Valencia
GALERÍA| La reina Letizia, protagonista en València por la Cruz Roja
Publicado
hace 3 añosen

València, 10 may (OFFICIAL PRESS- EFE).- La reina Letizia ha reivindicado este martes, con motivo del acto conmemorativo del Día mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, el trabajo «acreditado y esforzado» de la organización humanitaria, y ha mostrado su reconocimiento y agradecimiento a las personas y entidades que «nos enseñan cómo ser mejores».
La reina ha presidido en el Oceanográfic de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de València el acto de entrega de las condecoraciones de Cruz Roja 2022, que han recaído en siete personas y entidades de las que ha destacado que «son diversas y tienen una forma de ver el mundo diversa», pero han encontrado «una manera de escuchar, de crear para transformarnos, de cuidar y atender, de solucionar».
Los galardonados han sido la deportista en silla de ruedas que escapó de Afganistán Nilofar Bayat; el jefe de cuidados paliativos pediátricos del Hospital Niño Jesús de Madrid, Ricardo Martino; la fotógrafa brasileña Angélica Dass; la ingeniera que lidera el grupo CSIC que ha desarrollado el primer exoesqueleto biónico para menores con atrofia muscular especial, Elena García Armada; la Cruz Roja Libanesa; la Fundación Seres y la Asociación Valenciana Casa Caridad.
Ellos, ha destacado la reina, encuentran «fortalezas en quien se siente débil, dan esperanza a quien vive en la oscuridad, ofrecen consuelo a quien ha perdido todo y alternativas a quien tiene las puertas cerradas».
Respecto a Cruz Roja, Letizia ha destacado que las tensiones constantes del mundo, desde la covid a las guerras, los movimientos migratorios por el cambio climático, la pobreza o la falta de oportunidades, son un desafío para esta organización global y comprometida con cada ser humano que en cualquier parte del planeta necesite ayuda.
Ha reivindicado que Cruz Roja sigue creciendo, sigue siendo necesaria y es el reflejo de «la parte buena del ser humano: empatía, comprensión, unidad, amor, ayuda, la conciencia del otro», ya que son «humanos que cuidan a otros humanos».
La reina ha destacado finalmente que la mirada de Cruz Roja revela que «nuestros porvenires están entrelazados y que todos formamos parte de esto, de la vida».
APOSTAR POR SER MEJORES
El presidente de Cruz Roja Española, Javier Senent, ha destacado que son «tiempos difíciles» los que nos tocan vivir, y ante ellos son necesarias «respuestas colectivas y solidarias de la sociedad y siempre con un margen de mejora», por lo que ha hecho una petición: «Apostemos por ser mejores».
Senent ha reivindicado que hasta en el lugar «más recóndito del mundo» donde está Cruz Roja y la Media Luna Roja las personas intuyen que las causas de la organización son únicamente humanitarias y que nadie queda excluido, que no se juzga a las personas para ofrecerles asistencia y que se mantienen al margen de controversias políticas, religiosas o ideológicas.
Ha alertado de que los efectos de la pandemia y la «revolución energética» han cambiado las reglas de juego y se ceban en los más vulnerables, y ha defendido que solo las personas son capaces de generar cambios y de mejorar la vida de los demás, como evidencian los premiados, cuyas aportaciones contribuyen a hacer del mundo un lugar mejor.
LOS GALARDONADOS
En nombre de los galardonados ha hablado Samar Abou Jaoudeh, quien ha recogido la placa a la Cruz Roja libanesa y ha asegurado que es un honor compartir este reconocimiento con personas y organizaciones que tienen los mismos principios y valores y que se dedican a diario a mejorar la vida de las personas desde sus ámbitos.
Ha explicado que es voluntaria de Cruz Roja desde los 16 años y ha aprendido unos principios fundamentales que se han convertido en una forma de vivir que se refleja en todos los voluntarios que trabajan en el campo humanitario, a quienes ha agradecido el tiempo que dedican a apoyar y a vivir «el dolor y la alegría, lo bueno y lo malo», con las personas a las que ayudan.
Previamente ha dirigido unas palabras Therese Jamáa, experta en Tecnología Humanitaria y que ha formado parte de la Cruz Roja en Líbano, en Francia y en España, quien se ha emocionado al recordar el alivio y la esperanza que ha supuesto para los libaneses la ayuda de la Cruz Roja.
En la entrega de estos galardones han participado también el ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, y el president de la Generalitat, Ximo Puig.
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Cultura
Muere a los 47 años el valenciano Azuquita, creador del Rumbakalao e icono de la Ruta del Bacalao
Publicado
hace 13 horasen
7 septiembre, 2025
El mundo de la música en España llora la pérdida de Pedro Bermúdez, conocido artísticamente como Azuquita, fallecido a los 47 años en Palma de Mallorca, ciudad en la que residía en los últimos años. La noticia fue confirmada por la prensa balear en la mañana del sábado 6 de septiembre de 2025 y rápidamente se difundió entre seguidores y compañeros de profesión.
Azuquita deja tras de sí un legado musical muy singular, marcado por la creación del Rumbakalao, un estilo híbrido que en los años 90 unió la rumba con los sonidos electrónicos de la mítica Ruta del Bacalao. Con esta fusión, el artista valenciano alcanzó una gran popularidad y se convirtió en uno de los nombres propios de aquella época.
El origen del Rumbakalao: la rumba se cruza con la Ruta del Bacalao
En plena efervescencia de la Ruta del Bacalao, un movimiento musical y cultural que marcó la Comunitat Valenciana y se extendió por toda España en los 80 y 90, surgió la figura de Azuquita. Mientras los clubes de Valencia y alrededores vibraban con el techno, el dance y el house, él apostó por un camino alternativo: versionar los grandes éxitos de la música de discoteca desde un prisma rumbero.
Ese experimento dio lugar al Rumbakalao, un género propio que unía el ritmo festivo y cercano de la rumba con la energía electrónica que dominaba las pistas de baile. Fue en 1993, con apenas 17 años, cuando Azuquita saltó a la fama al versionar “Así me gusta a mí” de Chimo Bayo, uno de los himnos indiscutibles de la Ruta. Su propuesta sorprendió y conectó con un público que buscaba nuevas formas de vivir la música.
Azuquita, un artista que rompió moldes en los 90
Con su estilo desenfadado, su humor característico y una personalidad cercana, Azuquita logró hacerse un hueco en la escena musical de los 90. Sus versiones convertían los éxitos electrónicos en temas que podían sonar tanto en una discoteca como en una verbena popular, lo que ampliaba enormemente su público.
Durante esa década lanzó tres discos:
-
Rumbakalao (1994)
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Escucha que te digo (1995)
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Sinelo Kalo (1997)
Cada uno de estos álbumes reforzaba su propuesta musical y consolidaba su imagen de artista rompedor. Su voz y su particular manera de interpretar canciones lo convirtieron en un referente de un estilo único que, aunque surgido en un contexto muy concreto, sigue siendo recordado por quienes vivieron aquella época.
La Ruta del Bacalao: un fenómeno cultural más allá de la música
Para entender la relevancia de Azuquita, es necesario recordar lo que supuso la Ruta del Bacalao. Más que un movimiento musical, fue una auténtica revolución cultural en la Comunitat Valenciana que tuvo su epicentro en discotecas míticas como Barraca, Spook, Puzzle o ACTV. Allí sonaban sesiones maratonianas de música electrónica que marcaron a toda una generación.
En ese ambiente dominado por el techno y el dance, irrumpió Azuquita con un toque inesperado: fusionar ese sonido de club con la rumba valenciana. Su propuesta, lejos de pasar desapercibida, ofreció un soplo de aire fresco y demostró que la Ruta también podía reinterpretarse desde otros estilos.
El Rumbakalao se convirtió así en un símbolo paralelo al fenómeno de la Ruta, con un aire más desenfadado y popular, que lo acercaba tanto a la cultura de la calle como a la de las discotecas.
Colaboraciones y proyección internacional
Aunque su época dorada estuvo en los 90, Azuquita no se quedó anclado en el pasado. Ya en los 2000, participó en proyectos que le llevaron más allá de España. Una de las colaboraciones más destacadas fue con el alemán Matthias Reim, lo que le permitió acercarse al público centroeuropeo.
Su versatilidad musical y su capacidad para adaptarse a diferentes estilos lo convirtieron en un artista querido dentro y fuera de la Comunitat Valenciana.
Azuquita y Los Rumba Kings: su etapa más reciente
En los últimos años, Azuquita formaba parte de Los Rumba Kings, un grupo que mantenía vivo el espíritu de la rumba española y con el que continuaba actuando en fiestas, conciertos y festivales. Desde Mallorca, su lugar de residencia, seguía compartiendo música y demostrando que su pasión por el escenario permanecía intacta.
Para sus seguidores, cada actuación era un viaje en el tiempo que recordaba la frescura de los años 90 y la época dorada del Rumbakalao.
El legado de Azuquita en la memoria musical valenciana
La muerte de Azuquita supone un golpe para quienes vivieron la Ruta del Bacalao y para los amantes de la música fusión en España. Su aportación fue única: logró unir dos mundos aparentemente opuestos, la rumba y la música electrónica, en un género propio que hoy sigue siendo recordado como una seña de identidad de los 90.
Además de su música, queda en el recuerdo su carácter alegre y su humor, que transmitía tanto en entrevistas como sobre el escenario. Su figura forma parte de la memoria colectiva de una generación que bailó sus versiones en discotecas, verbenas y fiestas populares.
La Ruta del Bacalao como patrimonio cultural
Hoy, con el paso del tiempo, la Ruta del Bacalao se reivindica como un fenómeno cultural que fue mucho más que ocio nocturno. Supuso un laboratorio musical, artístico y social que influyó en la música electrónica en España y dejó huella en generaciones posteriores.
En este contexto, artistas como Azuquita ayudaron a ampliar las fronteras de lo que podía ser la Ruta, demostrando que la innovación también cabía dentro de un movimiento ya de por sí experimental.
Un adiós con sabor a nostalgia
El fallecimiento de Azuquita a los 47 años deja un vacío en la música valenciana y en la historia reciente de la cultura popular española. Sus discos, sus versiones rumberas de clásicos de la Ruta del Bacalao y su papel en Los Rumba Kings forman parte de un legado que seguirá vivo en la memoria de sus seguidores.
En un momento en que se recupera la memoria de la Ruta y se organizan homenajes a aquel movimiento, la figura de Azuquita resurge como la de un artista que se atrevió a mezclar mundos y consiguió crear algo nuevo. Su Rumbakalao siempre será recordado como un sonido propio de los 90, un símbolo de una época irrepetible.
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