Cultura
Villajoyosa, la ciudad alegre del Mediterráneo
Publicado
hace 1 añoen
Bañada por el mediterráneo y testigo de siglos de historia, nos encontramos en la provincia de Alicante con Villajoyosa.
También llamada La Vila, sus casas coloridas hacen justicia al origen de su nombre. La villa alegre ( Vila Joiosa ) brilla bajo el sol que recorre las callejuelas de su casco antiguo.
Su paseo frente a la playa es fotografiable de principio a fin. En él, vecinos y visitantes, disfrutan de los tonos rojos, azules, blancos y amarillos de las fachadas a un lado. Del otro lado, el mar, la mar azul bajo la que se ocultan tesoros hundidos. Aguas de pescadores y de piratas berberiscos como recuerdan sus torres de defensa.
Muchos años antes, se asentaron sus primeros pobladores en la Edad de Bronce. Un lugar mágico que cautivó a los íberos que levantaron allí su poblado. Los romanos la llamaron Allon, Alone o Alonis. Un lugar donde los árabes también dejaron su huella.
Descubre los encantos, el patrimonio histórico y gastronómico de la población más pintoresca de la Costa Blanca.
QUÉ VER
Casas colgantes
Casco antiguo
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Murallas
Villajoyosa fue una ciudad amurallada. Ya nada queda del castillo situado en lo alto del cerro y cuyos muros fueron empleados por los vecinos para construir sus casas. Parte de las murallas de Villajoyosa se destruyeron durante la Guerra de la Sucesión, pero todavía se pueden encontrar parte de estos muros que datan del siglo XVI y de las torres en la Calle Costera de La Mar.
Casas de colores
Puerto pesquero
DÓNDE DORMIR
DÓNDE COMER
NO TE PUEDES PERDER
Museo y fábrica de Chocolate Valor
Además, cuenta con una de las mejores colecciones de maquinaria de la industria de chocolate de diferentes épocas, desde los tiempos en los que el cacao se molía en piedra hasta la actualidad. ¡Deliciosa visita!
Vilamuseu
Antiguas torres de Villajoyosa
El asedio pirata en el pasado de la ciudad queda patente en sus torres Vigía. Tras recorrer una senda, llegamos a estas construcciones, ambas del siglo XVI, declaradas Bien de Interés Cultural.
Situadas a las afueras de la localidad alicantina; la Torre de El Xarco y la Torre del Aguiló servían para proteger y vigilar la ciudad de los ataques piratas. Una se encuentra al este de Villajoyosa y la otra al oeste.
La Torre de Sant Josep, es la mayor de las tres torres funerarias romanas mejor conservadas de España.
La Malladeta
Playas
El azul de sus aguas son un regalo para los sentidos. Para disfrutar del baño o simplemente para contemplar su color, Villajoyosa cuenta con calas y playas de ensueño.Destaca la popular Playa Centro de Villajoyosa, o la Playa Torres. También cuenta con otras playas más secretas como son Playa Paraíso, Bol Nou, la Playa de los Estudiantes o Esparelló.
Fiestas
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Entre los años 20 y 30 del siglo pasado el art déco dominaba en todas las artes decorativas a nivel mundial.
Había nacido en París y pronto Hollywood lo popularizó como símbolo de glamour.
Y esos aires y aquella esencia de aquella Belle Époque o los llamados Años Locos quedaron inmortalizados en una de las edificaciones más asombrosas de València.
El art déco bebía de todas las culturas, reutilizando de manera libre los elementos arquitectónicos de otras épocas.
Plasmaban los asombrosos hallazgos de aquellos tiempos.
En Egipto como el descubrimiento de la tumba de Tutankamón, así como de culturas mesopotámica, africana, azteca, maya, hindú que fueron dotándole de un exotismo y una belleza única.
Los secretos de la Casa Judía de València
Caminando por la calle Castellón, en el número 20 nos encontramos con toda una joya que aguarda la mirada de los curiosos que se detienen para admirar un amalgama de formas y colores único.
Entre Germanías y la Estación del Norte está la conocida como Casa Judía de València, que fue construida hacia 1930 por el arquitecto valenciano Juan Francisco Guardiola Martínez.
Nacido en Sueca en 1895 en el seno de una familia de clase media, se trasladó a Barcelona en 1917 para estudiar arquitectura.
Allí fue premiado en 1922 por el proyecto de la estación de metro de la Plaza de Cataluña.
Según cuentan, los diversos viajes que realizó el arquitecto por Asia pudo influir en él a la hora de diseñar el estilo del edificio levantado en el ensanche de la capital valenciana a petición de Yosef Shalóm.
Su apellido nos da la pista del sobrenombre de Casa Judía.
La fachada de la Casa Judía
Un detalle de sus orígenes nos recibe en el dintel de la puerta principal, en el frontón curvilíneo.
Ahí se aprecia una estrella de seis puntas rematado por dos volutas y una hoja de acanto en el arco final.
Su fachada dividida en tres cuerpos, basamental, central y superior, nos transporta sin movernos de la calle a escenarios babilónicos y egipcios por su colorido y las formas de sus columnas, capiteles, remates con forma de pagoda y ventanas ojivales.
Si levantamos la vista podemos admirar el impresionante remate del edificio de inspiración oriental, árabe e hindú.
Según cuentan en el edificio se reunía de manera discreta la reducida comunidad judía de la época que residía en València para realizar sus celebraciones religiosas.
¿Cómo es en la actualidad?
En la actualidad en el edificio de siete alturas viven familias particulares.
Las viviendas tienen unos 100 m2 cada una, y originalmente contarían con tres habitaciones, un baño, una cocina y un comedor.
Tan solo su fachada, su zaguán y la decoración exterior e interior mantienen la esencia de aquellos años en los que el arte iba asociado a la construcción, en el que cada ladrillo tenía una misión estética.
Años en los que los edificios eran monumentos esperando ser habitados.
Muchos comentan que su fachada parece salida del decorado de la película del Mago de Oz o tal vez de la mente de Tim Burton.
La Casa Judía no es un edificio protegido
Inspiradora y evocadora permanece allí pese a la bomba que cayó cerca durante la guerra y a pesar de que en alguna ocasión haya sufrido modificaciones debido a que, incomprensiblemente, no está protegida.
De hecho los remates del edificio de estilo hindú que lo coronaban fueron retirados en el pasado y su plantas baja han alterado su estilo original.
Guardiola falleció en Alzira en 1962.
Su trayectoria como arquitecto fue amplia con proyectos de viviendas residenciales, fábricas, almacenes, iglesias, teatros y cines, una estación y un banco.
Entre las más destacadas están el Ateneu del Socors en Sueca (1927) y la Casa Xina o Casa Ferran Guardiola en Barcelona (1929) que muestran su talento y originalidad.
Pero sin duda, la Casa Judía es su gran obra maestra.
Una obra que contempla el pasar de los años desde su espectacular fachada, una fachada que nos hace viajar a lugares remotos sin salir de la ciudad.
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