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Salud y Bienestar

Estos son los riesgos de eliminar el gluten de la dieta sin tener un diagnóstico médico previo

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MADRID/VALÈNCIA, 3 May. (EUROPA PRESS) – Con motivo del Día Internacional del Celíaco, que se celebra este sábado, 5 de mayo, especialistas de la Sociedad Española de Patología Digestiva (SPED) han insistido en que suprimir el gluten de la dieta sin haber recibido un diagnóstico de celiaquía por parte de un especialista es un error por un doble motivo. «Porque puede causar efectos secundarios en el organismo de las personas sanas y también puede contribuir a que haya más casos de difícil diagnóstico, como las formas atípicas de esta enfermedad», explican.

Precisamente, en el marco del LXXVII Congreso Nacional de la SEPD, que se celebrará en València, tendrá lugar la ponencia ‘El diagnóstico de la enfermedad celíaca en casos difíciles’, a cargo del doctor Julio Valle Muñoz, especialista de Aparato Digestivo del Complejo Hospitalario de Toledo y miembro de la SEPD.

Las formas típicas de celiaquía se caracterizan por síntomas digestivos típicos como diarrea, dolor abdominal, hinchazón después de comer, náuseas y vómitos, astenia, anorexia o pérdida de peso. Pero también hay formas atípicas que dan síntomas no digestivos como la anemia ferropénica crónica, las alteraciones menstruales, los abortos de repetición, los trastornos de la coagulación e, incluso, los trastornos psiquiátricos.

El diagnóstico de las formas típicas se efectúa al detectar la presencia de anticuerpos de la celiaquía en un número elevado y cambios en la biopsia duodenal, en un periodo de no más de dos o tres meses. En cambio, las formas atípicas que dan síntomas más variados, tales como síntomas cutáneos, neurológicos, de cambios de ritmo intestinal y molestias intestinales pueden tardar una media de dos o tres años en diagnosticarse.

«Un mensaje muy importante que debemos transmitir a la población es que no se haga una dieta sin gluten sin haber ido antes a un especialista de aparato digestivo que emita un diagnóstico certero de la enfermedad, puesto que esta va a durar toda la vida y es importante que el diagnóstico sea seguro. Se ha convertido en una moda la eliminación indiscriminada de la dieta del gluten, lo que nos dificulta mucho el diagnóstico, porque entonces no podemos evaluar bien los daños. Incluso en determinadas ocasiones tenemos que volver a introducir el gluten en la dieta para hacer los estudios», ha destacado el doctor Valle.

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Salud y Bienestar

¿Cómo comemos los Valencianos? Esta es la alerta de los nutricionistas

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Nutricionistas alertan mala alimentación niños

Los niños y adolescentes son el segmento de población que peor se alimenta en la Comunitat Valenciana, a causa de la falta de tiempo para cocinar de las familias, la ausencia de menús planificados, las carencias en educación alimentaria y el consumo excesivo de productos ultraprocesados.

Así lo refleja el tercer informe ‘¿Cómo comemos en la Comunitat Valenciana?‘, elaborado por el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, que también expone que 9 de cada 10 pacientes que solicitan cita por primera vez con un dietista-nutricionista lo hacen por problemas de exceso de masa grasa.

El informe, que se elabora de manera bienal, concluye que los dietistas-nutricionistas otorgan un 6 sobre 10 a la alimentación de la población valenciana, lo que supone una mejora de 3 puntos con respecto con respecto a hace dos años.

Asimismo, ha detectado un cambio de tendencia entre los 31 y 45 años, en el que se percibe mayor adherencia a los hábitos de alimentación saludable, mientras que quienes mejor se alimentan son los mayores de 45 años.

El presidente del CODiNuCoVa, Luis Cabañas, ha explicado que han aumentado los casos de obesidad y sobrepeso entre los pacientes que acuden al nutricionista en la Comunitat Valenciana, donde el exceso de peso continúa representando uno de los principales problemas de salud pública, pues 1 de cada 2 personas adultas la padecen.

En el caso de la población de 5 a 14 años, el estudio muestra que «el 23 % de los menores valencianos padecen de exceso de peso», una tendencia al alza cada vez más visible que constituye un problema del presente y del futuro: un niño con problemas de exceso de peso hoy es un adulto con una patología el día de mañana.

Aunque el perfil mayoritario de los pacientes que acude a consultas de nutrición son mujeres, ha habido un aumento significativo de hombres, en la mayoría de los casos para mejorar su alimentación relacionada con la práctica deportiva, por ejemplo para ganar masa muscular o para complementar el deporte con una correcta alimentación.

Pero al igual que hace dos años, el estudio refleja que la población infantojuvenil es la que peor come. Las comidas menos saludables entre los menores de 18 años son el desayuno y la merienda, cuando se consumen productos «con alta cantidad de azúcar, sal o grasas de mala calidad».

«Los más pequeños de la casa han superado la ingesta de azúcar recomendada para un día sólo con el desayuno», explica la nutricionista María Alonso, que indica que ha aumentado en esta etapa la presencia de bollería y ultraprocesados, y siguen importantes carencias en consumo de fruta, verduras y hortalizas, legumbres y pescado.

Sin embargo, los valencianos y valencianas a partir de 30 años han experimentado un cambio en sus hábitos saludables respecto al informe de hace dos años. Son la edad más frecuente en consulta y no para pesar más o menos, sino buscan un cambio en su estilo de vida y en su dieta para hacerla más saludable y encontrarse mejor.

De esta forma, en la etapa de los 31 a 45 años cobran más protagonismo alimentos como las verduras y hortalizas o la carne, desaparece prácticamente el consumo de alimentos ultraprocesados y comida basura, y empiezan a optar más por alimentos frescos.

Este cambio se debe a que es una generación abierta al cambio de hábitos, con una franja de edad en la que empiezan a aparecer patologías típicas de edades mayores y la preocupación provoca un cambio en los estilos de vida, sumado al reconocimiento de la figura del dietista-nutricionista.

Quienes mejor se alimentan son los mayores de 45, pues a partir de esa edad hay un aumento en el consumo de alimentos frescos, muy relacionado con más poder adquisitivo: carne, pescado, frutas, verduras y hortalizas, con una alimentación más variada y equilibrada.

En mayores de 60 años empieza a pesar la soledad, los cambios de ritmo vitales o el cansancio y la falta de interés por cocinar, mientras que entre la población mayor de 75 años las limitaciones físicas y la falta de memoria puede derivar en una peor alimentación.

 

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