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Salud y Bienestar

Alimentos que no debes mezclar con antibióticos

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Alimentos que no debes mezclar con antibióticos
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Hay alimentos que no debes mezclar con antibióticos tal y como informa el portal web Noticias24.com. Resulta que varias frutas, verduras, refrigerios y bebidas de consumo frecuente pueden afectar la forma en que el organismo absorbe o metaboliza los medicamentos.

1. Analgésicos y gaseosas

Para inflamaciones, dolores musculares y de cabeza, medicamentos como el ibuprofeno no deben mezclarse con bebidas gaseosas. El ácido carbónico y el ácido de las gaseosas aumentan la absorción y la concentración del medicamento en la sangre, por lo que no se puede controlar la dosis y puede intoxicar y afectar a los riñones.

Alimentos que no debes mezclar con antibióticos:

2. Antibióticos y lácteos

Los medicamentos para combatir infecciones, como la ciprofloxacina, penicilina, entre otros, jamás deben mezclarse con lácteos, pues su eficiencia disminuye.

3. Cítricos y medicamentos para reducir el colesterol malo

La mezcla puede provocar algo similar a la sobredosis. La atorvastatina, fluvastatina, lovastatina, simvastatina, rosuvastatina y pravastatina son medicamentos que se recetan para la obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares.

4. Anticoagulantes y espinacas

Recetada para curar y prevenir la trombosis, la warfarina no puede mezclarse con los alimentos ricos en vitamina K como las espinacas, col, arándanos, ajo o brócoli, entre otros. Al ser anticoagulantes, aumentan el efecto de la warfarina y provocan sangrado.

5. Bebidas con cafeína y broncodilatadores (salbutamol)

Medicamentos como la teofilina o el salbutamol son recetados para el asma, bronquitis u otras enfermedades respiratorias. Provocan un efecto estimulante en el sistema nervioso, por lo que hay que evitar consumir cafeína, sobre todo porque la teofilina aumenta su toxicidad cuando es mezclada con cafeína.

6. Antiarrítmicos, regaliz y alimentos con fibra

La digoxina es un medicamento indicado para curar y prevenir la insuficiencia cardíaca. Por lo tanto, al comer un alimento con gran nivel en ácido glicirrícico, se generan latidos irregulares o hasta un paro cardíaco. Este ácido está presente en el regaliz, que se encuentra en dulces y pasteles e, incluso, en la cerveza. Por otro lado, otros alimentos que contienen fibra dietética disminuyen la eficiencia de este medicamento, por lo que debes consumirlo al menos dos horas antes de comer fibra.

7. Alimentos ricos en potasio y medicamentos para la presión arterial

El captopril, enalapril y ramipil están recetaods para enfermedades de los riñones y el corazón. Es vital no consumir alimentos ricos en potasio como plátano, patata, soja o espinacas, que aumentan la cantidad de potasio en sangre. Es preciso evitar la sobredosis de este componente ya que podría provocar falta de aliento o latidos cardíacos irregulares.

8. Hormonas tiroideas y soja

Medicamentos como la levotiroxina y sus análogos (eutirox, bagotirox, L-tiroxina) no pueden mezclarse con soja, nueces o fibra, pues estos bloquean la absorción del medicamento.

9. Antidepresivos y carne

Los medicamentos del grupo de los inhibidores de la MAO (tranilcipromina, fenelzina, nialamida) no pueden mezclarse con carnes, pescados, quesos o embutidos secos, pues estos medicamentos al entrar en contacto con la tiramina pueden aumentar críticamente la presión.

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Sueño irregular entre semana y descanso extra en fin de semana: ¿cómo afecta al cuerpo?

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Sueño irregular

Dormir mal o dormir poco entre semana es un hábito muy extendido. Muchas personas intentan compensarlo “recuperando” horas de sueño durante el fin de semana, confiando en que así el cuerpo volverá a equilibrarse.
Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Sleep demuestra que dormir más el fin de semana no revierte los daños metabólicos provocados por la falta de sueño de lunes a viernes.

La investigación, realizada por la Facultad de Medicina Yong Loo Lin de la Universidad Nacional de Singapur (NUS Medicine), advierte de un impacto silencioso y preocupante: un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, incluso en personas jóvenes y sanas.


El estudio: 48 adultos jóvenes y un análisis exhaustivo del sueño y la glucosa

El equipo liderado por June Chi-Yan Lo y Khoo Chin Meng siguió durante dos semanas a 48 adultos jóvenes sanos (21–35 años) en un laboratorio del sueño.
Todos comenzaron el estudio con dos noches de descanso adecuado para medir correctamente su glucosa e insulina en un estado basal sano.

Después fueron divididos en tres grupos:

1. Sueño corto estable

  • 6 horas de sueño entre semana

  • 8 horas durante el fin de semana

  • Simula una semana laboral típica

 2. Sueño corto variable

  • Entre 4 y 8 horas entre semana (horarios irregulares)

  • 8 horas el fin de semana

  • Mismo tiempo total de sueño que el grupo anterior, pero distribuido de manera desigual

 3. Grupo control

  • 8 horas de sueño todos los días

  • Patrón de descanso óptimo

Durante todo el estudio, se controlaron sus comidas y se realizaron repetidas pruebas de tolerancia oral a la glucosa (PTGO) para medir cómo respondían sus cuerpos.


Resultados clave: la falta de sueño daña la gestión de la glucosa, incluso con “sueño de recuperación”

Los resultados fueron contundentes:

 1. Dormir poco entre semana altera la glucosa aunque se duerma más el fin de semana

Los grupos con falta de sueño mostraron tolerancia a la glucosa deteriorada, un marcador temprano de riesgo metabólico.

2. Resistencia a la insulina en quienes dormían 6 horas de forma regular

Su cuerpo necesitaba más insulina para mantener los niveles estables, pero aun así la glucosa seguía alta.

 3. Peor aún en quienes dormían con horarios irregulares

El grupo de sueño variable presentó:

  • aumentos más fuertes de glucosa,

  • sin producir insulina compensatoria suficiente.

Esto sugiere un daño más temprano en las células del páncreas encargadas de producir insulina.

4. Solo el grupo que dormía 8 horas diarias mantuvo un metabolismo normal

No se observaron cambios en la regulación de la glucosa.


¿Por qué dormir poco aumenta el riesgo de diabetes tipo 2?

Según los investigadores, el sueño insuficiente altera procesos esenciales para el metabolismo:

  • Desregula la sensibilidad a la insulina

  • Aumenta el estrés oxidativo

  • Cambia la actividad del sistema nervioso

  • Afecta hormonas clave como la leptina y la grelina

  • Reduce la capacidad del páncreas para equilibrar la glucosa

Cuando este patrón se repite cada semana, el cuerpo entra en un ciclo de estrés metabólico que dispara el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.


Dormir más el fin de semana NO basta: la regularidad importa

El hallazgo más importante del estudio es claro:

No se puede “resetear” el cuerpo durmiendo más el fin de semana.

La recuperación parcial del sueño no impide que los niveles de glucosa aumenten cuando vuelve el patrón de pocas horas entre semana.
Y, además, los horarios irregulares son incluso peores que dormir poco pero de manera estable.


Implicaciones para la salud y consejos prácticos

Este estudio destaca la importancia de incluir el sueño dentro de los factores de prevención de enfermedades metabólicas. Para proteger la salud, los expertos recomiendan:

Dormir entre 7–9 horas cada noche Mantener horarios estables, también los fines de semana

Evitar variaciones bruscas en las horas de acostarse y levantarse

Priorizar el sueño tal como se prioriza la alimentación y el ejercicio

Consultar con un especialista si hay insomnio o dificultades crónicas

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