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Cultura

Fernando Delgado, defensor de la palabra en el periodismo, la literatura y la política

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Fernando Delgado
El periodista y escritor Fernando Delgado, fallecido este domingo, en una imagen en Faura (Valencia), en enero de 2022. EFE/ Ana Escobar/Archivo

Madrid, 18 feb (OFFICIAL PRESS-EFE).- El escritor y periodista Fernando Delgado, fallecido este domingo a los 77 años, tuvo una larga trayectoria tanto en los medios de comunicación como en la literatura, desde donde defendió la palabra al igual que lo hizo en su etapa política en las Cortes Valencianas.

Nacido en Santa Cruz de Tenerife en 1947, estudió Filosofía y Letras y Periodismo tras lo que comenzó a trabajar en Radio Nacional de España, convirtiéndose en 1981 en el primer director de Radio 3, para pasar después a dirigir Radio Nacional de España, donde llevó a cabo una profunda transformación en formatos y contenidos.

Fernando Delgado: su trayectoria periodística

Tras formar parte del Consejo de administración de RTVE regresó a la dirección de RNE, y más tarde fue editor y presentador del Telediario del fin de semana en TVE.

La Cadena Ser fue su siguiente destino, donde se encargó del espacio de fin de semana hasta el verano de 2005, cuando abandonó el periodismo para dedicarse a su otra gran pasión, la literatura.

Para Fernando Delgado, el periodismo y literatura se complementan: tienen en común la utilización del lenguaje y «mientras el escritor aporta al periodismo un sentido de la palabra justa, el periodismo aporta a la literatura el contacto con la realidad», aseguraba.

Numerosas obras

Autor prolífico, en 1973 publicó su primera novela, «Tachero», a la que seguirían títulos como «Exterminio de Lastenia» (1980) por la que obtuvo el Premio Pérez Galdós de novela, «Ciertas personas» (1989), «Háblame de ti» (1993) o «Cambio de tiempo» (1994).

Al año siguiente, en 1995 obtuvo con su novela «La mirada del otro», el Premio Planeta, que luego Vicente Aranda la llevó al cine. Durante los últimos diez años, desde la edición de 2014, fue miembro del jurado del Premio Planeta.

Otras novelas suyas son: «No estabas en el cielo» (1996), «Escrito por Luzbell» (1998), «Sobre el amor y sus contrarios» (2000), «Presencias de ceniza» (2000), «Isla sin mar» (2002) y «Parece mentira» (2005), «De una vida a otra» (2009), «Paisajes de la memoria» (2010), «El pájaro escondido en un museo» (2010), «También la verdad se inventa» (2012), «Me llamo Lucas y no soy perro» (2013), «Donde estuve» (2014), «Sus ojos en mí» (2015), con la que ganó el Premio Azorín, o «El huido que leyó su esquela» (2017).

También escribió poesía, un género que era para él ese espacio de sosiego e intimidad alejado del «ruido que está lleno latrocinio y corrupción», decía.

Lector «muy exigente» de poesía, creía que era «el más importante espacio de la literatura » y consideraba que actualmente las librerías estaban «llenas de acumulación de imbecilidades» y defendía que lo importante en literatura son las ideas y la palabra.

Faura, el hogar de Delgado

Afincado en el municipio valenciano de Faura desde hace casi 20 años, fue diputado en Les Corts Valencianes durante una legislatura (la del 2015 al 2019), al ir de número dos, como independiente, en la lista del PSPV-PSOE, partido con el que tenía «una gran sintonía» desde los años en que vivía en Madrid, en sus propias palabras.

Su salto a la política lo dio por «principio ético» y para participar en «una época de cambio» que veía «ilusionante» y contra la que creía «ingenuo» resistirse, según afirmó en una entrevista con la Agencia EFE unos meses antes de las elecciones de 2015.

Entonces dijo sentirse sorprendido cuando el secretario general de los socialistas valencianos, Ximo Puig, le llamó para pedirle que formara parte de la lista socialista a Les Corts Valencianes, en la que también figuraba la escritora y periodista Carmen Amoraga, ganadora del Premio Nadal en 2014.

Defendió en política que la palabra es una exigencia que todo diputado «debe imponerse, después de haber pensado», algo que, según ha lamentado, «no parece ser lo más común en las tribunas públicas españolas, donde con frecuencia se impone la charlatanería».

Delgado, que entre febrero de 2021 y junio de 2023 presidió el Patronato del Museo de Bellas Artes de Valencia, estaba también en posesión del Premio Ondas Nacional de Televisión y de la Antena de Oro (1995).

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Las diferencias entre «El caso Asunta» y la historia real

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diferencias entre "El caso Asunta" y la historia real
Las diferencias entre "El caso Asunta" y la historia real-NETFLIX

La serie «El caso Asunta» de Netflix ha capturado la atención del público al explorar uno de los crímenes más notorios en la historia reciente de España. Sin embargo, como suele ser el caso en las adaptaciones cinematográficas, la serie ha tomado ciertas libertades creativas para dar forma a su narrativa. Aquí analizaremos las diferencias más destacadas entre la ficción de la serie «El caso Asunta» y la historia real que conmovió al país.

Caracterización de Personajes Clave:

La representación de figuras cruciales en el proceso judicial, como el juez instructor y los abogados defensores de Rosario Porto y Alfonso Basterra, ha sido modificada en la serie. Por ejemplo, el juez en la ficción, llamado Malvar, difiere notablemente de la figura real, Vázquez Taín, quien aclaró públicamente su papel en la instrucción del caso. Además, la dinámica entre los abogados en la serie difiere de la realidad, especialmente en cómo se unieron para la defensa.

Enfoque en Personajes de la Guardia Civil:

La serie otorga relevancia a dos agentes de la Guardia Civil, interpretados por María León y Carlos Blanco, quienes desempeñaron un papel significativo en la investigación. Sin embargo, esta representación se simplifica en comparación con el equipo completo de agentes que estuvo involucrado en el caso real. La serie utiliza estos personajes para profundizar en temas como la paternidad y la relación con la niña fallecida.

Papel del Amante de Rosario:

La serie presenta al amante de Rosario como un personaje llamado Vicente, mientras que en la realidad su nombre era Manuel. La serie sugiere una implicación más directa del amante en el crimen, mientras que en el juicio real su testimonio fue descartado por la defensa.

Aspectos Sensacionales y Controversiales:

La serie explora temas sensibles como las fotografías de Asunta y el contenido encontrado en los dispositivos electrónicos de Alfonso Basterra. Aunque estos elementos fueron discutidos en los medios, su relevancia en el juicio real fue limitada.

Hipótesis y Versiones:

La serie presenta dos hipótesis sobre los posibles responsables del crimen, contrastando las perspectivas del juez instructor y la agente de la Guardia Civil. Aunque estas narrativas agregan dramatismo, el juicio concluyó con una sentencia firme.

Al explorar estas diferencias, podemos apreciar cómo la serie «El caso Asunta» equilibra elementos de la realidad con el entretenimiento dramático, generando debate sobre la ética de abordar eventos reales a través de la ficción televisiva.

El caso Asunta

El caso Asunta Basterra Porto fue un trágico suceso que conmocionó a España en septiembre de 2013. Asunta, una niña de 12 años, fue encontrada sin vida en una pista forestal cerca de Santiago de Compostela, Galicia. La investigación inicialmente se centró en descubrir las circunstancias de su muerte, que resultó ser un homicidio.

Los padres de Asunta, Rosario Porto Ortego y Alfonso Basterra Camporro, fueron los principales sospechosos desde el principio. Ambos fueron arrestados y posteriormente juzgados por el asesinato de su hija. Durante el juicio, se revelaron detalles escalofriantes sobre la relación de los padres con Asunta y las circunstancias que rodearon su muerte.

El sedante, clave

Uno de los aspectos más perturbadores fue la sospecha de que los padres administraron a Asunta una dosis letal de un sedante, lorazepam, para luego trasladar su cuerpo y simular un suicidio o un accidente. El caso fue ampliamente seguido por los medios de comunicación y generó un debate público sobre la violencia doméstica y el bienestar de los niños.

En 2016, tras un largo proceso judicial y un extenso juicio, Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron declarados culpables de asesinato y condenados a penas de prisión. El caso Asunta sigue siendo recordado como uno de los crímenes más impactantes en la historia reciente de España, destacando las complejidades y tragedias dentro de las relaciones familiares.

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