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Comienza la octava era Voro al frente del Valencia CF

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EFE
Voro en su última étapa

València, 31 ene (EFE).- Voro González, actual entrenador del Valencia tras la marcha del italiano Gennaro Gattuso, asume su octavo periodo de interinidad al frente del Valencia y el sexto desde la llegada de Meriton Holdings en 2014, lo que ha provocado que el técnico de L’Alcúdia (Valencia) haya dirigido uno de cada diez partidos del Valencia de Peter Lim como máximo accionista.

Voro González ha tenido que tomar las riendas del equipo hasta en seis ocasiones desde que se marchase el portugués Nuno Espírito Santo, y ha dirigido al club en 40 de los exactamente 400 partidos de Meriton como dueño de la mayor parte de las acciones.

El de L’Alcudia, que dirigirá al equipo en el entrenamiento de este martes y estará en el banquillo del Santiago Bernabéu el jueves, fue entrenador interino entre Nuno y Gary Neville durante la 2015-16, mientras que en la 2016-17 tuvo su mayor periplo como técnico: una primera etapa de tres partidos entre Ayestaran y Prandelli y una segunda de 25 encuentros hasta acabar la campaña.

Desde entonces, el hasta entonces delegado del club pasó a ser director de Organización del primer equipo y no tuvo que volver a ayudar al club como entrenador hasta finales de 2020, cuando, tras el cese de Albert Celades, dirigió los últimos seis partidos de aquella campaña, una situación que repetiría el año siguiente tras la marcha de Javi Gracia, al entrenar otros cuatro encuentros al club.

Así, esta será su sexto periodo como entrenador con Meriton, a los que se le suman otros dos anteriores, uno de ellos en 2007-08, con una buena actuación desde el banquillo para salvar al equipo de perder la categoría, y un encuentro en la 2012-13, mientras se firmaba a Ernesto Valverde.

Esta interinidad en el cargo, sin embargo, podría convertirse en permanente, como en la 2016-17, pues aunque no es una decisión que esté completamente cerrada, el club cree que si el equipo reacciona en las próximas semanas y vuelve a sumar puntos con fluidez en la Liga y escapa de la zona cercana al descenso, no hará falta traer a otro entrenador.

En ese caso, desde la entidad empezará a buscar ya un nuevo entrenador pero para la próxima campaña. Pero si el equipo no deja atrás la crisis de juego y de resultados en la que está inmerso en las próximas semanas se activará la búsqueda de otro entrenador, al menos hasta final de la campaña.

Voro dirige la primera sesión

El técnico Voro González dirigió este martes el primer entrenamiento del Valencia tras la marcha del club de Gennaro Gattuso e inició así su octava etapa al frente del primer equipo del club del que fue histórico jugador a finales de los años ochenta y principios de los noventa y en el que ahora ocupaba el puesto de ‘Team Manager’.

Con algo de retraso respecto al horario previsto, en parte porque Gattuso y sus ayudantes acudieron a la ciudad deportiva de Paterna a despedirse de la plantilla, Voro empezó a preparar el duelo del jueves en el campo del Real Madrid tras una charla con los jugadores.

Lo hizo con el capitán José Luis Gayà integrado en el grupo pese a las molestias que hicieron que se retirara el domingo en el campo del Valladolid. En cambio, volvieron a ser baja por sus problemas musculares tanto Thierry Rendall como Justin Kluivert, que siguen así en la enfermería junto con los lesionados de larga duración Jaume Doménech y Nico González.

El delantero uruguayo Edinson Cavani realizó la primera parte de la sesión con sus compañeros pero en la segunda parte hizo carrera en solitario.

La lesión fue seguida por la presidenta Layhoon Chan, por el director deportivo Miguel Ángel Corona y por el director de relaciones institucionales Javier Solis, que fueron también quienes el lunes se reunieron con Gattuso en un encuentro en el que el técnico expresó sus dudas respecto a sus continuidad al frente del grupo.

Tras haber acabado su carrera como jugador y después de haber dirigido dos temporadas al filial del Valencia, Voro se convirtió en el delegado del primer equipo y en el tramo final de la temporada 2007-08 debutó al frente del mismo tras la destitución de Ronald Koeman y, como ahora, también con la ‘sombra’ del descenso.

Después de ese exitoso debut, Voro ha sido reclutado para sacar adelante al equipo en otras siete complicadas situaciones en las campaña 2012-13, 2015-16, dos en la 2016-17, 2019-20, 2020-21 y la actual.

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Javi Guerra, 27-04-2023: radiografía de un gol que cambió el rumbo del Valencia

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Javi Guerra
La piña de compañeros, segundos después de haber marcado su celebrado tanto. EFE/ Kai Försterling/ARCHIVO

Nacho Herrero

València, 26 abr (OFFICIAL PRESS- EFE).- A las 21.25 del jueves 27 de abril de 2023, este sábado hace un año, Javi Guerra hizo estallar Mestalla con un gol en el descuento ante el Valladolid que sacó al Valencia del descenso y que en el imaginario colectivo del club ha quedado como punto de inflexión hacia una agónica salvación.

Cuando aquella tarde el autobús de la plantilla llegó a Mestalla sobre las 17.30, dos horas antes del choque de la jornada 31, le recibieron cientos de seguidores en la Avenida de Suecia, muchos de ellos jóvenes dada a hora.

Guerra, que tenía 19 años y cumplió 20 dieciséis días después, tenía sus cosas preparadas en el vestuario entre las de Alberto Marí y Jaume Doménech. No era una taquilla personalizada con su foto porque entonces tenía ficha del filial.

De hecho, llegaba con un escueto bagaje de 68 minutos en Primera que había conseguido en los anteriores once días y que se dividía entre los 18 en la derrota por 0-2 ante el Sevilla, incluidos ocho de descuento, y los 50, con cinco de prolongación y mucho más felices, del domingo anterior en Elche, donde hubo un desplazamiento masivo de aficionados.

Pese al 0-2 del Martínez Valero, el Valencia era decimoctavo, antepenúltimo, con 30 puntos, los mismos que el Almería, que era cuarto por la cola y que el día antes había aumentado la presión sobre los de Rubén Baraja al ganar en Getafe.

Aquella tarde, la angustia se disparó en Mestalla entre las 19.35 y las 20.43. Fueron casi setenta minutos en los que se asomó al abismo del descenso. A los seis de empezar el partido, un error de Mouctar Diakhaby en un control permitió a Cyle Larin adelantar al Valladolid. Cuarenta minutos después, Javi Puado marcó para el Espanyol en Vila-real. El equipo ‘perico’, que tenía 28 puntos, estuvo virtualmente durante media hora, con 31 y dejaba al Valencia penúltimo.

Antes de las 21 horas, la historia empezó a cambiar en los dos escenarios. Entre las 20.44 y las 20.54, Étienne Capoue y Dani Parejo le dieron la vuelta al marcador en La Cerámica. Sobre las 20.52 Mestalla había vivido su primera explosión de júbilo. Diakhaby remató un córner de cabeza sin aparente peligro pero el portero Jordi Masip, en otro error mayúsculo, pensó que iba fuera y dejó pasar el balón a su red.

Guerra lo vio desde el banquillo y saltó como un resorte. Se abrazó a Cenk Özkacar y a Marí, al que tenía a su izquierda en el banquillo tras haber salido a calentar su primer ‘vecino’, Diego López. En el asiento de la derecha tenía a Cristhian Mosquera.

Ese día acudieron a Mestalla 42.217 espectadores y un invitado: Kily González. El argentino había jugao su último partido oficial en Mestalla veinte años antes, cuando Guerra acababa de nacer. En verdad, los 27 de abril ya se veneraban en Mestalla antes del gol de Guerra y en parte era por él.

Aquel día pero en 2002, el Valencia recibió al Espanyol en la jornada 36. El equipo perico se adelantó, Amadeo Carboni fue expulsado y el sueño del título se esfumaba. Rafa Benítez dio entrada al Kily en el 66 y en el 78 el Valencia había enloquecido Mestalla con una remontada con dos asistencias suyas a Baraja. Ocho días después, el club conquistó la Liga tras más de treinta años de sequía.

De nuevo en 2023, pese a que el Espanyol ya perdía en Vila-real y el Valencia había recuperado un punto, el empate era poco consuelo. Se quedaba con 31 puntos, empatado con el Getafe en la frontera del descenso y ni eso parecía seguro. El Valladolid, inmerso también en la batalla por la permanencia, buscaba el triunfo e Iván Fresnada estrelló en el larguero el 1-2.

En el minuto 83, Baraja hizo entrar a Diego López y a Ilaix Moriba. En ese momento mandó a Guerra a calentar, al parecer, más por precaución que por otra cosa, porque la activación previa suele ser mucho más larga. Pero André Almeida estaba muy fatigado.

Guerra no estuvo en la banda ni cuatro minutos e incluso su calentamiento ‘exprés’ fue algo más largo porque Baraja le tuvo que llamar dos veces. Cuando el reloj marcaba 86 minutos y 57 segundos, su primera señal para que regresara y saliera confundió al jugador. Veinticinco segundos después, contrariado, tuvo que repetir la llamada para poder sustituir al luso.

El joven llegó a la carrera y se puso la camiseta que ahora guarda en su casa de Gilet y que colgaba de su silla con el número 36, el que se le asignó en pretemporada. No fue Baraja, con el que apenas intercambió un par de palabras, sino su ayudante, Toni Seligrat, quien le dio indicaciones.

Finalmente, entró en el minuto 88 y 35 segundos y participó en tres acciones antes de la jugada decisiva. En ella, frenó un contragolpe pucelano al interceptar un pase de Robert Kennedy y soltó a Ilaix un balón que pasó por Diego López y de nuevo por Moriba antes de regresar a sus pies.

Controló la pelota con el izquierdo y con el primer toque con el derecho dejó atrás a Óscar Plano; con el segundo y el tercero avanzó y retomó la zurda para disparar desde la cruceta de la línea del área con su corona. Su trallazo cruzado pasó juntó a Joaquín Fernández y entró por el palo más alejado de Masip. Era el minuto 92 y 9 segundos y llevaba apenas 214 segundos en el campo.

Como veintiún años antes hiciera Baraja tras marcar contra el Espanyol en esa misma portería del fondo norte, Guerra abrió los brazos cuando vio la pelota en la red. Como le pasó al vallisoletano, la inercia de la diagonal que había trazado le llevó al córner más cercano a la tribuna. Ambos goles comparten lugar de celebración y piña colectiva.

Guerra, algo incrédulo, se giró a mitad de su carrera. El primero que le alcanzó fue el capitán José Luis Gayà pero pronto llegaron otros, incluso el portero Giorgi Mamardashvili, que se recorrió todo el campo. Mestalla había explotado y los vídeos y las fotografías muestran euforia, liberación y algún torrente de lágrimas incontrolable.

Sobre la bocina del minuto 95, sin añadir más de los cinco minutos previstos, José Luis Munuera Montero, señaló el final. Sus tres pitidos pillaron a Guerra en el medio campo y Toni Lato y Hugo Duro se lanzaron a abrazarle. De ahí fueron todos al fondo sur a agradecer el apoyo de la Grada de Animación.

Fue entonces cuando se le avisó de que era el elegido para la ‘Flash Interview’ de la televisión con derechos. “Me la ha dado Ilaix y tampoco veía un pase claro. He amagado, me he ido del defensor que tenía y me dio por tirar”, explicaba.

Esa temporada Guerra había acumulado 2164 minutos en Primera RFEF con un único gol, ante el Espanyol B. Tampoco había visto puerta ante el Sevilla y el Elche ni, al parecer, apenas en Paterna. “Javi Guerra no ha metido un gol en un entrenamiento, os lo juro”, escribió jocoso esa noche Hugo Duro en las redes sociales.

Antes de retirarse al vestuario, Guerra abrazó a sus padres y a su abuelo que le esperaban en la grada más cercana al túnel. Con el anciano empezó a jugar al fútbol en el jardín de una urbanización de Canet entre dos árboles, y era él quien le llevaba en tren a Vila-real, puesto que se formó en la cantera ‘grogueta’ hasta 2019.

Tras un nuevo estallido de alegría en el vestuario, regresó al césped. Era de los que menos había jugado y tuvo que hacer el ‘compensatorio’, un suave entrenamiento, ya con las gradas vacías.

Baraja había llegado a la sala de prensa y desde allí le recomendó que apagara el móvil, se fuera a casa y le diera un abrazo a sus padres. No le hizo caso y salió a cenar con sus amigos, que le esperaban en la Avenida de Suecia, donde cinco horas antes había comenzado todo.

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