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Cultura

Regresa el cine gratuito a la explanada de la Biblioteca Pública de València con «Amor en polvo»

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Cinema de la Terreta, ciclo dedicado a promover las producciones valencianas al aire libre y de manera gratuita, regresa a la explanada de la Biblioteca Pública de la calle Hospital.

Tras un 2020 en el que no se pudo llevar a cabo, debido a la pandemia, vuelve en su quinta edición para apostar por dinamizar culturalmente el barrio con cine producido localmente.

Julia y Martín Rey-Matesanz, directores del proyecto, y el divulgador cinematográfico Santi Barrachina, que presenta el ciclo y dirige el coloquio tras las proyecciones, apuestan porque el cine vuelva a su esencia original: una experiencia emocional, social y comunitaria; lo opuesto a lo que ofrecen las plataformas de pago, que caminan por  los derroteros de un disfrute doméstico e individual.

 Rivendel Resto-Bar, Athikus, la Generalitat Valenciana, el Institut Valencià de Cultura y la Biblioteca Pública de València son los organizadores del ciclo, que cuenta con la colaboración de la cerveza artesanal Tyris y Craft Soda.

La proyección de películas comenzó el 10 de septiembre con “The Mystery of Pink Flamingo”, siguió con “Josep Renau, L’art en perill” y “Coses a fer abans de morir” y culminará el 8 de octubre con “La boda de Rosa”.

“El principal criterio de selección para la programación es que sea una producción de origen valenciano. Es una condición indispensable para su inclusión en el ciclo. También buscamos una diversidad de géneros, que van del documental a la comedia, y una paridad entre hombres y mujeres, ya que, afortunadamente las directoras están ganando terreno y visibilidad y queremos reflejarlo”, expresa Julia.

El cartel, diseñado por Martín Constantini, está lleno de alusiones a algunos de los símbolos más identitarios de la ciudad, y refleja la importancia que, desde sus inicios, ha dado Cinema de la Terreta a la ilustración de su imagen gráfica.

“Amor en polvo”

Este viernes 1 de octubre a las 20:30 horas, la pantalla de Cinema de la Terreta busca la risa con la comedia “Amor en Polvo”, dirigida por Suso Imbernón y Juanjo Moscardó.

Cuatro amigos, dos parejas y una cama acaparan los focos en la cinta protagonizada por Enrique Arce, Macarena Gómez, Luis Miguel Seguí, y Lorena López.

La trama gira alrededor de Pablo y Blanca, que han decidido hacer un intercambio de parejas, desobedeciendo la primera norma fundamental: no hacerlo sin estar en crisis. Para ello llaman a dos de sus amigos solteros, Mia  y Lucas, desobedeciendo también la segunda norma: hacerlo siempre con otra pareja.

¿Es lo mismo hacer el amor que echar un polvo? ¿Se puede tener una relación sin sexo? ¿Y sexo fuera de la relación sin que sean cuernos? Estas son las premisas de “Amor en Polvo”, que recibió el premio a la Mejor Comedia en el festival Cinequest, importante certamen estadounidense.

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“Es muy importante tener una industria propia de cine porque el cine vehicula la cultura. Hay una transmisión cultural a través de las películas y si no hiciéramos cine, al final  ahora solo veríamos películas americanas, mañana chinas y se pierde una parte nuestra. Es vital tener películas propias”, explica Imbernón para defender el apoyo al audiovisual valenciano.  

 La entrada a la película es gratuita y es necesario recogerlas –dos por persona- media hora antes de la proyección- en las instalaciones de Rivendel Resto-Bar, ubicado en la calle Hospital 18.

Moscardó, codirector, guionista y productor, estará presente en el pase para dialogar con la audiencia.

 

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Cultura

Los secretos de la Casa Judía de València

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casa judia valencia,
Foto: Hugo Román
Los secretos de la Casa Judía de València-Fotos: Hugo Román-OFFICIAL PRESS

Entre los años 20 y 30 del siglo pasado el art déco dominaba en todas las artes decorativas a nivel mundial.

Había nacido en París y pronto Hollywood lo popularizó como símbolo de glamour.

Y esos aires y aquella esencia de aquella Belle Époque o los llamados Años Locos quedaron inmortalizados en una de las edificaciones más asombrosas de València.

El art déco bebía de todas las culturas, reutilizando de manera libre los elementos arquitectónicos de otras épocas.

Plasmaban los asombrosos hallazgos de aquellos tiempos.

En Egipto como el  descubrimiento de la tumba de Tutankamón, así como de culturas mesopotámica, africana, azteca, maya, hindú que fueron dotándole de un exotismo y una belleza única.

Los secretos de la Casa Judía de València

Caminando por la calle Castellón, en el número 20 nos encontramos con toda una joya que aguarda la mirada de los curiosos que se detienen para admirar un amalgama de formas y colores único.

Entre Germanías y la Estación del Norte está la conocida como Casa Judía de València, que fue construida hacia 1930 por el arquitecto valenciano Juan Francisco Guardiola Martínez.

Nacido en Sueca en 1895 en el seno de una familia de clase media, se trasladó a Barcelona en 1917 para estudiar arquitectura.

Allí fue premiado en  1922  por el proyecto de la estación de metro de la Plaza de Cataluña.

Según cuentan, los diversos viajes que realizó el arquitecto por Asia pudo influir en él a la hora de diseñar el estilo del edificio levantado en el ensanche de la capital valenciana a petición de Yosef Shalóm.

Su apellido nos da la pista del sobrenombre de Casa Judía.

Casa Judía.- Años treinta.- Archivo Ana María Ferrín.

La fachada de la Casa Judía

Un detalle de sus orígenes nos recibe en el dintel de la puerta principal, en el frontón curvilíneo.

Ahí se aprecia una estrella de seis puntas rematado por dos volutas y una hoja de acanto en el arco final.

Su fachada dividida en tres cuerpos, basamental, central y superior, nos transporta sin movernos de la calle a escenarios babilónicos y egipcios por su colorido y las formas de sus columnas, capiteles, remates con forma de pagoda y ventanas ojivales.

Si levantamos la vista podemos admirar el impresionante remate del edificio de inspiración oriental, árabe e hindú.

Foto: Hugo Román

Según cuentan ​en el edificio se reunía de manera discreta la reducida comunidad judía de la época que residía en València para realizar sus celebraciones religiosas.

¿Cómo es en la actualidad?

En la actualidad en el edificio de siete alturas viven familias particulares.

Las viviendas tienen unos 100 m2 cada una, y originalmente contarían con tres habitaciones, un baño, una cocina y un comedor.

Tan solo su fachada, su zaguán y la decoración exterior e interior mantienen la esencia de aquellos años en los que el arte iba asociado a la construcción, en el que cada ladrillo tenía una misión estética.

Años en los que los edificios eran monumentos esperando ser habitados.

Muchos comentan que su fachada parece salida del decorado de la película del Mago de Oz o tal vez de la mente de Tim Burton.

La Casa Judía no es un edificio protegido

Inspiradora y evocadora permanece allí pese a la bomba que cayó cerca durante la guerra y a pesar de que en alguna ocasión haya sufrido modificaciones debido a que, incomprensiblemente, no está protegida.

De hecho los remates del edificio de estilo hindú que lo coronaban fueron retirados en el pasado y su plantas baja han alterado su estilo original.

Guardiola falleció en Alzira en 1962.

Su trayectoria como arquitecto fue amplia con proyectos de viviendas residenciales, fábricas, almacenes, iglesias, teatros y cines, una estación y un banco.

Entre las más destacadas están el Ateneu del Socors en Sueca (1927) y la Casa Xina o Casa Ferran Guardiola en Barcelona (1929) que muestran su talento y originalidad.

Pero sin duda, la Casa Judía es su gran obra maestra.

Una obra que contempla el pasar de los años desde su espectacular fachada, una fachada que nos hace viajar a lugares remotos sin salir de la ciudad.

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