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Salud y Bienestar

5 tranquilizantes naturales

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tranquilizantes naturales
FREEPIK

En el vertiginoso ritmo de la vida moderna, la búsqueda de la tranquilidad se ha convertido en una necesidad imperante para muchos. Afortunadamente, la naturaleza nos brinda una serie de tesoros que pueden actuar como bálsamos para calmar nuestras mentes y aliviar el estrés diario. En este artículo, exploraremos cinco tranquilizantes naturales, provenientes de la sabiduría ancestral y respaldados por la ciencia contemporánea, que ofrecen una pausa reconfortante en medio del ajetreo cotidiano.

1. Camomila: El Abrazo Floral de la Calma

Desde tiempos inmemoriales, la camomila ha sido conocida por sus propiedades calmantes y relajantes. Esta pequeña flor, apreciada por su delicado aroma y sabor, es rica en compuestos como la apigenina, que actúan como sedantes naturales. Una taza de té de camomila no solo acaricia el paladar, sino que también induce una sensación de calma, ayudando a reducir la ansiedad y promoviendo un sueño reparador.

2. Lavanda: Aromaterapia para la Paz Interior

La lavanda, con su fragancia distintiva, no solo embriaga los sentidos sino que también tiene propiedades relajantes que han sido aprovechadas durante siglos. La aromaterapia con aceite de lavanda se ha asociado con la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo. Puedes disfrutar de los beneficios de la lavanda a través de aceites esenciales, velas o incluso baños relajantes.

3. Valeriana: La Raíz Tranquilizante

Conocida por su capacidad para aliviar la ansiedad y promover el sueño, la valeriana es una hierba que ha sido utilizada desde la antigüedad. Los estudios sugieren que los compuestos presentes en la raíz de valeriana pueden interactuar con los receptores del cerebro para calmar el sistema nervioso central. Las infusiones de valeriana o los suplementos pueden ser opciones naturales para aquellos que buscan un enfoque relajante sin efectos secundarios adversos.

4. Tilo: Un Abrazo Botánico en Cada Sorbo

Las flores de tilo, con su dulce fragancia y sabor floral, ofrecen propiedades relajantes y sedantes. Este antiguo remedio natural es conocido por calmar los nervios y aliviar la tensión. Disfrutar de una taza de té de tilo antes de dormir puede ser una rutina reconfortante que prepara el cuerpo y la mente para un descanso reparador.

5. Ashwagandha: Adaptógeno para el Equilibrio

Originaria de la medicina ayurvédica, la ashwagandha es una hierba adaptógena que ha ganado popularidad en el mundo moderno. Se cree que ayuda al cuerpo a adaptarse al estrés, equilibrando el sistema nervioso. Además de sus propiedades calmantes, la ashwagandha se asocia con la mejora de la resistencia física y la claridad mental, convirtiéndola en una opción versátil para aquellos que buscan un enfoque holístico para la tranquilidad.

En conclusión, la naturaleza nos brinda una farmacia de tranquilizantes naturales que pueden ser incorporados fácilmente en nuestras rutinas diarias. Ya sea a través de infusiones relajantes, aromaterapia o suplementos, estos regalos de la tierra pueden ser aliados valiosos en nuestra búsqueda constante de equilibrio y bienestar en medio del caos cotidiano.

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Salud y Bienestar

¿Conoces la importancia de la psicología del color?

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La psicología del color

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La importancia del uso de recursos visuales y la psicología del color, es un aspecto cada vez más imprescindible a la hora de querer hacer llegar un mensaje.
Esto es debido a que la visión, es el principal sentido con el que los seres humanos cuentan a la hora de conocer su entorno. Los colores provocan una serie de respuestas y reacciones en nuestro cerebro y sistema nervioso, ya que una vez que asimilamos el color, nuestro sistema nervioso automáticamente produce una respuesta emocional, la cual vinculamos a recuerdos, personas, lugares, entre otras.

Sin embargo, con el paso de los años y el crecimiento de la sociedad en todos los ámbitos de la vida, se ha llegado a la conclusión de que para que una fotografía consiga transmitir un mensaje o una emoción, es necesario tener en cuenta la tonalidad de la imagen y por tanto, su composición.

Por un lado, por tonalidad entendemos a la gama de colores que pueden usarse para transmitir una sensación u otra. Es decir, cuando una fotografía contiene una tonalidad de colores cálidos podemos transmitir un sentimiento mucha más cercano y acogedor, que una imagen que contenga tonos fríos ya que nos dará una sensación de frialdad y paz.

Por otro lado, la composición tiene que ver con la forma en la que están distribuidos los elementos en una imagen. Por ejemplo, una fotografía de una persona que se encuentre sola en medio de un paisaje, no transmitirá lo mismo que una persona que se encuentre en un paisaje rodeada de multitud de personas. La primera transmitirá una sensación de soledad, mientras que la segunda contagiará una sensación de agobio.

Aunque irremediablemente, la forma de percibir y de interpretar una fotografía tiene mucho que ver con la cultura de la sociedad en sí, ya que a unos les transmitirá una cosa y a otros otra.

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