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Cultura

VÍDEO| València se llena de arte urbano durante la pandemia y convierte a la ciudad en referente mundial

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València, 2 jul (EFE).- La explosión de arte urbano que ha vivido València durante la pandemia la ha situado en el primer nivel mundial en este tipo de expresión artística, hasta el punto de que se multiplican las rutas turísticas para contemplar murales que ahora impregnan las calles del casco antiguo con mensajes de esperanza y reflexión.

València se ha situado en el mapa «como un referente de expresión urbana que no existe en otra ciudad del país», asegura Mar Aguado, guía turístico en la ciudad que destaca que la gente que disfruta el arte urbano «tiene puesto el ojo en València», vienen aquí porque han estado en Berlín, les gusta el «street art» y saben que «aquí puede ser igual de bueno”.

Berlín, Nueva York o Medellín son ciudades en las que el arte callejero llena calles enteras dedicadas a murales. El «street art» nació en Nueva York en los años 70, una década después llega a la capital alemana, justo antes de la caída del muro de Berlín, para iluminar sus calles con colores llamativos o mensajes políticos o transformadores. De hecho, La Comuna 13 de Medellín consiguió gracias al «street art» dejar atrás un mundo oscuro de guerrilla y narcotráfico.

Ahora el casco antiguo de València es, junto a esas otras ciudades del mundo, un referente de este arte efímero.

El CASCO HISTÓRICO

El Carmen, un barrio de calles estrechas en pleno centro de València, donde muchos turistas observan las puertas medievales de las Torres de Serranos y de Quart, es uno de los sitios donde la mayoría de estos artistas deciden plasmar unas obras pintadas con sentimiento que dan color a una de las barriadas más carismáticas de la ciudad.

Muros abandonados, fachadas de museos o instituciones públicas recogen desde hace meses a personajes con mascarillas, rostros con tristeza o figuras híbridas con mensajes de apoyo a la lucha contra el coronavirus.

València ha incrementado sus tours de “street art” de una forma considerable. Turistas tanto nacionales como internacionales llegan a la ciudad para conocer su historia y pasear por los murales de este famoso barrio. Rafael Vilaplana, empresario especializado en tours turísticos, asegura a EFE que en 2018 hacían este recorrido una vez por semana, en cambio ahora lo realizan cuatro veces.

Algunos de estos murales representan a personajes icónicos de estos días, como Fernando Simón, director del Centro de Emergencias del Ministerio de Sanidad, o el cantante Miguel Bosé, protagonistas indiscutibles en determinados momentos de esta pandemia. “Muchos turistas ya vienen aprendidos, vienen buscando esto, es como un guiño dentro del arte urbano, quieren ver más”, afirma Mar Aguado.

ARTISTAS VALENCIANOS RESPONSABLES DEL ÉXITO

David de Limón y La Nena Wapa son valencianos, llevan años dedicados a la pintura, mostrando sus obras en las calles o realizando exposiciones y talleres, con estudio propio en El Carmen.

Él estudió Bellas Artes y empezó en el mundo del grafiti hace 21 años; más tarde cambió su perspectiva sobre el mundo del grafiti y decidió hacer arte urbano. Ella empezó a pintar en las paredes en 2001 a mano alzada, y aunque posteriormente lo dejó, hace años retomó el camino para empezar a pintar con plantillas.

Vinz también es de València, empezó su andadura en este arte por distintas capitales europeas y diferentes ciudades de EEUU. En 2015 decide volver a su ciudad para reflejar sus piezas en diversas exposiciones culturales, trabajando sobre todo con instituciones. Sus obras son fábulas con personas desnudas y cabezas de animales donde cada personaje representa una serie de valores.

Los tres, junto a otros muchos, son algunos de los protagonistas que han hecho con la pintura un guiño a la pandemia y responsables de llevar a València a lo más alto en este tipo de arte.

SUS OBRAS

En la calle Na Jordana, conocida por ubicar una falla de sección especial y desembocar en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), se ubica uno de los murales de David de Limón y La Nena Wapa, una obra cuyo personaje principal es una mujer pintada en tonos blancos y negros, con mascarilla azul y con un corazón rojo en la mano. A ambos lados de ella, David coloca sendas figuras de su personaje más conocido, un joven en blanco y negro con la cara tapada como un «ninja», pero en esta ocasión cubiertos también con una mascarilla azul y la mirada apagada.

“Ese mural surge a partir de una idea principal de La Nena Wapa, que diseña ese personaje y quiere plasmarlo en la ciudad, es un personaje un poco triste”, explica a Efe Limón, quien añade que lo que le inspira el mural es «la tristeza que estamos pasando, el intento de transmitir la resignación con un toque de esperanza con los corazones que aparecen”.

La Nena Wapa asegura que la obra ha tenido «mucha repercusión” y que sobre todo intentan reflejar un mensaje con un tono de tristeza y de autocuidado: “si te cuidas tú, cuidas a los demás”, añade.

La figura principal del mural nace a raíz de la pandemia bajo una línea con el hastag «#safestyle», una mujer con una mirada que penetra cuando la observas, con unos ojos que reflejan un discurso de tristeza y que sostiene en sus manos su propio corazón.

Vinz plasmó en el Museo Valenciano de la Ilustración y de la Modernidad (MuVIM) una gran composición gráfica de 700 metros cuadrados en la que aparecen 64 balcones, uno por cada uno de los días en los que salíamos a aplaudir.

“Yo, en casi 42 años que tengo, jamás había vivido algo similar, el hecho de que durante 64 días saliéramos a aplaudir, temáticamente a las 8 de la tarde de lunes a domingo, todos los días a la misma hora para dar moral y aumentar el ánimo de toda la gente que se estaba jugando la vida para mantenernos a salvo, era algo que había que plasmarlo” afirma.

EL FUTURO

Los tres artistas son conscientes que la covid-19 les afectó, sobre todo durante los primeros meses de la pandemia, dejaron el arte a un lado para centrarse en sus familias o en cosas más domésticas, eso sí, siempre observando como evolucionaba la pandemia para reflejarlo en sus obras.

La Nena Wapa sabe que tapará su famoso mural por otro que represente que hemos dejado la pandemia a un lado. Su compañero David de Limón seguirá plasmando a su pequeño protagonista por las calles de València.

Vinz piensa que después de la pandemia seremos más animales y menos humanos y asegura que “al final lo que va a quedar es la supervivencia del animal y no la persona que queda callada, que obedece, que agacha la cabeza, sino la persona que reivindica y busca su propio camino sin hacer mucho caso a políticos o leyes”.

De Limón, La Nena y Vinz, son algunos de los artistas que se han hecho eco de este “diferente año”, y que han hecho de las calles de València un referente cultural a nivel mundial, mientras sus artistas seguirán observando la historia para contar crónicas a través de la pintura.

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Los secretos de la Casa Judía de València

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Foto: Hugo Román
Los secretos de la Casa Judía de València-Fotos: Hugo Román-OFFICIAL PRESS

Entre los años 20 y 30 del siglo pasado el art déco dominaba en todas las artes decorativas a nivel mundial.

Había nacido en París y pronto Hollywood lo popularizó como símbolo de glamour.

Y esos aires y aquella esencia de aquella Belle Époque o los llamados Años Locos quedaron inmortalizados en una de las edificaciones más asombrosas de València.

El art déco bebía de todas las culturas, reutilizando de manera libre los elementos arquitectónicos de otras épocas.

Plasmaban los asombrosos hallazgos de aquellos tiempos.

En Egipto como el  descubrimiento de la tumba de Tutankamón, así como de culturas mesopotámica, africana, azteca, maya, hindú que fueron dotándole de un exotismo y una belleza única.

Los secretos de la Casa Judía de València

Caminando por la calle Castellón, en el número 20 nos encontramos con toda una joya que aguarda la mirada de los curiosos que se detienen para admirar un amalgama de formas y colores único.

Entre Germanías y la Estación del Norte está la conocida como Casa Judía de València, que fue construida hacia 1930 por el arquitecto valenciano Juan Francisco Guardiola Martínez.

Nacido en Sueca en 1895 en el seno de una familia de clase media, se trasladó a Barcelona en 1917 para estudiar arquitectura.

Allí fue premiado en  1922  por el proyecto de la estación de metro de la Plaza de Cataluña.

Según cuentan, los diversos viajes que realizó el arquitecto por Asia pudo influir en él a la hora de diseñar el estilo del edificio levantado en el ensanche de la capital valenciana a petición de Yosef Shalóm.

Su apellido nos da la pista del sobrenombre de Casa Judía.

Casa Judía.- Años treinta.- Archivo Ana María Ferrín.

La fachada de la Casa Judía

Un detalle de sus orígenes nos recibe en el dintel de la puerta principal, en el frontón curvilíneo.

Ahí se aprecia una estrella de seis puntas rematado por dos volutas y una hoja de acanto en el arco final.

Su fachada dividida en tres cuerpos, basamental, central y superior, nos transporta sin movernos de la calle a escenarios babilónicos y egipcios por su colorido y las formas de sus columnas, capiteles, remates con forma de pagoda y ventanas ojivales.

Si levantamos la vista podemos admirar el impresionante remate del edificio de inspiración oriental, árabe e hindú.

Foto: Hugo Román

Según cuentan ​en el edificio se reunía de manera discreta la reducida comunidad judía de la época que residía en València para realizar sus celebraciones religiosas.

¿Cómo es en la actualidad?

En la actualidad en el edificio de siete alturas viven familias particulares.

Las viviendas tienen unos 100 m2 cada una, y originalmente contarían con tres habitaciones, un baño, una cocina y un comedor.

Tan solo su fachada, su zaguán y la decoración exterior e interior mantienen la esencia de aquellos años en los que el arte iba asociado a la construcción, en el que cada ladrillo tenía una misión estética.

Años en los que los edificios eran monumentos esperando ser habitados.

Muchos comentan que su fachada parece salida del decorado de la película del Mago de Oz o tal vez de la mente de Tim Burton.

La Casa Judía no es un edificio protegido

Inspiradora y evocadora permanece allí pese a la bomba que cayó cerca durante la guerra y a pesar de que en alguna ocasión haya sufrido modificaciones debido a que, incomprensiblemente, no está protegida.

De hecho los remates del edificio de estilo hindú que lo coronaban fueron retirados en el pasado y su plantas baja han alterado su estilo original.

Guardiola falleció en Alzira en 1962.

Su trayectoria como arquitecto fue amplia con proyectos de viviendas residenciales, fábricas, almacenes, iglesias, teatros y cines, una estación y un banco.

Entre las más destacadas están el Ateneu del Socors en Sueca (1927) y la Casa Xina o Casa Ferran Guardiola en Barcelona (1929) que muestran su talento y originalidad.

Pero sin duda, la Casa Judía es su gran obra maestra.

Una obra que contempla el pasar de los años desde su espectacular fachada, una fachada que nos hace viajar a lugares remotos sin salir de la ciudad.

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