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Cultura

El Palau de la Música recupera el órgano Grenzing, de más de 20 toneladas y 3.000 tubos

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El Palau de la Música de Valencia ha recuperado el Gran Órgano Grenzing, un instrumento de más de 20 toneladas, 10 metros de altura y cerca de 3.000 tubos, tras finalizar los trabajos de restauración que han tenido un coste de 15.000 euros.

El órgano musical que preside la Sala Iturbi volvió a sonar instantes antes del comienzo del concierto de reapertura del Palau el pasado 5 de octubre, informa el consistorio.

La organista Arturo Barba interpretó una «Danza española» recogida en el manuscrito «Flores de Música», recopilación musical realizada entre 1706 y 1709 por el franciscano Martín y Coll.

El órgano, ya en perfectas condiciones, recuperó su protagonismo para acompañar a la Orquesta de València, como adelanto de otros actos musicales que tendrán lugar en el auditorio valenciano próximamente, como el Ciclo de órgano, que se iniciará el próximo mes de diciembre.

El Grenzing del Palau llevaba mucho tiempo en silencio debido a la falta de mantenimiento, los efectos de la pandemia y las obras de remodelación y rehabilitación del propio recinto, señalan las mismas fuentes.

El Palau de la Música recupera el órgano Grenzing

El regreso de este majestuoso instrumento, una joya musical que ha sido una parte integral de la historia del Palau, ha sido posible gracias a una reparación y puesta a punto que inicialmente se estimó en un contrato mayor, con un costo cercano a los 40.000 euros.

Sin embargo, en un esfuerzo por restaurar este instrumento icónico a su antigua gloria, los organeros aceptaron realizar el trabajo por un contrato menor, de aproximadamente 15.000 euros.

El director del Palau de la Música, Vicent Llimerá, ha celebrado la restauración del órgano y ha destacado su importancia en la experiencia musical que ofrece el Palau, ya que «constituye un tesoro musical invaluable, y su regreso es un hito significativo en nuestra reapertura».

«Estamos encantados de que este instrumento vuelva a llenar nuestras salas con su música majestuosa», ha añadido Llimerá, quien ha destacado que tanto la reapertura del Palau como el regreso de su órgano «son un testimonio de nuestro compromiso con la preservación de la cultura y la música en la ciudad».

«La restauración del órgano es un hito adicional que nos consolida como uno de los centros culturales más destacados de la comunidad», ha añadido.

El órgano, una pieza única

El Palau de la Música de València es uno de los escasos auditorios españoles que cuenta con un gran órgano, diseñado y construido por el maestro organero alemán Gerhard Grenzing a finales de los años 80 del pasado siglo XX.

Se trata de un instrumento espectacular de transmisión completamente mecánica, cuyas dimensiones alcanzan los siete metros de anchura, los diez metros de altura, y los tres de profundidad, y un peso de más de veinte toneladas.

El instrumento posee cuatro teclados manuales, pedalera completa, más de cincuenta registros y cerca de 3.000 tubos.

Además, su personalidad tímbrica y la mayor parte de su disposición sonora está inspirada en los órganos alemanes del periodo barroco, por lo que el estilo compositivo que brilla particularmente en el órgano es el de la música de tecla centroeuropea de los siglos XVII y XVIII.

Es asimismo un instrumento excelente para dar vida al repertorio organístico barroco en general, y alemán en particular, de los tiempos de Johann Sebastian Bach y sus precedentes, señalan desde el consistorio.

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Cultura

Muere Alfonso Ussía

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Alfonso Ussia

Alfonso Ussía, uno de los escritores y periodistas más influyentes de la prensa española de las últimas décadas, ha fallecido en Ruiloba, Cantabria, a los 77 años. Su muerte pone fin a una trayectoria marcada por el ingenio, la sátira y una fidelidad absoluta a sus lectores, especialmente en ABC, La Razón y en sus últimos años en El Debate, donde siguió publicando hasta el final de su vida.

Alfonso de Ussía y Muñoz-Seca nació en Madrid el 12 de febrero de 1948 y falleció en Ruiloba, Cantabria, el 5 de diciembre de 2025. Fue escritor, periodista y una de las firmas más reconocidas de la prensa española durante más de cinco décadas. Su estilo satírico, su defensa de la monarquía y su mirada crítica marcaron a generaciones de lectores.

Durante su vida profesional brilló especialmente en ABC y, en los últimos años, en El Debate, donde publicó diariamente hasta sus últimos días. También trabajó en radio, televisión, semanarios y colaboró con diferentes medios. Era autor de la exitosa serie del marqués de Sotoancho, ilustrada por su amigo Barca, con quince volúmenes publicados.

Estaba casado con Pili Hornedo Muguiro, con quien tuvo tres hijos y ocho nietos. Su familia fue decisiva tanto en su vida personal como en su forma de trabajar, especialmente en sus últimos años, cuando ya no podía escribir físicamente y dictaba sus textos.

Su compromiso con la escritura hasta el final

La escritura fue su motor vital. Cuando su salud se debilitó, continuó dictando artículos a su hija Isabel hasta quedarse sin voz. Tras recibir la extremaunción aún siguió escribiendo, convencido de que su columna diaria era su forma de mantenerse en contacto con sus lectores. El último día en que dictó un artículo fue el martes anterior a su fallecimiento.

Su fidelidad a El Debate fue absoluta desde el 1 de octubre de 2021, fecha del relanzamiento del diario. Su audiencia digital demostraba diariamente el enorme seguimiento que conservaba, incluso en los nuevos formatos periodísticos.

Raíces familiares e influencias

Alfonso Ussía nació en una familia con identidad marcada y un legado literario. Su padre era vasco, y de él heredó la lealtad absoluta a la Corona y una profunda admiración por don Juan de Borbón, rey de derecho. Siempre estuvo a su lado, aunque nunca fue cortesano ante don Juan Carlos o don Felipe.

De su madre heredó la brillantez literaria y el espíritu satírico de su abuelo, don Pedro Muñoz Seca, figura clave del teatro español y asesinado en Paracuellos en 1936. Este vínculo marcó profundamente su personalidad, su estilo y su sentido de la responsabilidad cultural.

Formación y primeros pasos

Estudió en los colegios del Pilar y Alameda de Osuna, instituciones que moldearon su carácter. Inició las carreras de Derecho y Periodismo, aunque no llegó a terminarlas porque su vocación real era ser escritor. Esa profesión no tenía titulación oficial, pero sí le permitió vivir holgadamente y convertirse en un referente nacional.

Sus primeros trabajos fueron en los diarios Informaciones, Diario 16 y Ya, hasta que llegó a ABC, donde consolidó la etapa más sólida y reconocida de su carrera.

Poesía satírica y provocación inteligente

Su talento satírico destacaba tanto en prosa como en poesía. Era provocador, versátil y conocedor de los límites según el contexto. Una anécdota habitual recuerda una conferencia en Santander sobre poesía satírica española. Antes de iniciarla, preguntó si podía incluir unos versos polémicos sobre el marqués de Villaverde. Finalmente decidió no hacerlo, atendiendo a la prudencia solicitada.

También vivió una intensa pasión por el deporte, especialmente el Real Madrid, para el que llegó a presentarse como candidato a presidente. Perdió por escaso margen frente a Ramón Mendoza, y más tarde se conocería el escándalo de votos de socios fallecidos. Su ironía resumió aquello con una frase memorable: menos mal, qué follón ser presidente del Madrid.

Estrella indiscutible de ABC

Ussía fue una de las principales estrellas de ABC durante años. Sin embargo, cuando el periódico pasó a ser propiedad del grupo Vocento, su situación profesional se volvió más incómoda. La presión de amenazas terroristas le obligó a pedir seguridad, y él defendía que debía ser el diario quien asumiera esa responsabilidad, en coherencia con el riesgo generado por lo publicado.

Una de sus columnas más polémicas, El cerdo vasco, provocó su salida definitiva del periódico. Tras valorar diferentes propuestas, se incorporó a La Razón, donde volvió a convertirse en figura destacada. En aquella etapa se crearon los Premios Alfonso Ussía, con cinco categorías: Estudiante del año, Héroe del año, Conservación de la naturaleza, Personaje del año y Trayectoria profesional. Tras su marcha, los premios fueron suprimidos.

Su salida estuvo motivada por su negativa a formar parte de un grupo mediático que integraba tanto La Sexta como La Razón bajo la misma propiedad. Esa decisión reafirmó su independencia, pero lo dejó sin grandes apoyos empresariales, limitando sus colaboraciones a pequeños proyectos con los que apenas podía vivir.

El retiro en Ruiloba y una vida nueva

Apoyado siempre por su mujer Pili Hornedo, enfermera jubilada y compañera absoluta, la pareja decidió vender su casa en Madrid y mudarse a su vivienda en Ruiloba, junto a Comillas, en Cantabria. Allí vivían desde hacía años durante los veranos y, con el tiempo, encontraron un refugio definitivo para vivir con serenidad.

Regreso a El Debate en homenaje a su abuelo

El 29 de julio de 2021 fue invitado a almorzar en el Real Club Marítimo de Santander, donde recibió la propuesta de incorporarse al nuevo proyecto de El Debate. Su entusiasmo fue inmediato. La conexión familiar era profunda: don Pedro Muñoz Seca había sido una firma histórica del diario antes de su asesinato.

Aceptó con la única condición de evitar críticas directas al Papa, a lo que accedió sin problema. Su incorporación fue un impulso para el diario y consolidó el relanzamiento de El Debate dentro del panorama digital.

Principios inquebrantables

Alfonso Ussía fue un hombre de principios muy claros: la defensa de la Corona, la identidad nacional, el respeto a las Fuerzas Armadas y una visión cultural conservadora. Su trayectoria fue reconocida con distinciones como la Gran Cruz del Mérito Naval con distintivo blanco y la Cruz de Plata al Mérito de la Guardia Civil.

La última distinción y la despedida

A finales de agosto de 2025, Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, viajó hasta su casa en Ruiloba para entregarle el Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid en Literatura. Era un reconocimiento íntimo, humano y muy emotivo, en un momento en el que ya sufría rotura de cadera y cáncer avanzado.

El encuentro fue breve, pero profundamente significativo. Era evidente que se trataba de su última gran distinción pública.

Semanas después conversó por última vez con amigos. Su voz era débil, pero todavía conservaba humor. La anécdota final que lo alegró especialmente fue la confesión del actor Antonio Resines, quien lo reconoció gracias a su retrato en El Debate y afirmó leerlo cada día. Aquello le emocionó profundamente.

Su muerte deja un vacío inmenso en el periodismo español, en la sátira contemporánea y en la literatura humorística. Para quienes lo siguieron durante décadas, Alfonso Ussía fue una compañía diaria cargada de ingenio, libertad y estilo.

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