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Salud y Bienestar

¿Qué se necesita para ser donante de óvulos?

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¿Qué se necesita para ser donante de óvulos?

¿Alguna vez te has preguntado si puedes donar tus óvulos? En caso de que lo hayas hecho y de que estés interesada en darles la oportunidad a otras mujeres de convertirse en madres, entonces te invitamos a que no te pierdas este artículo.

Con la ayuda de Comparte Felicidad, una experimentada clínica que ofrece la posibilidad de donar óvulos en Valencia, te contamos todo lo que necesitas saber para convertirte en una donante de óvulos.

¿Qué es la donación de óvulos?

La donación de óvulos es una técnica de reproducción asistida en la que mujeres de identidad anónima donan sus óvulos de forma voluntaria, para que posteriormente sean fecundados e implantados en otra mujer que, por diferentes razones, no puede quedar embarazada de manera natural.

Aunque es una práctica remunerada en la que las donantes reciben una compensación económica por sus óvulos, la misma se considera como un gesto altruista que permite que miles de mujeres puedan hacer realidad su sueño de ser madres.

¿Quién puede donar óvulos y cuáles son los requisitos?

En España, las mujeres candidatas a ser donantes de óvulos deben tener entre 18 y 35 años de edad y además, deben gozar de un excelente estado de salud tanto física, como mental y emocional. No obstante, estos no son los únicos requisitos para poder convertirse en donantes. Otros de los requisitos son los siguientes:

  • No ser madre lactante
  • No padecer enfermedades de transmisión sexual
  • Tener un ciclo menstrual regular
  • No usar métodos anticonceptivos orales (por lo menos con un mes de antelación al tratamiento)
  • Tener una estatura mínima de 1.65 metros
  • Tener un peso e IMC (Indice de Masa Corporal) saludables

Exámenes y valoraciones a los que debe someterse la donante de óvulos

Una vez que las mujeres aspirantes a ser donantes de óvulos hayan cumplido con los requisitos para ser pre seleccionadas, a continuación deben ser sometidas a una serie de exámenes y valoraciones médicas que permitirán determinar si pueden convertirse de manera definitiva en donantes.

Evaluación médica general

La potencial donante donante acude a su primer reconocimiento médico. Aquí se le tomarán sus datos generales, se le harán peguntas referentes a su estado de salud y a sus antecedentes familiares, y también se le hará una revisión física pertinente. Esto permitirá constatar que se trata de una mujer saludable que puede someterse al tratamiento.

Exámenes sanguíneos

La mujer donante de óvulos debe suministrar una o varias muestras de sangre para determinar su grupo sanguíneo, así como para descartar enfermedades de transmisión sexual como VIH, sífilis y hepatitis. Si los resultados son favorables, puede seguir con el proceso.

Evaluación ginecológica

La voluntaria debe asistir a una evaluación ginecológica en la que el médico, además de hacer un reconocimiento general de la salud reproductiva de la mujer que incluye exámenes como citologías y ecografías, debe comprobar que se trate de una mujer completamente fértil. Sin dudas, esto es fundamental para ser aceptada como donante de óvulos

Evaluación genética

Es indispensable descartar que la futura donante de óvulos sea portadora de enfermedades genéticas o que cuente con un historial familiar relacionado, por lo tanto, es obligatorio que sea sometida a una serie de pruebas genéticas.

Evaluación psicológica

Como parte del proceso de ovodonación, la mujer debe ser sometida a un estudio psicológico general para descartar trastornos y enfermedades tanto mentales como emocionales. Recuerda, que este es un proceso complejo que exige de madurez y de óptima salud mental y emocional.

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Salud y Bienestar

Cómo eliminar el anisakis de la merluza y disfrutar del pescado sin riesgos

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El anisakis es un parásito presente en muchos pescados y cefalópodos que puede causar anisakiasis, una enfermedad que provoca trastornos digestivos y reacciones alérgicas graves. La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) advierte que el consumo de pescado crudo o poco cocinado es el principal riesgo, y ofrece recomendaciones para disfrutar del pescado con seguridad.

1. Selección y manipulación del pescado

El primer paso para evitar la infección es elegir pescado fresco y limpio, preferiblemente sin vísceras. Si compras el pescado entero, retira las vísceras inmediatamente, ya que el parásito se encuentra principalmente en ellas. Este gesto reduce significativamente el riesgo de anisakiasis.

2. Cocción adecuada: el método más efectivo

Cocinar el pescado correctamente es fundamental para eliminar el anisakis. Asegúrate de que la temperatura interna alcance al menos 60 °C durante un minuto. Como guía práctica:

  • Una pieza de pescado de 2,5 cm de grosor necesita unos 10 minutos de cocción, dándole la vuelta a la mitad del tiempo.

  • Puedes freír, hornear, cocer o cocinar a la plancha, siempre controlando la temperatura uniforme.

3. La congelación salva vidas

Cuando el pescado se va a consumir crudo o semicrudo, la congelación es obligatoria. Las recomendaciones de AECOSAN incluyen:

  • Congelar a –20 °C o menos durante mínimo cinco días.

  • Usar frigoríficos con tres estrellas o más para asegurar la temperatura.

  • Comprar pescado ya congelado de proveedores que cumplan esta norma.

4. Preparaciones que requieren congelación

Algunas recetas tradicionales o internacionales deben seguir este paso:

  • Boquerones en vinagre, ceviche, sashimi o sushi.

  • Carpaccios y pescados marinados.

  • Huevas crudas, arenques o pescados ligeramente salados.

  • Pescado ahumado en frío.

5. Productos que no necesitan congelación

No todo el pescado requiere congelación:

  • Moluscos bivalvos: mejillones, ostras, almejas, coquinas.

  • Pescados de agua dulce: truchas, carpas.

  • Semiconservas y pescados curados: anchoas, bacalao, mojamas.

6. Legislación y responsabilidad

La UE y España obligan a que los productos de la pesca estén libres de parásitos visibles y que los establecimientos garanticen la seguridad de los alimentos crudos o semicocidos. Además, los consumidores tienen derecho a información sobre congelación previa.

7. Prevención: clave para disfrutar del pescado

La prevención del anisakis combina:

  • Elección de pescado limpio y fresco.

  • Cocción a temperaturas seguras.

  • Congelación adecuada cuando sea necesario.

Siguiendo estas recomendaciones, es posible disfrutar de la merluza y otros pescados sin riesgos, equilibrando tradición culinaria y seguridad alimentaria.


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