4. Limita la cafeína y el alcohol:
    • Evita consumir cafeína y alcohol antes de dormir, ya que pueden interferir con tu capacidad para conciliar el sueño y mantenerlo.
  5. Realiza ejercicio de manera regular:
    • El ejercicio regular puede ayudar a mejorar la calidad del sueño. Sin embargo, evita hacer ejercicio intenso cerca de la hora de dormir, ya que esto puede tener el efecto contrario.
  6. Practica la relajación:
    • Técnicas de relajación como la meditación, la respiración profunda o el yoga pueden ayudarte a aliviar el estrés y la ansiedad, lo que facilita el sueño.
  7. Evita las comidas pesadas antes de dormir:
    • Cena al menos dos o tres horas antes de acostarte para permitir una digestión adecuada. Las comidas pesadas justo antes de dormir pueden causar malestar y dificultar el sueño.
  8. Mantén un diario de sueño:
    • Llevar un registro de tus patrones de sueño puede ayudarte a identificar tendencias y posibles desencadenantes de problemas de sueño.
  9. Escoge una actividad relajante antes de acostarte:
    • Leer un libro, escuchar música suave o tomar un baño caliente pueden ayudarte a relajarte y prepararte para dormir.
  10. Consulta a un profesional:
    • Si tus problemas de sueño persisten o empeoran a pesar de seguir estas técnicas, es aconsejable hablar con un médico o un especialista en sueño para descartar posibles trastornos del sueño.

Recuerda que cada persona es diferente, por lo que es importante encontrar las técnicas que funcionen mejor para ti. La consistencia y la paciencia son clave para mejorar tus hábitos de sueño.

¿Por qué la gente tiene tantos problemas para conciliar el sueño?

La dificultad para conciliar el sueño, también conocida como insomnio, es un problema común que afecta a muchas personas en todo el mundo. Hay varias razones por las que la gente puede tener problemas para conciliar el sueño:

  1. Estrés y ansiedad: El estrés y la ansiedad son causas principales del insomnio. Preocupaciones, problemas laborales, familiares o personales pueden mantener a las personas despiertas por la noche.
  2. Hábitos de sueño inadecuados: Irregularidades en los horarios de sueño, como acostarse y levantarse a diferentes horas todos los días, pueden dificultar la regulación del reloj biológico y hacer que sea más difícil conciliar el sueño.
  3. Estilo de vida y dieta: El consumo excesivo de cafeína o alcohol, así como una dieta poco saludable, especialmente antes de acostarse, pueden interferir con el sueño. El ejercicio intenso muy cerca de la hora de dormir también puede ser problemático.
  4. Uso de dispositivos electrónicos: La exposición a la luz azul de dispositivos como teléfonos, tabletas y computadoras antes de dormir puede inhibir la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño.
  5. Condiciones médicas: Enfermedades y trastornos médicos como el síndrome de piernas inquietas, la apnea del sueño, el reflujo ácido y el dolor crónico pueden dificultar el sueño.
  6. Medicamentos: Algunos medicamentos, como los estimulantes, los antidepresivos y los corticosteroides, pueden afectar negativamente el sueño.
  7. Cambios en el entorno: Ruidos, luz excesiva o temperaturas incómodas en el dormitorio pueden dificultar el sueño.
  8. Factores psicológicos: La depresión y otros trastornos mentales pueden contribuir al insomnio.
  9. Factores de edad: Los patrones de sueño pueden cambiar con la edad, y los adultos mayores a menudo experimentan un sueño más fragmentado.
  10. Malos hábitos de sueño: El uso excesivo de dispositivos electrónicos en la cama, trabajar en la cama o realizar actividades estimulantes antes de acostarse pueden dificultar el proceso de relajación necesario para conciliar el sueño.

El insomnio puede ser ocasional o crónico, y es importante abordar sus causas subyacentes. Si tienes problemas persistentes para conciliar el sueño, es recomendable consultar a un profesional de la salud o a un especialista en sueño para recibir orientación y tratamiento adecuado. La terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) es un enfoque comúnmente utilizado que ha demostrado ser eficaz para tratar el insomnio crónico.

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Cómo eliminar el anisakis de la merluza y disfrutar del pescado sin riesgos

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El anisakis es un parásito presente en muchos pescados y cefalópodos que puede causar anisakiasis, una enfermedad que provoca trastornos digestivos y reacciones alérgicas graves. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) advierte que el consumo de pescado crudo o poco cocinado es el principal riesgo, y ofrece recomendaciones para disfrutar del pescado con seguridad.

1. Selección y manipulación del pescado

El primer paso para evitar la infección es elegir pescado fresco y limpio, preferiblemente sin vísceras. Si compras el pescado entero, retira las vísceras inmediatamente, ya que el parásito se encuentra principalmente en ellas. Este gesto reduce significativamente el riesgo de anisakiasis.

2. Cocción adecuada: el método más efectivo

Cocinar el pescado correctamente es fundamental para eliminar el anisakis. Asegúrate de que la temperatura interna alcance al menos 60 °C durante un minuto. Como guía práctica:

  • Una pieza de pescado de 2,5 cm de grosor necesita unos 10 minutos de cocción, dándole la vuelta a la mitad del tiempo.

  • Puedes freír, hornear, cocer o cocinar a la plancha, siempre controlando la temperatura uniforme.

3. La congelación salva vidas

Cuando el pescado se va a consumir crudo o semicrudo, la congelación es obligatoria. Las recomendaciones de AECOSAN incluyen:

  • Congelar a –20 °C o menos durante mínimo cinco días.

  • Usar frigoríficos con tres estrellas o más para asegurar la temperatura.

  • Comprar pescado ya congelado de proveedores que cumplan esta norma.

4. Preparaciones que requieren congelación

Algunas recetas tradicionales o internacionales deben seguir este paso:

  • Boquerones en vinagre, ceviche, sashimi o sushi.

  • Carpaccios y pescados marinados.

  • Huevas crudas, arenques o pescados ligeramente salados.

  • Pescado ahumado en frío.

5. Productos que no necesitan congelación

No todo el pescado requiere congelación:

  • Moluscos bivalvos: mejillones, ostras, almejas, coquinas.

  • Pescados de agua dulce: truchas, carpas.

  • Semiconservas y pescados curados: anchoas, bacalao, mojamas.

6. Legislación y responsabilidad

La UE y España obligan a que los productos de la pesca estén libres de parásitos visibles y que los establecimientos garanticen la seguridad de los alimentos crudos o semicocidos. Además, los consumidores tienen derecho a información sobre congelación previa.

7. Prevención: clave para disfrutar del pescado

La prevención del anisakis combina:

  • Elección de pescado limpio y fresco.

  • Cocción a temperaturas seguras.

  • Congelación adecuada cuando sea necesario.

Siguiendo estas recomendaciones, es posible disfrutar de la merluza y otros pescados sin riesgos, equilibrando tradición culinaria y seguridad alimentaria.


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