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Sucesos

Investigan la relación entre unos insecticidas prohibidos y caducados y la muerte de nueve perros

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ALICANTE, 12 May. (EUROPA PRESS) –

El Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Alicante investiga en las localidades de Benissa y Teulada la relación entre unos insecticidas prohibidos y caducados, hallados en unas casetas de aperos, y el fallecimiento de nueve perros. De momento, seis personas han sido denunciadas por presunta posesión no autorizada de productos fitosanitarios muy tóxicos.

Mientras tanto, el Seprona está a la espera del informe del laboratorio para determinar si los productos incautados pudieran haber sido utilizados como veneno en varios cepos de zonas rurales de estos municipios, informa el instituto armado en un comunicado.

Según las denuncias presentadas ante la Guardia Civil, al menos nueve canes fallecieron y otros cinco resultaron envenenados, todos entre los meses de marzo y abril. No se descarta que haya más perros afectados cuyos dueños no hubieran denunciado.

La investigación se ha centrado en zonas rurales de los municipios alicantinos de Calpe, Teulada y Benissa. Tras sacarlos a pasear, los propietarios veían cómo sus perros, transcurridos unos minutos, comenzaban a convulsionar, padecían un fallo respiratorio y, en los peores casos, fallecían al instante.

Los agentes tomaron muestras biológicas de los animales muertos y posteriormente localizaron los cebos envenenados, gracias a la ayuda de un perro especializado del Servicio Cinológico de El Pardo (Madrid). Las pesquisas llevaron hasta cuatro casetas de aperos, tres en Benissa y uno en Teulada, cuyos propietarios están vinculados a la práctica cinegética.

En todas había insecticidas escondidos no autorizados y caducados, de alta toxicidad y letalidad. El más destacado era el Aldicarb: su simple exposición da lugar a síntomas similares a los descritos por los dueños de los perros envenenados. Desde el Seprona señalan que esta sustancia tiene una capacidad para matar, con tan solo 1,5 gramos, a 500 zorros o 15.000 cernícalos, e incluso provocar la muerte en cadena de otros animales que comieran el cadáver.

Según los investigadores, los sospechosos podrían haber adquirido estas sustancias plaguicidas en un establecimiento clandestino de la localidad de Benissa, inspeccionado por el Seprona junto a la Conselleria de Agricultura. Allí hallaron más productos fitosanitarios sin autorización para su venta, también sin trazabilidad, caducados y muy tóxicos.

CEPOS PROHIBIDOS Y 51 PERROS DE CAZA
En las casetas, los guardias civiles descubrieron varias trampas y cepos prohibidos para su uso cinegético, junto a aves fringílidas y jilgueros sin autorización y hasta 51 perros de caza –uno de ellos de raza peligrosa– sin vacunar y sin identificar, por lo que interpusieron las correspondientes denuncias administrativas.

El Seprona mantiene abierta la investigación para determinar si a estas seis personas se les puede imputar un delito relativo a la protección de la flora y fauna y otro de maltrato a animal doméstico, en base a los resultados que arrojen los análisis de las sustancias incautadas.

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Sucesos

Un guardia civil rescata a un bebé atrapado en un coche en el centro comercial Bonaire de València

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Tres detenidos por asesinato a tiros en Torrevieja

El menor, de un año de edad, fue rescatado ileso tras quedar encerrado accidentalmente en el interior del vehículo en el aparcamiento del centro comercial

Un agente de la Guardia Civil ha rescatado a un bebé de un año que había quedado encerrado dentro de un coche en el aparcamiento del Centro Comercial Bonaire, en el municipio valenciano de Aldaia. El menor se encontraba en el interior del vehículo después de que su madre dejara las llaves dentro y cerrara la puerta de forma accidental.

Los hechos ocurrieron el pasado 12 de diciembre, alrededor de las 14.00 horas, cuando la mujer se percató de que no podía abrir el coche y que su hijo permanecía en el interior. Ante la imposibilidad de acceder al vehículo, alertó de inmediato a los servicios de emergencia.

Hasta el lugar se desplazaron agentes de la Guardia Civil, pertenecientes al Puesto Principal de Aldaia, quienes evaluaron rápidamente la situación. Para garantizar la seguridad del menor, uno de los agentes fracturó un cristal situado en el lado más alejado del bebé, evitando cualquier riesgo durante la intervención.

Gracias a esta actuación, los guardias civiles pudieron acceder al mecanismo de apertura del vehículo y rescatar al menor, que se encontraba en buen estado y resultó ileso, según ha informado el Instituto Armado.

La rápida respuesta de los agentes evitó que la situación se agravara, especialmente teniendo en cuenta las posibles consecuencias de permanecer encerrado en un coche. La Guardia Civil recuerda la importancia de extremar la precaución al viajar con menores y de solicitar ayuda de inmediato ante cualquier emergencia similar.

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