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Salud y Bienestar

La Fe participa en un ensayo europeo para devolver visión a personas sordociegas

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València, 27 jun (EFE).- Personal investigador del Instituto Sanitario La Fe (IIS La Fe) de València participa en un ensayo clínico europeo que emplea terapia génica para tratar de devolver visión a pacientes que se han quedado sordociegos como consecuencia del síndrome de Usher, que es la principal causa de sordoceguera hereditaria.

El grupo de investigación de Biomedicina Molecular, Celular y Genómica del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe lleva trabajando en la genética de este trastorno desde 1995, es un referente nacional para su estudio genético y colabora, además, con varios países europeos y latinoamericanos.

Para este fin, ha recibido financiación del Instituto de Salud Carlos IIII ininterrumpidamente desde 2004 hasta la fecha.

En la actualidad, los científicos valencianos se encargan de genotipar a los pacientes, es decir, de identificar a los que tienen mutaciones en un gen concreto y que pueden ser susceptibles de recibir la terapia génica.

El equipo lo lidera José María Millán, responsable del grupo de investigación en Biomedicina Molecular, Celular y Genómica del IIS La Fe, informan las mismas fuentes.

Otros socios del proyecto desarrollan y aplican el tratamiento, y el Servicio de Genética de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid asume el seguimiento de los pacientes (en total, 18 españoles).

Millán explica que en estos momentos se está comprobando la seguridad del vector empleado en la terapia experimental.

«Se trata de dos virus porque el gen que se pretende modificar para recuperar visión es tan grande que no cabe en uno sólo, hay que dividirlo, meter cada mitad en un virus e introducir el material genético rectificado en las células de la retina usando los dos virus como vectores transmisores y posteriormente, mediante un sistema de ingeniería genética, las dos mitades del gen se unen de forma correcta dentro del ojo», señala.

En la investigación, además del IIS La Fe y de la Fundación Jiménez Díaz, colabora un equipo de la compañía Reithera de Roma, el Center of Biostatistics for Clinical Epidemiology de Milán y el Telethon Institute of Genetics and Medicine de Nápoles, que es centro coordinador.

También forman parte del equipo investigador profesionales de las compañías Genosafe, de Evry, y Genethon, de París, así como el Rotterdam Ophthalmic Institute, de Holanda.

El síndrome de Usher es la causa más frecuente de sordoceguera hereditaria y se trata de una enfermedad rara cuya prevalencia se estima en 1 caso cada 30.000 personas.

El deterioro o la pérdida de los sentidos de la vista y el oído tiene un profundo impacto en la calidad de vida de las personas afectadas, y el 27 de junio se ha declarado como el Día Internacional de la Sordoceguera para hacerla visible y en solidaridad con las personas afectadas y sus familias.

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Salud y Bienestar

¿Cómo comemos los Valencianos? Esta es la alerta de los nutricionistas

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Nutricionistas alertan mala alimentación niños

Los niños y adolescentes son el segmento de población que peor se alimenta en la Comunitat Valenciana, a causa de la falta de tiempo para cocinar de las familias, la ausencia de menús planificados, las carencias en educación alimentaria y el consumo excesivo de productos ultraprocesados.

Así lo refleja el tercer informe ‘¿Cómo comemos en la Comunitat Valenciana?‘, elaborado por el Colegio Oficial de Dietistas-Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, que también expone que 9 de cada 10 pacientes que solicitan cita por primera vez con un dietista-nutricionista lo hacen por problemas de exceso de masa grasa.

El informe, que se elabora de manera bienal, concluye que los dietistas-nutricionistas otorgan un 6 sobre 10 a la alimentación de la población valenciana, lo que supone una mejora de 3 puntos con respecto con respecto a hace dos años.

Asimismo, ha detectado un cambio de tendencia entre los 31 y 45 años, en el que se percibe mayor adherencia a los hábitos de alimentación saludable, mientras que quienes mejor se alimentan son los mayores de 45 años.

El presidente del CODiNuCoVa, Luis Cabañas, ha explicado que han aumentado los casos de obesidad y sobrepeso entre los pacientes que acuden al nutricionista en la Comunitat Valenciana, donde el exceso de peso continúa representando uno de los principales problemas de salud pública, pues 1 de cada 2 personas adultas la padecen.

En el caso de la población de 5 a 14 años, el estudio muestra que «el 23 % de los menores valencianos padecen de exceso de peso», una tendencia al alza cada vez más visible que constituye un problema del presente y del futuro: un niño con problemas de exceso de peso hoy es un adulto con una patología el día de mañana.

Aunque el perfil mayoritario de los pacientes que acude a consultas de nutrición son mujeres, ha habido un aumento significativo de hombres, en la mayoría de los casos para mejorar su alimentación relacionada con la práctica deportiva, por ejemplo para ganar masa muscular o para complementar el deporte con una correcta alimentación.

Pero al igual que hace dos años, el estudio refleja que la población infantojuvenil es la que peor come. Las comidas menos saludables entre los menores de 18 años son el desayuno y la merienda, cuando se consumen productos «con alta cantidad de azúcar, sal o grasas de mala calidad».

«Los más pequeños de la casa han superado la ingesta de azúcar recomendada para un día sólo con el desayuno», explica la nutricionista María Alonso, que indica que ha aumentado en esta etapa la presencia de bollería y ultraprocesados, y siguen importantes carencias en consumo de fruta, verduras y hortalizas, legumbres y pescado.

Sin embargo, los valencianos y valencianas a partir de 30 años han experimentado un cambio en sus hábitos saludables respecto al informe de hace dos años. Son la edad más frecuente en consulta y no para pesar más o menos, sino buscan un cambio en su estilo de vida y en su dieta para hacerla más saludable y encontrarse mejor.

De esta forma, en la etapa de los 31 a 45 años cobran más protagonismo alimentos como las verduras y hortalizas o la carne, desaparece prácticamente el consumo de alimentos ultraprocesados y comida basura, y empiezan a optar más por alimentos frescos.

Este cambio se debe a que es una generación abierta al cambio de hábitos, con una franja de edad en la que empiezan a aparecer patologías típicas de edades mayores y la preocupación provoca un cambio en los estilos de vida, sumado al reconocimiento de la figura del dietista-nutricionista.

Quienes mejor se alimentan son los mayores de 45, pues a partir de esa edad hay un aumento en el consumo de alimentos frescos, muy relacionado con más poder adquisitivo: carne, pescado, frutas, verduras y hortalizas, con una alimentación más variada y equilibrada.

En mayores de 60 años empieza a pesar la soledad, los cambios de ritmo vitales o el cansancio y la falta de interés por cocinar, mientras que entre la población mayor de 75 años las limitaciones físicas y la falta de memoria puede derivar en una peor alimentación.

 

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