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La UCO desvela un entramado entre Zaplana y un testaferro en Uruguay

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VALÈNCIA, 13 Feb. – La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha revelado en un informe al Juzgado de Instrucción número 8 de València sobre el caso Erial, en el que está imputado el expresidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, que se desconoce el destino de parte de los fondos provenientes del presunto amaño de la venta de activos de las ITV y el Plan Eólico Valenciano –3,5 millones–, pero apunta a la posibilidad de que este capital hubiera sido transferido de Luxemburgo, a dos sociedades de Uruguay, relacionadas con tres supuestos testaferros.

Uno de ellos, Fernando Belhot, participó junto con el expresidente valenciano y el de la Comunidad de Madrid Ignacio González, –investigado en el caso Lezo– en un negocio de comercialización de un producto de desinfección de aguas que intentaban efectuar. Belhot también está relacionado con estructuras de blanqueo de capitales de un caso de corrupción política en Sudamérica, el caso ‘Ciccone’.

Así consta en un informe de fecha 16 de febrero de 2018 de la UCO que explica, en primer lugar, la «operativa de compraventa de participaciones» entre empresas radicadas en Luxemburgo y España a través de la cual «se podría haber efectuado de forma velada el pago de comisiones relacionadas con las adjudicaciones de servicio de ITV y el Plan Eólico de la Comunidad Valenciana». En síntesis, el grupo Sedesa –vinculado a la familia Cotino–, habría comprado participaciones a las mercantiles Imison Internacional y Fenix Investments, ambas radicadas en Luxemburgo.

Para justificar la salida de fondos con destino a una sociedad «con cierto perfil ‘offshore'», se compraba primero participaciones de una mercantil establecida en València, Inversiones Imison, vinculada igualmente a Sedesa y la familia Cotino. «Resulta que se compran las mismas participaciones que cuatro años antes había vendido la propia Sedesa a Imison Internacional, pero abonándose por ellas una cuantía extraordinaria», señala.

Según la Guardia Civil, la sociedad luxemburguesa se utilizó como «vehículo corporativo» para «canalizar fondos que presuntamente tuvieron por objeto el pago de comisiones pactadas con ocasión de determinadas adjudicaciones públicas». En total, los investigadores señalan que entre los años 2005 y 2006 el grupo Sedesa transfirió 6,4 millones a la sociedad Imison Internacional. La misma operativa se siguió, supuestamente, con las comisiones ilícitas que fueron a parar a manos del que fuera director de gabinete de Zaplana, Juan Francisco García.

Los investigadores indican en el informe que García estaba relacionado con una serie de entradas de divisas en territorio nacional en 2012 y 2013, procedentes de la sociedad Luxemburguesa Fenix Investments SA por 2.239.107 euros y, vinculadas con estas entradas de divisas, aparece una declaración tributaria especial, por lo que «parece ser que esta persona se acogió a la amnistía fiscal que se desarrolló en España durante el año 2012».

«NO SE HA DETECTADO RETORNO»

En relación al resto del dinero expatriado a Luxemburgo y que se acumulaba en la sociedad Imison Internacional, de la que detrás estaría el expresidente Zaplana, la UCO asegura que «no se han detectado por el momento operaciones de retorno e integración en bienes del territorio nacional» y cifra esta cantidad en 3,5 millones de euros.

Cabe la posibilidad, destaca el informe, «de que el resto de fondos investigados hubiesen tenido el mismo destino y hubiesen pasado a la esfera de estas dos nuevas sociedades –radicadas en Uruguay– Disfey SA y Misnely SA», constituidas en noviembre de 2009 y que declaraban poseer un porcentaje paritario de la española Medlevante, cuyo administrador único era el ex alto cargo de Zaplana y presunto testaferro Joaquín Barceló, que a su vez hasta el momento había declarado poseer la luxemburguesa Imison Internacional.

Zaplana, Barceló y el exsecretario del consejo de administración de la CAM, Francisco Grau, quedaron la pasada semana en libertad después de que la magistrada bloqueara 6.330.000 euros que considera que tenían en dos cuentas en Suiza, hecho que para la instructora «minimiza» el riesgo de fuga.

Estas sociedades aparecen relacionadas a los uruguayos Juan Francisco Mutio Cerdeiras y Daniel García Belhot, y estos, a su vez, a Washington Fernando Belhot Fierro, del que se conocen relaciones con Eduardo Zaplana. Ambos figuran en un mismo vuelo procedente de Londres y comparten el negocio de comercialización de un producto de desinfección de aguas que intentaban efectuar junto al expresidente madrileño Ignacio González.

La UCO subraya que el perfil profesional de Fernando Belhot «podría asemejarse al de Beatriz García Paesa, abogada de servicios de decomiso y estructuras societarias en Luxemburgo. «Indiciariamente cabe la posibilidad de que estas personas podrían obtener empresas pantalla opacas y trasladar fondos ocultos en favor de los investigados», añaden.

Además, Fernando Belhot, vinculado con la firma BGL Asesores Legales y Fiscales SRL, es poseedor de relaciones societarias en países como Uruguay, Brasil, Panamá, Honduras e Irak, mientras que Daniel García Belhot, al parecer asalariado y sobrino del anterior, en lugares como Uruguay, Panamá y Argentina. Asimismo, BGL habría actuado de intermediaria en una supuesta operación de blanqueo de capitales junto con el despacho Mossack Fonseca, conocida firma panameña relacionada con múltiples sociedades ‘offshore’, detallan los investigadores.

Fuente : Europa Press

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La Policía Nacional detiene al presidente y al CEO de Plus Ultra en una redada a la aerolínea rescatada por el Gobierno durante la pandemia

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Plus Ultra

La Policía Nacional ha registrado este jueves la aerolínea española Plus Ultra, rescatada por el Gobierno de Pedro Sánchez durante la pandemia con más de 50 millones de euros. Durante la operación han sido detenidos el presidente de la compañía, Julio Martínez, y el CEO, Roberto Roselli. Según ha podido saber EL MUNDO, la investigación está dirigida por el Juzgado de Instrucción número 15 de Madrid, que ha ordenado el volcado de los dispositivos informáticos intervenidos.
Fuentes cercanas a la aerolínea —que cuenta con accionistas venezolanos— confirman la operación y aseguran que están colaborando con la Policía Judicial. La causa se encuentra bajo secreto.

Investigación por presunto blanqueo de capitales

La operación investiga un presunto delito de blanqueo de capitales. Los agentes han practicado registros en varios domicilios de los máximos responsables de la empresa, que en los últimos meses ha sido señalada por algunos de los principales investigados del caso Koldo como una de las compañías que deberían ser investigadas.

Plus Ultra fue rescatada por el Ejecutivo en el contexto de la pandemia con una ayuda superior a los 50 millones de euros, una decisión que ha generado controversia desde entonces. El exministro José Luis Ábalos ha afirmado que dicho rescate fue una imposición con la que él no estaba de acuerdo y apuntó a la figura del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, extremo que este último niega. Declaraciones en el mismo sentido ha realizado el empresario Víctor de Aldama.

El rescate de Plus Ultra: polémica y defensas internas

El ex presidente de Plus Ultra Fernando García Manso defendió, tras la concesión del rescate, que la ayuda recibida fue “la mínima imprescindible” y negó cualquier intermediación de antiguos altos cargos socialistas.

Además, justificó la necesidad del apoyo público subrayando que Plus Ultra desempeñaba un papel estratégico en la economía española, al cubrir una carencia en las conexiones aéreas con Latinoamérica. La aerolínea se definía como la “única alternativa” para obtener precios competitivos entre España y el continente americano.
Según García Manso, la desaparición de la compañía generaría un monopolio en esas rutas.

Conexiones internacionales y préstamos investigados

Según ha podido saber este periódico, la investigación está vinculada a las pesquisas abiertas por la Fiscalía suiza contra el financiero Simon Leendert Verhoeven. Entre 2020 y 2021, Plus Ultra solicitó créditos por valor de 1,3 millones de euros a varias sociedades vinculadas al entorno del financiero.

Las operaciones fueron:

  • 28 de octubre de 2020: préstamo de 500.000 dólares con Wailea Invest, domiciliada en Reino Unido.

  • 20 de noviembre de 2020: préstamo de 500.000 euros con Allpa Wira, fondo con sede en Suiza.

  • 29 de enero de 2021: préstamo de 450.000 euros con Valerian Corporation.

La compañía argumenta que recurrió a estos préstamos debido al fuerte impacto del Covid en sus cuentas y sostiene que todas las operaciones fueron legales, públicas y transparentes. Sin embargo, los investigadores analizan ahora si estas transacciones están relacionadas con un posible entramado de blanqueo internacional.

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