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Cuenta atrás para celebrar las Fallas más atípicas de la historia

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EFE/ Biel Alino

Valencia, 19 ago (EFE).- Las atípicas Fallas que València celebra este segundo año de pandemia han empezado la cuenta atrás y la ciudad se prepara para el primero de sus actos, la plantà, con la llegada a sus calles este jueves de parte de los ninots y monumentos que estaban almacenados desde marzo de 2020.

Desde primera hora, las instalaciones de Feria Valencia han vivido un trajín de camiones que los próximos días irán llevando las figuras falleras a las zonas donde empezarán a montarse los monumentos falleros de unas fiestas que, como ha dicho el alcalde, Joan Ribó, «no son Fallas sino unos actos falleros».

Precisamente, Ribó, junto al concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, ha acudido por la mañana a supervisar el inicio del traslado de los ninots, almacenados desde que se anunció que se suspendían las Fallas de 2020 solo a unos días de su inicio y con todo ya a medio montar en las calles.

Desde entonces, esos monumentos que ya estaban en las calles han ocupado una nave de las instalaciones feriales, junto a ninots y escenas que otros artistas llevaron para vaciar sus talleres y poder seguir trabajando, y que está previsto que empiecen a salir hacia las calles el próximo lunes.

También los talleres de los artistas han empezado con los movimientos desde este jueves, ya que las fallas de la sección de Especial -las de mayor presupuesto- se han guardado en estas instalaciones y ya empiezan a abandonarlas para desplegar su arte, su color y su ironía por las calles de la ciudad.

CERRAR UN CICLO DE FORMA DIGNA Y SEGURA

Ribó ha reconocido que la celebración de las fiestas de Valencia del 1 al 5 de septiembre no tendrán grandes concentraciones de gente, como es habitual, y estarán condicionadas por el «respeto» a todas las normas impuestas por Sanidad en temas de seguridad.

«Vamos a unos actos falleros, no me gusta llamarlos Fallas porque no van a ser unas Fallas normales», ha sostenido para añadir que «es imprescindible que se planten y se quemen y se hagan todos los actos seguros para empezar un nuevo ciclo» y «cerrar una fase y empezar una nueva: las Fallas del 22».

Según ha dicho, «se cierra el ciclo» que se empezó en las mismas instalaciones en el momento en que empezaron a almacenarse los ninots y monumentos que estaban listos para su plantà en marzo de 2020.

«Las Fallas son un ciclo y queremos terminar el ciclo del 21 de la manera más digna posible pero a la vez de la manera más segura», ha insistido para subrayar: «Estamos ante unos actos falleros seguros y ante el final de un ciclo que nos rompió el coronavirus en 2020 y que queremos finalizar para celebrar unas Fallas normales en 2022«.

Ha reconocido que los niveles de turismo no serán los mismos que otros años de Fallas, aunque, ha añadido, «eso no quiere decir que no vaya a haber nadie», y ha valorado que el mundo fallero ha formado a sus coordinadores covid para «garantizar que todo se va a hacer con la máxima seguridad».

El concejal de Cultura Festiva, Carlos Galiana, también se ha manifestado en los mismos términos: «No son las Fallas como las que conocemos habitualmente, que acaban a veces de madrugada, que tienen actos masivos, que hay mascletaes en la plaza del Ayuntamiento; todo eso no va a existir».

«En la plaza del Ayuntamiento, además de estar la falla plantada, no va a haber mucha actividad. Seguimos manteniendo el toque de queda y a la una, todo el mundo en su casa y no habrá actividad fallera. Vamos a acoplarnos a las normas», ha añadido.

El coordinador de Eventos de Feria Valencia, Juan Parra, ha explicado que este jueves han salido las primeras fallas hacia las calles y está previsto que las últimas salgan el día 31, «directamente para plantar».

Parra, que ya recepcionó la llegada de los monumentos a Feria Valencia en marzo de 2020, ha asegurado que se han mantenido «en perfectas condiciones».

EXPECTACIÓN EN LAS CALLES

La llegada de los monumentos a las calles ha mantenido expectantes a los falleros que las esperaban, aunque este jueves apenas se han dedicado a bajar los ninots embalados de los camiones y amontonarlos a la espera de la plantà.

Rafa Mengó, presidente de la comisión L’Antiga de Campanar, la última en coronarse como la mejor en 2019, y presidente también de la Federación de Fallas de Especial, ha reconocido a EFE que hay «muchas ganas» de recibir los monumentos para montarlos y poder celebrar unas Fallas.

Ha explicado que algunos monumentos han empezado a salir este jueves de los talleres y durante el día llegarán a las fallas, como la de Sueca-Literato Azorín, aunque a otras como L’Antiga llegarán el viernes.

«Hay que traerlas a las calles, destaparlas y ver cómo están, pero calculamos que perfectamente. Lo verán los artistas cuando les quiten los plásticos», ha apuntado para reconocer que tienen «esperanza y confianza de que la pandemia vaya a menos y haya las menos restricciones dentro de lo que serán estas Fallas».

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Fallece Carmen Bueso, alma de «Flor» y referente histórico de la indumentaria valenciana

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Fallece Carmen Bueso
Carmen Bueso

La indumentarista que marcó una época deja un legado imborrable en el arte de vestir a las falleras mayores y cortes de honor de València

VALÈNCIA, 29 MARZO 2025 – La indumentaria tradicional valenciana está de luto. Carmen Bueso, conocida por todos como Carmen “Flor”, ha fallecido dejando un vacío imposible de llenar en el corazón de las Fallas. Su nombre ha estado unido durante décadas a la elegancia, la excelencia artesanal y el profundo respeto por la tradición. Con su partida, València pierde a una de las figuras más queridas y relevantes del mundo fallero.

Aunque recientemente se había jubilado tras cerrar su tienda de la calle Conde Altea, su legado sigue vivo en cientos de trajes que continúan desfilando por la ciudad cada mes de marzo. Su marca, “Flor. Carmen Bueso”, fue sinónimo de calidad, estilo y cariño por los detalles.

De una paquetería de barrio a vestir a las falleras mayores de València

El germen de su trayectoria profesional nació en la Paquetería Flor, un pequeño comercio junto al Mercado de Colón gestionado por la familia de su esposo, Manuel Flor. En su acogedora esquina de Conde Salvatierra, Carmen comenzó haciendo composturas y arreglos, hasta que un día decidió ir más allá: empezó a confeccionar trajes a medida con un pequeño equipo en Benimàmet, mucho antes de que el concepto de “tienda de indumentaria fallera” estuviese consolidado.

Su trabajo pronto se hizo conocido entre clientas exigentes del Pla del Remei y la Gran Vía, y su habilidad con el hilo y la aguja la catapultó a lo más alto del sector.

El espolín «Soto» y un momento para la historia

Uno de los momentos más emblemáticos de su carrera llegó en 1999, cuando su sobrina, Lola Flor Bustos, fue proclamada fallera mayor de València del año 2000. Fue Carmen quien la vistió de arriba a abajo, confeccionando con su equipo en Benimàmet el histórico espolín “Soto” de color paja, tejido por Garín. Fue, además, el último traje de exaltación no entregado por el Ayuntamiento, en una época en la que las falleras mayores aún vestían trajes confeccionados por familiares o indumentaristas de confianza.

Ese momento marcó el paso de Carmen Bueso de modista a icono.

Lola Flor

El salto a su tienda en Conde Altea y una clientela de élite fallera

Con el nuevo milenio, Carmen decidió dar un paso más y abrir su propia tienda bajo su nombre: “Flor. Carmen Bueso”. Durante más de dos décadas, este espacio fue referente indiscutible en el sector de la indumentaria valenciana, por donde pasaron falleras mayores como Sara Martín, Lucía Gil, Gloria Martínez, Marta Reglero, Nela Ayora o Inmaculada Asensi, así como decenas de componentes de las cortes de honor.

Incluso fue pionera en diseñar los primeros justillos para la “dansà” en el año 2008, cuando esa prenda no era aún habitual.

La tradición familiar también continuó con las nuevas generaciones: su sobrina nieta, Lola López Flor, hija de la fallera mayor del año 2000, fue componentede la corte de honor infantil de 2024. Un legado que se ha transmitido con orgullo y pasión.

Una jubilación que no pudo disfrutar

En 2024, Carmen bajó la persiana de su tienda con la satisfacción del deber cumplido. Se retiraba para disfrutar de una merecida jubilación, traspasando el negocio y cerrando un capítulo brillante de su vida. Lamentablemente, su fallecimiento prematuro ha impedido que disfrute plenamente de esa nueva etapa.

GALERÍA| La espectacular indumentaria de los hijos de Lola Flor

Reconocimiento en vida: premio Joia del Gremio de Sastres y Modistas

En junio de 2023, Carmen Bueso recibió uno de los galardones más emotivos: el premio Joia del Gremio de Sastres y Modistas de la Comunitat Valenciana, en reconocimiento a una vida entera dedicada al arte textil.

“Nunca hubiera imaginado un final así a mi trayectoria profesional, rodeada de tanta gente que quiero, de personas maravillosas que me he encontrado a lo largo de este camino”, escribió entonces, visiblemente emocionada por el homenaje.

Un legado que se viste, no se olvida

A diferencia de otras disciplinas efímeras de la fiesta, como la pirotecnia o la creación de monumentos falleros, el arte de la indumentaria permanece. Los trajes de valenciana confeccionados por Carmen seguirán vivos en cada desfile, cada exaltación y cada “mascletà”, recordándonos que fue ella quien los hizo posibles.

Cada vez que uno de sus espolines salga del armario, alguien recordará: «Esto es un Flor».

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