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Valencia

El fiscal apoya la petición de reapertura de la investigación del incendio de Campanar

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Incendio Campanar últimas noticias
Esqueleto del edificio de Campanar tras el fuego. EFE/Manuel Bruque/Archivo

Sigue desde Official Press toda la información sobre el incendio de Campanar, las últimas noticias y la situación de los afectados:

València, 29 abr (OP-EFE).-La Fiscalía Provincial de Valencia insiste en su petición -ahora ante la Audiencia Provincial- para la admisión del recurso de los familiares de varias víctimas mortales del incendio de Campanar en el que se pide la reapertura de la investigación judicial sobre lo sucedido el pasado 22 de febrero.

Según han confirmado a EFE fuentes del Ministerio Público y el promotor de este recurso, en su escrito el fiscal apoya la petición de que se ordenen nuevas diligencias de investigación al margen de las policiales, todo ello en el marco del siniestro que calcinó un edificio residencial en el citado barrio valenciano y que causó diez víctimas mortales.

Determinar la causa del incendio y su rápida propagación

A su juicio, es necesario determinar la causa del incendio y su rápida propagación y urge al juez a reclamar el informe definitivo a la Policía Nacional o que señale el plazo estimado de entrega.

También propone el fiscal que se recabe el expediente administrativo de licencias del inmueble siniestrado para determinar sus sistemas constructivos y la normativa a la que debían estar sometidos, e información también sobre las sociedades que intervinieron en la construcción de la fachada del inmueble.

Esta misma petición ya fue formulada tanto por los familiares de las víctimas como por el fiscal ante el titular del Juzgado de Instrucción 9 de Valencia, que el pasado 2 de abril optó por mantener el sobreseimiento provisional de la investigación hasta recibir el informe policial que debe determinar el origen y las causas exactas del fuego.

El instructor decretó el sobreseimiento provisional de estas diligencias previas el pasado 8 de marzo, tras recibir un oficio policial en el que descartaba expresamente la «etiología criminal o delictiva» del incendio.

La investigación policial y pericial

Las primeras investigaciones de la policía científica apuntaron a un cortocircuito en el mecanismo del toldo del apartamento 86 del bloque más alto como posible causa del incendio -de hecho, en los primeros vídeos del siniestro se ve ese toldo ardiendo-, pero después se concretó que habría estado en un electrodoméstico de la cocina de esa vivienda.

El Juzgado de Instrucción número 9 de València se hizo cargo del caso, pero el 8 de marzo acordó archivarlo tras recibir un oficio policial en el que se descarta la «etiología criminal o delictiva» del siniestro.

Familiares de cuatro de los fallecidos anunciaron entonces que recurrirían ese sobreseimiento, algo que ha apoyado la Fiscalía Provincial; sin embargo, el pasado martes el juez acordó mantener el sobreseimiento provisional de la investigación abierta hasta recibir el informe policial que debe determinar el origen y las causas exactas del fuego.

El 21 de marzo, los peritos de las compañías aseguradoras del edificio accedieron por primera vez, acompañados de agentes de la Policía científica, al lugar del siniestro para «detectar el punto exacto del origen del fuego», porque sin determinarlo no pueden saber la causa del incendio, y ver dónde se podían tomar muestras de la fachada para ser analizadas después en el laboratorio.

La tragedia del incendio de Campanar

Aquel 22 de febrero, diez personas fallecieron y quince resultaron heridas, varias de ellas bomberos aunque recibieron el alta dos días después. Unas 400 personas, entre propietarias e inquilinas, se quedaron sin casa y sin absolutamente nada, incluida la documentación legal, pues las llamas lo calcinaron todo.

El incendio empezó poco después de las cinco y media de una tarde con rachas de viento cálido de poniente de hasta 60 km/h en una vivienda de la octava planta del bloque de catorce alturas situado sobre la glorieta donde confluyen las calles General Avilés y Maestro Rodrigo, y rápidamente se propagó al bloque anexo de diez alturas; en solo media hora las llamas habían afectado a las 138 viviendas de todo el complejo residencial.

Julián, el conserje convertido en héroe

Muchos vecinos pudieron salir del inmueble durante los primeros minutos gracias al conserje, Julián García, quien fue puerta por puerta avisando de la emergencia. Otra pareja fue rescatada por los bomberos desde su terraza, cercados por las llamas, en un operación muy arriesgada que acabó con éxito y entre los aplausos de la gente.

Hubo horas de angustia porque se daba a varias personas por desaparecidas. Unas fueron localizadas pero a cuatro las hallaron ya muertas, a medianoche, los drones y las cámaras térmicas y, luego, los bomberos cuando pudieron acceder al inmueble, horas después de apagarse las últimas llamas, por la mañana. Entre las víctimas mortales había una familia entera (padre, madre y dos niños).

Hasta el lugar del siniestro se desplazaron durante las jornadas siguientes los reyes de España, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, mientras que en todo momento estuvieron en la zona tanto la alcaldesa, María José Catalá, como el president de la Generalitat, Carlos Mazón, entre otras autoridades y junto a un gran despliegue de equipos de emergencia, sanitarios, policiales y de protección civil.

Una vez confirmadas las identidades de las víctimas mortales -hubo que cotejar su ADN con el de familiares por el estado en que se encontraban algunos cadáveres-, los funerales particulares se han desarrollado en la intimidad a excepción de uno colectivo organizado por el Arzobispado, que acogió la Catedral este 11 de marzo.

La investigación

Las primeras investigaciones de la policía científica apuntaron a un cortocircuito en el mecanismo del toldo del apartamento 86 del bloque más alto como posible causa del incendio -de hecho, en los primeros vídeos del siniestro se ve ese toldo ardiendo-, pero después se concretó que habría estado en un electrodoméstico de la cocina de esa vivienda.

El Juzgado de Instrucción número 9 de València se hizo cargo del caso, pero el 8 de marzo acordó archivarlo tras recibir un oficio policial en el que se descarta la «etiología criminal o delictiva» del siniestro. Familiares de cuatro de los fallecidos anunciaron entonces que recurrirían ese sobreseimiento.

Este jueves, los peritos de las compañías aseguradoras del edificio han accedido por primera vez, acompañados de agentes de la Policía científica, al lugar del siniestro para «detectar el punto exacto del origen del fuego», porque sin determinarlo no pueden saber la causa del incendio, y ver dónde podrán tomar muestras de la fachada para ser analizadas después en el laboratorio.

El edificio

El material empleado en la fachada ventilada de este complejo residencial, construido en la época del boom inmobiliario en un barrio periférico de la ciudad y que se publicitaba hace diecisiete años como un edificio «vanguardista» con materiales de la «máxima calidad», pudo influir también en la rápida propagación de las llamas.

Este incendio, según constató EFE, tuvo un precedente similar en agosto de 2020 en el barrio de Hortaleza de Madrid, en un fuego que se saldó sin heridos pero en el que ardieron materiales de la misma empresa y características muy similares que los que revestían la fachada del inmueble valenciano y cuya reacción al fuego ya llamó la atención.

Desde el 22 de febrero varias comunidades de propietarios y entidades profesionales han pedido revisar algunos edificios con características similares al de Campanar, por si existe la posibilidad de terminar sufriendo un incendio parecido.

Un mes después de la tragedia, en la zona del edificio -que todavía no se contempla derribar- aún huele a quemado mientras una corona de flores recuerda a las víctimas, a las que también se homenajea aún con un improvisado altar en la rotonda en solidaridad con los niños que murieron en ella. Y en los balcones del esqueleto arquitectónico se ven todavía enseres, muebles y toldos quemados.

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Valencia

El ‘sirio’ confirma al juez el hallazgo casual de los papeles que incriminan a Zaplana

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papeles del sirio Zaplana
Eduardo Zaplana, con la Guardia Civil, el día de los registros. EFE/JuanJo Martín

 

València, 8 may (EFE).- El ciudadano de origen sirio que encontró casualmente los papeles que incriminan al expresident de la Generalitat y exministro Eduardo Zaplana en una supuesta trama de adjudicaciones ilícitas de contratos públicos ha confirmado este miércoles ante el juez la forma en la que los encontró y cómo los hizo llegar al exgerente de Imelsa y autodenominado ‘yonqui del dinero’, Marcos Benavent.

La acusación contra Zaplana tiene uno de sus pilares esenciales en los conocidos como «papeles del sirio», unos documentos que estaban ocultos y doblados en un hueco en la pared junto a una caja fuerte.

En ellos se vislumbraba, según los investigadores, una posible connivencia en la adjudicación de determinadas concesiones públicas del Plan eólico y las ITV a favor de sociedades ligadas al grupo Sedesa, del clan familiar de los Cotino, formado por el ex director general de la Policía y expresidente de Les Corts Valencianes, Juan Cotino, y sus sobrinos.

Los documentos fueron hallados por el referido empresario sirio, de nombre Imad, citado este miércoles como testigo, en la vivienda en la que estuvo como inquilino en València entre 2008 y 2015, que había ocupado anteriormente Eduardo Zaplana.

Los papeles, según el testimonio de este testigo, fueron entregados al exgerente de la empresa pública Imelsa Marcos Benavent, quien los conservó por observar en ellos datos de interés.

Tras registrar el despacho del primer abogado de Benavent, el 11 de noviembre de 2015 la UCO de la Guardia Civil informó al juez sobre el «hallazgo casual de unos documentos relevantes», y un día después el fiscal anticorrupción pedía la apertura de una pieza separada.

Preguntado este miércoles por el fiscal, Imad ha explicado que, como responsable de la comunidad árabe en València, tenía contacto con Benavent. «Le comenté que había encontrado esos documentos, me los pidió y se los di. Yo no sabía quién había ocupado la casa anteriormente».

A preguntas del letrado de Zaplana ha añadido que los encontró tras meses residiendo en la vivienda, concretamente en un hueco que se abría en la pared tras la puerta de la habitación principal. En ese espacio había una caja fuerte, pero junto a ella había un pequeño hueco donde se encontraban los papeles.

Este letrado ha insistido en preguntar qué vio de extraño en esa documentación o por qué no la entregó a la Policía. El testigo ha explicado que le parecieron importantes porque «se referían, al parecer, a parques eólicos… y estaban al lado de la caja fuerte».

También ha señalado que solía tener contacto con agentes de policía pero «nunca con el CNI, al menos no se identificaban como tal».

Estos documentos fueron objeto de un análisis de ADN por parte de la defensa de Zaplana para averiguar si conservaban restos del exministro, pero la prueba resultó fallida por no haberse hallado resto biológico alguno en ninguno de los papeles.

El exchofer de Eduardo Zaplana admite que le llevó una decena de sobres

Abandonados en un sobre

Los documentos estaban en poder del abogado del exgerente de la empresa pública Imelsa Marcos Benavent porque se los había entregado en 2012 una persona de origen sirio llamada Imad, que dijo haberlos encontrado «abandonados» dentro de un sobre alrededor de 2007 en una vivienda en la que residió en régimen de alquiler, cuyos propietarios fueron entre 1998 y diciembre de 2006 Zaplana y su esposa.

Tras registrar el despacho del primer abogado de Benavent, el 11 de noviembre de 2015 la UCO informó al juez sobre el «hallazgo casual de unos documentos relevantes», y un día después el fiscal anticorrupción pedía la apertura de una pieza separada.

Cambio de versión

Benavent se mostró colaborador con la justicia durante varios años, antes de que empezasen a materializarse las acusaciones contra él y antes también de cambiar de abogado, tras lo cual empezó a contradecir todas sus acusaciones, incluida también la que implicaba al exministro, expresident y exlíder del PP de la Comunitat Valenciana.

En uno de los juicios del caso Imelsa, Benavent afirmó que el registro del despacho de su anterior abogado «fue ilegal» (en ese despacho se hallaron los conocidos como ‘papeles del sirio’) y sin que nadie le interrogase por ello, añadió que cuando se le citó a declarar y le preguntaron por Zaplana «no había dormido en toda la noche» ni estaba «en condiciones de declarar nada».

«He recibido presiones de ese tipo, una detrás de otra durante seis años, tenía que decir que sí a todo, me sentí obligado a declarar, por decirlo de alguna forma», insistió el que será uno de los testigos en el juicio contra Zaplana.

Qué pasó durante el registro

Sobre el registro en el que se hallaron los papeles, la defensa del expresident recuerda que el auto judicial que lo autorizó rezaba que debía «evitarse cualquier inspección de sistemas informáticos» y que se tenía que limitar «la incautación material a documentos y archivos directamente relacionados con los hechos que se investigaban», es decir, con las empresas Imelsa o Berceo Mantenimientos.

El abogado de Zaplana lamenta que no fue hasta cinco meses después del registro cuando la Guardia Civil informó al juzgado de «hallazgos casuales».

Sin embargo, el abogado del exministro advierte de que el nombre de Zaplana «ni aparecía en los documentos incautados, ni en los protocolos notariales (para la constitución de las sociedades a través de las cuales se canalizaron supuestamente las comisiones), ni tenía relación con ninguna con las compañías citadas», por lo que «su conexión con los documentos se construye mediante la rocambolesca historia de su supuesta aparición en el domicilio que fuera de don Eduardo Zaplana».

Esto se construye así, en opinión de la defensa de Zaplana, «aunque para ello haya que olvidarse de que las fechas de dichos documentos o la de su impresión son posteriores a la venta y desalojo de la vivienda por mi representado. ¿Qué más da? El caso era inventarse un motivo que permitiera investigar a Zaplana y todo valía para lograr ese fin».

Sin rastro del ADN de Zaplana

Aunque existen otras pruebas y testimonios sobre los cuales apuntala su acusación el fiscal (como copias de correos electrónicos que conservaba o la declaración de su supuesto testaferro en Uruguay, que ha devuelto 6,8 millones de euros), el abogado del exministro ha fijado en ellos buena parte de su estrategia.

De hecho, una vez concluida ya la instrucción solicitó y le fue concedida la posibilidad de analizar estos documentos para averiguar si se conservaba o no ADN del exministro, una prueba que finalmente resultó fallida por no haberse hallado resto biológico alguno sobre el papel.

Jordi Ferrer

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