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Cultura

‘Alegato al Tempus fugit en la galería Mr. Pink’, por Mireia Muñoz

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Mireia Muñoz Vidal

Mireia Muñoz

Historiadora del Arte

La fugacidad de la vida, materializada en distintos lenguajes, es uno de los temas más presentes en la historia y la sociedad desde la Antigua Roma. En el caso de la esplendorosa ciudad italiana, se cuenta que los siervos se encargaban de repetirle constantemente al General en cuestión, que desfilaba victorioso por la ciudad de Roma, palabras que hacían alusión a la expresión latina Memento Mori (“recuerda que morirás”), recordándole así la fugacidad de la vida con intención de evitar la más que esperable soberbia fruto del poder. Con distintas palabras, simbologías o enfoques, esta temática se reprodujo en arte y literatura durante diversos períodos artísticos y literarios, teniendo especial repercusión en la época barroca, cuando se gesta y consolida el famoso término Vanitas como género de bodegón en la historia del arte, basando sus características iconográficas en el Tempus fugit  (junto con su inseparable concepto Carpe diem) y el Memento mori.

Es precisamente esta última expresión, Memento mori, la que da título a la exposición que hasta el próximo 25 de abril ocupa el espacio de la Galería Mr.Pink (C/Guillem de Castro 110, Valencia). Se trata de un proyecto que surge de tres artistas: Marcos Martínez, Valero Doval y Cécile Giovannini. Los tres presentan obras que giran entorno a la fugacidad de la vida y la dimensión humana a través de las herramientas que el diseño, la actualización y personalización de los soportes matéricos y la revisión de los términos les aporta.

La artista suizo-italiana Cécile Giovannini presenta un conjunto de obras que recuerdan a la estética Art Decó y a la publicidad. Sus obras muestran desde un maniquí con las partes del cuerpo mutiladas hasta un bodegón actualizado que, no obstante, presenta elementos fácilmente reconocibles de la tradición iconográfica de la Vanitas: las flores, el espejo (símbolo de la vanidad), la carne, el cuerpo humano, los insectos…todos ellos elementos característicos de la simbología del Memento mori, especialmente en época barroca, ya que aludían y aluden al paso del tiempo de forma evidente y tienen una carga de efimeridad que ha facilitado su adscripción al género de la Vanitas desde el momento en que éste se gestase.

Cécile. Momento Mori

Marcos Martínez explora la dimensión humana mezclando la técnica del collage con la pintura. Utiliza especialmente figuras en blanco y negro, asentadas algunas de ellas en el colectivo imaginario, y las descontextualiza de todo medio anterior. En una de las series las superpone sobre fondos de naturaleza montañosa con figuras tridimensionales de colores complementarios a los del fondo, que los hace destacar más visualmente. Esto produce un contraste cromático que capta al espectador desde que pisa la sala.

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Por su parte, Valero Doval, expone una de las series que ha trabajado para la muestra: Pineal Variatons, donde analiza cómo interpretamos lo que sentimos, explorando la dimensión espiritual. Para ello recurre en algunas de sus obras a un evidente elemento iconográfico propio de la Vanitas: el esqueleto humano o la calavera. Este concepto estaba muy asociado a la expresión que lleva por título la exposición, que daba nombre también a grabados y otras obras de arte (especialmente del siglo XVII y XVIII) donde el cuerpo humano despojado de sus carnes era protagonista del paso del tiempo y así lo recordaba constantemente. No es casualidad que la personificación de la conocida Parca o Muerte presumiera de esqueleto muchas veces en posiciones que nos recuerdan a las obras de Doval, quien las dota de color personalizándolas y creando una conexión introspectiva con el espectador.

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La muestra es altamente recomendable. No únicamente por su explorada dimensión estética y técnica y la atracción visual que ésta produce, sino para recordar de nuevo que el Carpe diem es más que necesario en nuestra vida, un proceso efímero que es infinitamente mejor cargado de emociones y alejado de soberbias y altanerías. Como se ha observado, sigue siendo una filosofía vigente en medios visuales, y actualmente audiovisuales, tal y como se desprende de la famosa expresión Valar Morghulis, traducida por “Todos los hombres deben morir”,de la serie Juego de Tronos, un ejemplo más de la continua presencia del concepto Memento mori en la sociedad contemporánea.

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Cultura

San Vicente Ferrer: El predicador que transformó corazones y almas en la Valencia medieval

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San Vicente Ferrer
San Vicente Ferrer

La historia de San Vicente Ferrer es fascinante y está llena de eventos significativos que marcaron tanto su vida como su legado en la historia de la Iglesia Católica.

Nombre: San Vicente Ferrer

Fecha de nacimiento: 23 de enero de 1350

Lugar de nacimiento: Valencia, Reino de Valencia

Fecha de fallecimiento: 5 de abril de 1419

Lugar de fallecimiento: Vannes, Ducado de Bretaña (actual Francia)

Logros y Contribuciones:

  1. Predicador Incansable: Dedicó su vida a predicar el mensaje del Evangelio por toda Europa, desde España hasta Italia, Francia, Suiza e incluso Inglaterra. Su elocuencia y persuasión atrajeron multitudes, y se le atribuye la conversión de miles de personas.
  2. Renovador Espiritual: Fue un líder espiritual en un período de agitación y división en la Iglesia Católica. San Vicente Ferrer promovió la reforma eclesiástica y la renovación espiritual a través de su predicación centrada en la penitencia, la virtud y el amor a Dios.
  3. Milagros y Leyendas: Se le atribuyen numerosos milagros durante su vida y después de su muerte, lo que contribuyó a su reputación de santidad. Entre los milagros más conocidos se incluyen curaciones milagrosas, resurrecciones y eventos sobrenaturales.
  4. Canonización y Legado: Fue canonizado por el papa Calixto III en 1455. Su legado perdura hasta hoy, siendo venerado como el patrón de los predicadores y protector de la ciudad de Valencia. Su influencia es visible en la iconografía religiosa, la literatura y el arte.

Características Personales de San Vicente Ferrer:

  1. Carisma y Elocuencia: Dotado de un don para la oratoria, San Vicente Ferrer cautivaba a su audiencia con su elocuencia y fervor. Su habilidad para comunicar la palabra de Dios lo convirtió en un predicador excepcionalmente influyente.
  2. Devoción y Humildad: A pesar de su fama y reconocimiento, San Vicente Ferrer mantuvo una vida de humildad y devoción a Dios. Se entregó por completo al servicio de los demás y vivió una vida de austeridad y sacrificio personal.
  3. Compasión y Compromiso Social: Demostró una profunda compasión por los necesitados y los enfermos, dedicando tiempo y recursos a ayudar a los menos afortunados. Su compromiso social reflejaba su convicción de que la fe cristiana debía manifestarse en acciones concretas de amor y servicio.

Los aspectos más destacados de su vida:

  1. Orígenes y Educación: San Vicente Ferrer nació el 23 de enero de 1350 en Valencia, España, en el seno de una familia noble. Desde temprana edad, mostró una profunda devoción religiosa y una inteligencia excepcional. Estudió teología y derecho canónico en la Universidad de Lérida y más tarde en la Universidad de Montpellier, donde obtuvo su doctorado.
  2. Vida Religiosa: Después de completar sus estudios, Vicente Ferrer ingresó en la Orden de los Dominicos, dedicándose por completo a la vida religiosa y al estudio de las Escrituras. Pronto destacó por su profunda espiritualidad y su elocuencia en la predicación.
  3. Predicación y Misiones: Uno de los aspectos más destacados de la vida de San Vicente Ferrer fue su extensa labor misionera y su capacidad para atraer multitudes con sus sermones. Recorrió gran parte de Europa, desde España hasta Italia, Francia, Suiza e incluso Inglaterra, predicando la palabra de Dios y convirtiendo a miles de personas.
  4. Milagros y Leyendas: Durante su vida y después de su muerte, se atribuyeron a San Vicente Ferrer numerosos milagros. Se dice que realizó curaciones milagrosas, resucitó a los muertos y predijo el futuro. Estos eventos sobrenaturales contribuyeron a su fama de santidad y a la veneración popular.
  5. Reforma Eclesiástica: En un momento de agitación y división en la Iglesia Católica, San Vicente Ferrer abogó por la reforma eclesiástica y la renovación espiritual. Sus sermones se centraban en la penitencia, la virtud y el amor a Dios, y su influencia contribuyó a revitalizar la fe de muchos.
  6. Canonización y Legado: San Vicente Ferrer fue canonizado por el papa Calixto III en 1455, apenas 36 años después de su muerte. Su legado perdura hasta hoy, siendo venerado como el patrón de los predicadores y protector de la ciudad de Valencia. Su influencia es visible en la iconografía religiosa, la literatura y el arte.

La vida de San Vicente Ferrer es un testimonio de fe, devoción y entrega al servicio de Dios y de sus semejantes. Su ejemplo continúa inspirando a millones de personas en su búsqueda de una vida de virtud y amor cristiano.

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