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Valencia

Fallece otra de las mujeres heridas en el incendio de Moncada, lo que eleva a 9 los muertos

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Imagen del exterior de la habitación donde se originó el fuego. EFE/Kai Försterling/Archivo

València, 27 ene (EFE).- Una de las personas que resultaron heridas en el incendio de la residencia de ancianos de Moncada (Valencia) de la semana pasada, una mujer, ha fallecido en el hospital en el que estaba ingresada, lo que eleva a nueve las víctimas mortales por este suceso.

Según han informado este jueves fuentes de la Conselleria de Sanidad, se ha dado el alta a una de las personas hospitalizadas a causa de este siniestro, por lo que en este momento permanecen ingresadas tres, todas ellas en planta.

El incendio se produjo la noche del pasado 18 de enero en la zona de la residencia donde están los internos con mayor grado de dependencia, y según las investigaciones preliminares estuvo originado por una anomalía eléctrica en una regleta de la habitación donde comenzó el incendio.

Esa misma noche fallecieron cinco de los ancianos, mientras que en los últimos días se han producido otras cuatro muertes de personas que habían sido hospitalizadas a causa del incendio y que no han podido superar las heridas.

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Valencia

Malestar entre los propietarios e inquilinos del edificio incendiado de Campanar por las ayudas

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Incendio Campanar últimas noticias
Esqueleto del edificio de Campanar tras el fuego. EFE/Manuel Bruque/Archivo

Sigue desde Official Press toda la información sobre el incendio de Campanar, las últimas noticias y la situación de los afectados:

València, 08 mayo (OP-EFE).-Propietarios e inquilinos del edificio incendiado en el barrio de Campanar de València el pasado 22 de febrero, en el que murieron diez personas, difieren sobre el destino de los fondos de la campaña principal de micromecenazgo que se inició para ayudar a los afectados.

Según los primeros, desde el principio se dijo que el dinero era para ayudar a los propietarios a reconstruir el edificio, en el caso de que fuera factible, mientras los segundos defienden que la recaudación era para todos los damnificados, independientemente de que fueran propietarios o inquilinos.

El vicepresidente de la Asociación de Propietarios del incendio de Campanar (Aproicam), Enrique Salvador, ha manifestado a EFE que «no ha habido ningún malentendido; desde el primer momento, los impulsores del ‘crowfunding’, Sergio y Violeta, dijeron que las ayudas eran para que los propietarios reanudaran la vida en el barrio y eso pasaba por reconstruir, si se podía, las viviendas».

«No ha habido ningún cambio de criterio ni nada. En todo caso, ha habido una aclaración respecto al destino pero desde el primer momento el destino era ese», ha asegurado.

Propietarios e inquilinos del edificio incendiado de Campanar difieren sobre las ayudas

Sin embargo, desde la Asociación de Residentes Damnificados del Incendio de Campanar (Ardic), que aglutina a propietarios, inquilinos y familiares de daminificados, su vicepresidente, Manuel Fandos, ha señalado a EFE que la campaña se inició como una recaudación impulsada por las fallas del barrio para «todos los residentes, independientemente de que fueran propietarios o inquilinos».

Pero Enrique Salvador ha insistido en que la «campaña oficial» es la de Sergio y Violeta y ellos «decidieron que para recuperar la vida normal en el barrio de Campanar tenían que ayudar a los propietarios, porque además, va a hacer falta mucho dinero, en el caso de que se pueda reconstruir».

«Los inquilinos tienen todas las ayudas y si tienen seguro de contenido, han podido recuperar todo el valor de sus enseres pero nosotros no, nuestros seguros serán insuficientes. Hemos perdido, aparte del contenido, toda la vivienda, los ahorros de toda nuestra vida», ha lamentado.

Aunque no ha precisado la cantidad, ha indicado que la campaña lleva recaudados «más de 100.000 euros» y ha insistido: «No vamos contra nadie; solo vamos a favor de que ese objetivo pueda conseguirse».

Manuel Fandos ha replicado: «llama la atención que un fin positivo para familias damnificadas, independientemente de si eran propietarios o inquilinos, haya cambiado su destino».

«Era la unificación de muchas fallas y es muy posible que muchas ni se hayan enterado de ese cambio», ha precisado y ha lamentado que las ayudas que se donaron para todos los afectados se «diluyan» al cambiar el destino del dinero «a una posible reconstrucción del edificio, que no se sabe si va a hacerse».

Ha asegurado que a dos días de iniciarse la campaña, cuando ya se habían recaudado más de 100.000 euros, las fallas «dejaban claro que el dinero era para la gente que se había quedado sin nada» y que sería el Ayuntamiento el que haría el reparto «en función de las necesidades de cada uno».

Recaudaciones de fondos a través de GoFundMe

En un comunicado, Ardic ha recordado que las recaudaciones de fondos a través de GoFundMe se crearon al día siguiente del incendio con «la finalidad de proporcionar ayuda a todos los damnificados» y entonces no habían sido creadas ni Aproicam ni Ardic.

Ha mostrado su «preocupación» por el «cambio en la finalidad de las donaciones recaudadas en mayo de 2024» por motivos que dicen desconocer «pero que claramente difieren de los objetivos originales».

«Los propios creadores de los GoFundMe transmitieron reiteradamente y a través de varios medios de comunicación la voluntad de hacer llegar estas ayudas a todos los damnificados, lo que animó potencialmente donantes e incrementó la recaudación», ha recordado.

Ha advertido que Aproicam «no representa a todos los propietarios, sino solo a aquellos que forman parte de dicha asociación», y ha agregado: «muchos propietarios son inversionistas, que cuentan con varias propiedades en su poder y que no vivían allí», por lo que ven «injusto» que las donaciones «vayan a este tipo de inversionistas en lugar de a damnificados».

La asociación ha resaltado que «todos» los afectados, propietarios o inquilinos, han recibido ayudas de la Generalitat y del Ayuntamiento y además, los propietarios «han recibido compensaciones por medio de seguros de contenido, continente, inhabitabilidad, condonación de deuda hipotecaria y pagos de exclusivas en entrevistas».

Igualmente, ha incidido en que «no se ha obtenido la aprobación necesaria para la reconstrucción de las viviendas» por lo que el destino de las ayudas anunciado por Aproicam genera «incertidumbre» y plantea «interrogantes sobre la distribución y el uso adecuado de las donaciones».

Por ello, ha pedido «una revisión transparente y justa de la situación, con el objetivo de garantizar que las donaciones se utilicen de acuerdo con los deseos de quienes las hicieron» y ha concluido que seguirán «luchando por la justicia y la igualdad de trato para todos los damnificados por el incendio de Campanar».

La investigación policial y pericial

Las primeras investigaciones de la policía científica apuntaron a un cortocircuito en el mecanismo del toldo del apartamento 86 del bloque más alto como posible causa del incendio -de hecho, en los primeros vídeos del siniestro se ve ese toldo ardiendo-, pero después se concretó que habría estado en un electrodoméstico de la cocina de esa vivienda.

El Juzgado de Instrucción número 9 de València se hizo cargo del caso, pero el 8 de marzo acordó archivarlo tras recibir un oficio policial en el que se descarta la «etiología criminal o delictiva» del siniestro.

Familiares de cuatro de los fallecidos anunciaron entonces que recurrirían ese sobreseimiento, algo que ha apoyado la Fiscalía Provincial; sin embargo, el pasado martes el juez acordó mantener el sobreseimiento provisional de la investigación abierta hasta recibir el informe policial que debe determinar el origen y las causas exactas del fuego.

El 21 de marzo, los peritos de las compañías aseguradoras del edificio accedieron por primera vez, acompañados de agentes de la Policía científica, al lugar del siniestro para «detectar el punto exacto del origen del fuego», porque sin determinarlo no pueden saber la causa del incendio, y ver dónde se podían tomar muestras de la fachada para ser analizadas después en el laboratorio.

La tragedia del incendio de Campanar

Aquel 22 de febrero, diez personas fallecieron y quince resultaron heridas, varias de ellas bomberos aunque recibieron el alta dos días después. Unas 400 personas, entre propietarias e inquilinas, se quedaron sin casa y sin absolutamente nada, incluida la documentación legal, pues las llamas lo calcinaron todo.

El incendio empezó poco después de las cinco y media de una tarde con rachas de viento cálido de poniente de hasta 60 km/h en una vivienda de la octava planta del bloque de catorce alturas situado sobre la glorieta donde confluyen las calles General Avilés y Maestro Rodrigo, y rápidamente se propagó al bloque anexo de diez alturas; en solo media hora las llamas habían afectado a las 138 viviendas de todo el complejo residencial.

Julián, el conserje convertido en héroe

Muchos vecinos pudieron salir del inmueble durante los primeros minutos gracias al conserje, Julián García, quien fue puerta por puerta avisando de la emergencia. Otra pareja fue rescatada por los bomberos desde su terraza, cercados por las llamas, en un operación muy arriesgada que acabó con éxito y entre los aplausos de la gente.

Hubo horas de angustia porque se daba a varias personas por desaparecidas. Unas fueron localizadas pero a cuatro las hallaron ya muertas, a medianoche, los drones y las cámaras térmicas y, luego, los bomberos cuando pudieron acceder al inmueble, horas después de apagarse las últimas llamas, por la mañana. Entre las víctimas mortales había una familia entera (padre, madre y dos niños).

Hasta el lugar del siniestro se desplazaron durante las jornadas siguientes los reyes de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, mientras que en todo momento estuvieron en la zona tanto la alcaldesa, María José Catalá, como el president de la Generalitat, Carlos Mazón, entre otras autoridades y junto a un gran despliegue de equipos de emergencia, sanitarios, policiales y de protección civil.

Una vez confirmadas las identidades de las víctimas mortales -hubo que cotejar su ADN con el de familiares por el estado en que se encontraban algunos cadáveres-, los funerales particulares se han desarrollado en la intimidad a excepción de uno colectivo organizado por el Arzobispado, que acogió la Catedral este 11 de marzo.

La investigación

Las primeras investigaciones de la policía científica apuntaron a un cortocircuito en el mecanismo del toldo del apartamento 86 del bloque más alto como posible causa del incendio -de hecho, en los primeros vídeos del siniestro se ve ese toldo ardiendo-, pero después se concretó que habría estado en un electrodoméstico de la cocina de esa vivienda.

El Juzgado de Instrucción número 9 de València se hizo cargo del caso, pero el 8 de marzo acordó archivarlo tras recibir un oficio policial en el que se descarta la «etiología criminal o delictiva» del siniestro. Familiares de cuatro de los fallecidos anunciaron entonces que recurrirían ese sobreseimiento.

Este jueves, los peritos de las compañías aseguradoras del edificio han accedido por primera vez, acompañados de agentes de la Policía científica, al lugar del siniestro para «detectar el punto exacto del origen del fuego», porque sin determinarlo no pueden saber la causa del incendio, y ver dónde podrán tomar muestras de la fachada para ser analizadas después en el laboratorio.

El edificio

El material empleado en la fachada ventilada de este complejo residencial, construido en la época del boom inmobiliario en un barrio periférico de la ciudad y que se publicitaba hace diecisiete años como un edificio «vanguardista» con materiales de la «máxima calidad», pudo influir también en la rápida propagación de las llamas.

Este incendio, según constató EFE, tuvo un precedente similar en agosto de 2020 en el barrio de Hortaleza de Madrid, en un fuego que se saldó sin heridos pero en el que ardieron materiales de la misma empresa y características muy similares que los que revestían la fachada del inmueble valenciano y cuya reacción al fuego ya llamó la atención.

Desde el 22 de febrero varias comunidades de propietarios y entidades profesionales han pedido revisar algunos edificios con características similares al de Campanar, por si existe la posibilidad de terminar sufriendo un incendio parecido.

Un mes después de la tragedia, en la zona del edificio -que todavía no se contempla derribar- aún huele a quemado mientras una corona de flores recuerda a las víctimas, a las que también se homenajea aún con un improvisado altar en la rotonda en solidaridad con los niños que murieron en ella. Y en los balcones del esqueleto arquitectónico se ven todavía enseres, muebles y toldos quemados.

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