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Los peligros de imitar a Rosalía

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VÍDEO | Se hace viral un vídeo de una desconocida Rosalía cantando en las calles de Barcelona hace 10 años

MADRID, 27 Nov. – La Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) advierte de los riesgos de la moda de los ‘grills’ para la salud bucodental tras el estreno del último videoclip de Rosalía, ‘A Palé’, donde lleva estas coronas metálicas que adornan uno o varios dientes.

En el mismo sentido, el odontólogo Iván Malagón ha avisado de que esta «peligrosa moda» no es «nada recomendable» porque, entre otros problemas, pueden generar microtraumatismos, además de la inflamación de la encía debido a la sobrecarga.

Suelen estar hechas de oro, plata u otros metales preciosos, con brillante o incluso de colores. Además, existen diversas modalidades, pues pueden ser fijos o removibles. Los ‘grills’ fijos, por un lado, requieren una preparación previa de los dientes, en la que hay que proceder al desgaste de la superficie dental para luego adaptar sobre ésta la corona decorativa.

Por otro lado, los ‘grills’ removibles pueden hacerse a medida mediante una impresión dental o pueden comprarse con forma estándar que difícilmente se adapta en forma y tamaño al diente original.

En este sentido, los odontólogos alertan de que, pese a su «apariencia inofensiva», los inconvenientes para la salud bucodental de los grills tienen que ver tanto con las posibles reacciones alérgicas a los metales empleados para su confección como con la proliferación de bacterias en los mismos.

FAVORECEN LA ACUMULACIÓN DE PLACA Y CARIES
Asimismo, afirman que estas coronas metálicas facilitan la acumulación de placa y caries, ya que las partículas de comida y bacterias se pueden acumular entre los dientes. Además, un ‘grill’ puede causar abrasión de los dientes que lo rodean. Del mismo modo, el uso prolongado este adorno puede decolorar o teñir los dientes, dependiendo del material del que esté hecho.

Por otro lado, si no están correctamente adaptados pueden provocar trauma, fracturas, e incluso derivar en problemas como la gingivitis, enfermedad periodontal o recesión de las encías, que son las principales causas de pérdida de piezas dentales en adultos.

Malagón profundiza en esta cuestión y asegura que «las coronas de oro pueden originar una enfermedad gingival grave si no se ajustan de forma adecuada». «A veces estos accesorios están prefabricados y no siempre son colocados por un dentista, con ello se pueden originar muchos problemas de salud bucal», ha añadido.

Desde la SEDO destacan también que la colocación de estas coronas puede limitar la capacidad de realizar una mordida correcta o alterar la oclusión de la boca, lo que conllevaría una posición forzada de la mandíbula, causando lesiones tanto en los músculos faciales como en las articulaciones.

Por ello, los odontólogos recomiendan que antes de seguir este tipo de modas se consulte a un especialista para evitar poner en riesgo la salud bucodental.

«Si aún así deseamos optar por añadir decoración a nuestra dentadura, hay opciones más seguras que pueden prevenir complicaciones posteriores serias, como un adorno de oro de 24 quilates que se adhiere a alguno de los dientes frontales y que es realizado por un dentista que instruye al paciente sobre el adecuado mantenimiento y las posibles complicaciones o el tatuaje del diente, que se adhiere a la superficie del diente por un período corto», ha concluido Malagón.

Fuente: (EUROPA PRESS)

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Jordi Roca explica la enfermedad que le impide hablar

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Esta es la enfermedad por la que a Jordi Roca, el brillante pastelero de Celler Can Roca, le cuesta hablar

El chef perteneciente al clan Roca participó en la fase final del programa televisivo a pesar de enfrentarse a una afección que le impedía articular palabra alguna.

Jordi Roca, renombrado chef a nivel internacional, es el artífice del éxito detrás de El Celler de Can Roca, reconocido como el mejor restaurante del mundo en 2013 y 2015 por la revista Restaurant. Este logro es fruto del trabajo conjunto de tres hermanos, siendo Jordi el especialista en postres, quien participó en la final de MasterChef Celebrity este jueves.

Jordi Roca

Jordi Roca

A pesar de ser un rostro habitual en el programa de televisión, Jordi Roca se ha visto obligado a susurrar para comunicarse debido a una especie de afonía crónica persistente. A sus 45 años, el brillante repostero logró recuperar su voz de manera inesperada en marzo pasado, tras siete años lidiando con una enfermedad.

La dolencia que le arrebató la capacidad de pronunciar palabras es la distonía cervical, una rara enfermedad neurológica que afecta la tonicidad muscular, especialmente en la zona del cuello. Durante años, el pastelero luchó por mantener la posición correcta de la cabeza, superando este desafío en marzo y permitiéndole hablar nuevamente.

Gracias a la rehabilitación logró avances, pero no fue hasta hace un par de meses cuando terminó de recuperarse. La enfermedad también le afecta al habla porque las cuerdas vocales se abren y dejan escapar el aire, por lo que no puede verbalizar correctamente. Articular palabras en este estado se convierte en algo muy fatigoso y solo se puede mitigar hablando en susurros.

Actualmente, la distonía cervical está considerada como una enfermedad rara que afecta a una de cada 25.000 personas, especialmente a hombres. Su diagnostico es complejo y requiere muchas pruebas médicas hasta que se hayan respuestas. Según contó su hermano Joan en MasterChef, la recuperación llegó de forma inesperada: «Fue de golpe y, evidentemente, todos estamos muy felices. Ese mismo día, cuando mi madre le oyó hablar, le dio un bajón de tensión, que nos metió un susto a todos».

Tal y como relataron, fue un día emocionante para la familia. Sobre todo para Jordi Roca, que lo primero que hizo fue leerle cuentos a su hija, algo que nunca antes había podido hacer. Las teorías sobre la enfermedad eran una mezcla de nervios, tensión y problemas musculares o neurológicos. «Íbamos a Nueva York, al The World’s 50 Best Restaurants. Le tocaba a hablar a Jordi esa vez si éramos otra vez número uno. Él tenía preparado su discurso. En el avión empieza con una afonía… que no podía hablar. Afortunadamente no fuimos número uno», explicó.

Probablemente, dijo el chef, fue esa tensión. «Esto no lo hemos contado mucho porque no sabemos hasta qué punto es verdad, pero tiene todo el sentido. Él es una persona muy sensible», indicó. Jordi pasó un tiempo abatido por esta situación, pero, tras años de rehabilitación, consiguió superar muchos de sus obstáculos y comenzó a poner en valor otros aspectos a los que no había prestado atención antes, como el valor del silencio y la escucha.

El súbito traspié fue anunciado por él mismo en 2017. Jordi Roca lo hizo público a través de su Instagram con el siguiente mensaje: «Queridos, no soy de compartir mis problemas, pero quiero contaros que desde hace más de siete meses sufro una severa afonía que me impide hablar con normalidad, se relaciona con una distonía cervical que padezco desde hace años. De todo ello espero estar mejor dentro de muy poco para seguir cantando rancheras y contando lo que hacemos en los congresos de cocina. Lo digo más que nada para que no me sigan ofreciendo própolis ni caramelos de eucalipto ni infusiones de miel y limón».

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