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Cultura

El Teatro Flumen celebra su 60 aniversario por todo lo alto

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València, 21 nov. – Por Hugo Román

Espectacular. Esa puede ser la palabra que resuma al teatro Flumen. Espectacular por dentro y por fuera. Y es que para celebrar su 60 cumpleaños este emblemático edificio inaugurado en 1959 ha querido sorprender y obsequiar al público con una espectacular programación y una espectacular reforma.

Desde la calle consigue atrapar la mirada de todos los que pasean por Gregorio Gea gracias al arte de Lula Goce. La artista gallega de renombre internacional, es la autora de la nueva fachada que luce el edificio. El mural gira en torno a las máscaras que se pone y se quitan los actores, en alusión a los cambios de registro que implica su profesión. Recomendación: ver esta obra de arte de noche con su acertada iluminación que resalta cada trazo.

En su interior el vestíbulo nos acoge con un cálido abrazo lleno de sueños. Un abrazo cargado de teatro gracias a la nueva decoración que invita a volver a ser ese niño cargado de ilusión. Y hablando de ilusión, esa ilusión se nota nada más entrar en la sala. Ilusión y pasión es lo que han puesto a la hora de reformar el patio de butacas, el escenario, la iluminación. El “nuevo” Flumen invita a soñar, a reír o a llorar con más fuerza que nunca.

Y hablando de fuerza. Una celebración de tal magnitud bien merecía un espectáculo a la altura. Y una vez más Saga nos demuestra que en esta ciudad se puede hacer teatro con mayúsculas, que no hace falta ir a otras capitales del mundo para disfrutar de un buen show.

“Maravilloso fue Volver. Un viaje de la revista al musical”, es la encargada de levantar este renovado telón y lo hace con fuerza, con una función de altura, con números de gran calidad y un elenco brutal. “Maravilloso fue volver” es un homenaje a la actriz Lina Morgan, que estará en cartelera del 22 de noviembre al 12 de enero. Un homenaje a nuestro musical, a nuestras raíces. Un homenaje al ESPECTÁCULO con mayúsculas.

La puesta en escena recuerda las canciones de antaño y las fusiona con los temas más populares de la actualidad en un show en el que brillan las cuidadas coreografías, un vestuario lleno de purpurina y lentejuelas y un excepcional grupo de artistas liderado por Jose Saiz, director artístico del Teatro Flumen.

El Teatro Flumen cumple 60 años y seguirá regalando ilusión con su variada oferta. Para todos los públicos, para todos los gustos. Musical, infantil, zarzuela, monólogos… Que no te lo cuenten. Disfruta de la magia de la escena.

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Cultura

Los secretos de la Casa Judía de València

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casa judia valencia,
Foto: Hugo Román
Los secretos de la Casa Judía de València-Fotos: Hugo Román-OFFICIAL PRESS

Entre los años 20 y 30 del siglo pasado el art déco dominaba en todas las artes decorativas a nivel mundial.

Había nacido en París y pronto Hollywood lo popularizó como símbolo de glamour.

Y esos aires y aquella esencia de aquella Belle Époque o los llamados Años Locos quedaron inmortalizados en una de las edificaciones más asombrosas de València.

El art déco bebía de todas las culturas, reutilizando de manera libre los elementos arquitectónicos de otras épocas.

Plasmaban los asombrosos hallazgos de aquellos tiempos.

En Egipto como el  descubrimiento de la tumba de Tutankamón, así como de culturas mesopotámica, africana, azteca, maya, hindú que fueron dotándole de un exotismo y una belleza única.

Los secretos de la Casa Judía de València

Caminando por la calle Castellón, en el número 20 nos encontramos con toda una joya que aguarda la mirada de los curiosos que se detienen para admirar un amalgama de formas y colores único.

Entre Germanías y la Estación del Norte está la conocida como Casa Judía de València, que fue construida hacia 1930 por el arquitecto valenciano Juan Francisco Guardiola Martínez.

Nacido en Sueca en 1895 en el seno de una familia de clase media, se trasladó a Barcelona en 1917 para estudiar arquitectura.

Allí fue premiado en  1922  por el proyecto de la estación de metro de la Plaza de Cataluña.

Según cuentan, los diversos viajes que realizó el arquitecto por Asia pudo influir en él a la hora de diseñar el estilo del edificio levantado en el ensanche de la capital valenciana a petición de Yosef Shalóm.

Su apellido nos da la pista del sobrenombre de Casa Judía.

Casa Judía.- Años treinta.- Archivo Ana María Ferrín.

La fachada de la Casa Judía

Un detalle de sus orígenes nos recibe en el dintel de la puerta principal, en el frontón curvilíneo.

Ahí se aprecia una estrella de seis puntas rematado por dos volutas y una hoja de acanto en el arco final.

Su fachada dividida en tres cuerpos, basamental, central y superior, nos transporta sin movernos de la calle a escenarios babilónicos y egipcios por su colorido y las formas de sus columnas, capiteles, remates con forma de pagoda y ventanas ojivales.

Si levantamos la vista podemos admirar el impresionante remate del edificio de inspiración oriental, árabe e hindú.

Foto: Hugo Román

Según cuentan ​en el edificio se reunía de manera discreta la reducida comunidad judía de la época que residía en València para realizar sus celebraciones religiosas.

¿Cómo es en la actualidad?

En la actualidad en el edificio de siete alturas viven familias particulares.

Las viviendas tienen unos 100 m2 cada una, y originalmente contarían con tres habitaciones, un baño, una cocina y un comedor.

Tan solo su fachada, su zaguán y la decoración exterior e interior mantienen la esencia de aquellos años en los que el arte iba asociado a la construcción, en el que cada ladrillo tenía una misión estética.

Años en los que los edificios eran monumentos esperando ser habitados.

Muchos comentan que su fachada parece salida del decorado de la película del Mago de Oz o tal vez de la mente de Tim Burton.

La Casa Judía no es un edificio protegido

Inspiradora y evocadora permanece allí pese a la bomba que cayó cerca durante la guerra y a pesar de que en alguna ocasión haya sufrido modificaciones debido a que, incomprensiblemente, no está protegida.

De hecho los remates del edificio de estilo hindú que lo coronaban fueron retirados en el pasado y su plantas baja han alterado su estilo original.

Guardiola falleció en Alzira en 1962.

Su trayectoria como arquitecto fue amplia con proyectos de viviendas residenciales, fábricas, almacenes, iglesias, teatros y cines, una estación y un banco.

Entre las más destacadas están el Ateneu del Socors en Sueca (1927) y la Casa Xina o Casa Ferran Guardiola en Barcelona (1929) que muestran su talento y originalidad.

Pero sin duda, la Casa Judía es su gran obra maestra.

Una obra que contempla el pasar de los años desde su espectacular fachada, una fachada que nos hace viajar a lugares remotos sin salir de la ciudad.

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