Síguenos

Cultura

GALERÍA| València rememora su Ruta del Bakalao

Publicado

en

València rememora su Ruta del Bakalao
El Hortelano, ca. 1983. Técnica mixta . Offset. Colección de Bernardino.

València, 1 mar (OFFICIAL PRESS- EFE).- València rememora su ruta del bakalao y lo hace con un libro sobre su imagen gráfica, una exposición que inaugura este jueves el IVAM y una serie en pleno rodaje buscan explicar las claves y los porqués de la Ruta del Bakalao, un fenómeno de masas que trascendió la música, el diseño y el hedonismo de los años 80 y 90, con València como gran epicentro a través de sus discotecas y sus artistas.

València era un hervidero cultural alrededor de la escena de la noche, un movimiento creativo transgresor que revolucionó el arte, el diseño gráfico y la moda pero acabó invisibilizado por el fenómeno de masas conocido como la «ruta del bakalao».

El «anhelo de libertad» que representó aquel fenómeno se reivindica y dignifica 40 años después con motivo de la capitalidad mundial del diseño de València y para superar el estigma de la ruta del bakalao: un sinfín de discotecas y clubes agrupados en unos pocos kilómetros, algunos junto al mar, donde se veía amanecer con música electrónica y en ocasiones con ayuda extra del alcohol y otras drogas.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

Mañana llega a las librerías la publicación «Ruta Gráfica. El diseño del sonido de València», editada por Barlin Libros, que sirve además de catálogo de la muestra del mismo título que el jueves inaugura el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), con un discurso coherente sobre los inicios, el desarrollo y la conformación del imaginario gráfico nacido en València en esas décadas, que busca reivindicar su notable valía artística y cultural, que trascendió a toda Europa.

La exposición coincide además con el inicio del rodaje de la serie de televisión «La ruta», producida por Atresmedia junto a Caballo Films, una serie coral sobre un grupo de amigos que pasa de la inocencia a la madurez a lo largo de los años más significativos de La Ruta, entre 1981 y 1993.

EL DISEÑO DEL SONIDO

La exposición «Ruta Gráfica. El diseño del sonido de València» reúne el arte gráfico que surgió entorno a la ruta nocturna valenciana, desde cartelería y ‘flyers’ que anunciaban las actuaciones a entradas a los clubes, un ecosistema creativo que involucró a artistas de toda índole, imprentas y a diseñadores de moda, entre ellos Francis Montesinos, Javier Mariscal y a un jovencísimo Paco Roca.

«La parte musical es lo primero que nos viene a la mente si hablamos de ruta del bakalao, sobre todo la segunda parte, la de la industria electrónica, cuando empieza a bajar el nivel musical», señala Alberto Haller, propietario de la editorial Barlin Libros, encargada de la edición del libro y uno de los comisarios de la muestra del IVAM junto al productor audiovisual y dj Moy Santana y el promotor y dj Antonio J.Albertos, autores de la publicación.

«Pero hay una parte que se desconoce que es la de los años 80, la música de guitarreo, la oscura, el post-punk y new wave, y si hablamos de la parte del diseño lo era ya -desconocida- a todos los niveles», relata Haller en una conversación con EFE.

El movimiento se remonta a 1984, cuando abren las salas más importantes de la ciudad y el ‘clubbing’ (ir a discotecas) empieza a coger músculo, todavía como un fenómeno de minorías.

«Es un guiso que se va cocinando a fuego muy lento, un ecosistema creativo muy importante, de minorías avanzadas, gente muy ‘top’ en sus trabajos, en el diseño, el arte y la música, que cristaliza en el año 1992 cuando todas las lupas están puestas en otros lados», manifiesta Haller.

El editor habla del «síndrome de 1992», el año de las olimpiadas de Barcelona, la Expo de Sevilla, el de Madrid como capital europea de la cultura y en el que Valencia, con un movimiento cultural y artístico referente en toda Europa, «se quedó al margen».

Moy Santana y Antonio J.Albertos han conseguido hacer un relato de aquella época a través de entrevistas a 40 de sus protagonistas, entre ellos figuras del cómic en los primeros años 80, la llamada «nueva escuela valenciana», con nombres como Daniel Torres, Sento Llobell, Mariscal o Ramón Marcos.

También hay una parte dedicada a otros creadores que sin ser diseñadores gráficos contribuyeron a hacer carteles con una estética rompedera, «muy espontánea» y «muy loca», como el modisto Francis Montesinos, los trabajos de José Alfonso Morera, el Hortelano, para Spook Factory, o los de Valentín Herraiz, Edu Marín, Nacho Garrido, Gonzalo Mora y los hermanos Mira. También de las imprentas artesanales, como la de Armando Silvestre y Elisa Anaya, o los diseños de Paco Bascuñán y Quique Company para la sala ACTV, una marca que «trascendió a nivel mundial».

Santana y Albertos han recopilado más de 400 carteles, «flyers», folletos y entradas, rebuscando en imprentas, en colecciones particulares, muchos de ellos de autores anónimos que muestran de la «espontaneidad» del fenómeno. Piezas de un puzle que parecen inconexos entre sí pero que juntos y con la perspectiva del tiempo construyen un relato de este momento artístico y ayudan a su dignificación, ahora recuperada.

LA RUTA EN FICCIÓN TELEVISIVA

La publicación de este trabajo coincide además con la grabación de «La Ruta» de Atresmedia, en colaboración con Caballo Films. Esta producción se plantea con una mirada de «nostalgia de un momento de libertad que difícilmente volverá y queríamos ser justos con la escena y arrojar luz sobre ella», señala Nacho Lavilla, productor ejecutivo de Caballo Films.

«Aquí llegaban prácticamente de ‘estraperlo’ los discos de más vanguardia en Europa, en estos kilómetros se concentraban diseñadores que explotaban en fiestas su creatividad a base de desfiles, artistas que elegían las noches para realizar las más originales performance», recuerda Lavilla.

La serie estará protagonizada por Àlex Monner, Claudia Salas, Ricardo Gómez, Elisabet Casanovas y Guillem Barbosa, y contará con más de 4.500 extras.

«Hay muchísimo interés y no sólo entre los nostálgicos, que se acercarán a ver la serie para revivir esos años atrás, sino también los jóvenes de hoy en día que han crecido escuchando hablar de La Ruta», señala Montse García, directora de ficción de Atresmedia TV. Un proyecto «ambicioso», añade, de uno de los periodos «más populares, transgresores y controvertidos de nuestra historia reciente».

Eva Batalla

Advertisement
Click para comentar

Tienes que estar registrado para comentar Acceder

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Cultura

Los secretos de la Casa Judía de València

Publicado

en

casa judia valencia,
Foto: Hugo Román
Los secretos de la Casa Judía de València-Fotos: Hugo Román-OFFICIAL PRESS

Entre los años 20 y 30 del siglo pasado el art déco dominaba en todas las artes decorativas a nivel mundial.

Había nacido en París y pronto Hollywood lo popularizó como símbolo de glamour.

Y esos aires y aquella esencia de aquella Belle Époque o los llamados Años Locos quedaron inmortalizados en una de las edificaciones más asombrosas de València.

El art déco bebía de todas las culturas, reutilizando de manera libre los elementos arquitectónicos de otras épocas.

Plasmaban los asombrosos hallazgos de aquellos tiempos.

En Egipto como el  descubrimiento de la tumba de Tutankamón, así como de culturas mesopotámica, africana, azteca, maya, hindú que fueron dotándole de un exotismo y una belleza única.

Los secretos de la Casa Judía de València

Caminando por la calle Castellón, en el número 20 nos encontramos con toda una joya que aguarda la mirada de los curiosos que se detienen para admirar un amalgama de formas y colores único.

Entre Germanías y la Estación del Norte está la conocida como Casa Judía de València, que fue construida hacia 1930 por el arquitecto valenciano Juan Francisco Guardiola Martínez.

Nacido en Sueca en 1895 en el seno de una familia de clase media, se trasladó a Barcelona en 1917 para estudiar arquitectura.

Allí fue premiado en  1922  por el proyecto de la estación de metro de la Plaza de Cataluña.

Según cuentan, los diversos viajes que realizó el arquitecto por Asia pudo influir en él a la hora de diseñar el estilo del edificio levantado en el ensanche de la capital valenciana a petición de Yosef Shalóm.

Su apellido nos da la pista del sobrenombre de Casa Judía.

Casa Judía.- Años treinta.- Archivo Ana María Ferrín.

La fachada de la Casa Judía

Un detalle de sus orígenes nos recibe en el dintel de la puerta principal, en el frontón curvilíneo.

Ahí se aprecia una estrella de seis puntas rematado por dos volutas y una hoja de acanto en el arco final.

Su fachada dividida en tres cuerpos, basamental, central y superior, nos transporta sin movernos de la calle a escenarios babilónicos y egipcios por su colorido y las formas de sus columnas, capiteles, remates con forma de pagoda y ventanas ojivales.

Si levantamos la vista podemos admirar el impresionante remate del edificio de inspiración oriental, árabe e hindú.

Foto: Hugo Román

Según cuentan ​en el edificio se reunía de manera discreta la reducida comunidad judía de la época que residía en València para realizar sus celebraciones religiosas.

¿Cómo es en la actualidad?

En la actualidad en el edificio de siete alturas viven familias particulares.

Las viviendas tienen unos 100 m2 cada una, y originalmente contarían con tres habitaciones, un baño, una cocina y un comedor.

Tan solo su fachada, su zaguán y la decoración exterior e interior mantienen la esencia de aquellos años en los que el arte iba asociado a la construcción, en el que cada ladrillo tenía una misión estética.

Años en los que los edificios eran monumentos esperando ser habitados.

Muchos comentan que su fachada parece salida del decorado de la película del Mago de Oz o tal vez de la mente de Tim Burton.

La Casa Judía no es un edificio protegido

Inspiradora y evocadora permanece allí pese a la bomba que cayó cerca durante la guerra y a pesar de que en alguna ocasión haya sufrido modificaciones debido a que, incomprensiblemente, no está protegida.

De hecho los remates del edificio de estilo hindú que lo coronaban fueron retirados en el pasado y su plantas baja han alterado su estilo original.

Guardiola falleció en Alzira en 1962.

Su trayectoria como arquitecto fue amplia con proyectos de viviendas residenciales, fábricas, almacenes, iglesias, teatros y cines, una estación y un banco.

Entre las más destacadas están el Ateneu del Socors en Sueca (1927) y la Casa Xina o Casa Ferran Guardiola en Barcelona (1929) que muestran su talento y originalidad.

Pero sin duda, la Casa Judía es su gran obra maestra.

Una obra que contempla el pasar de los años desde su espectacular fachada, una fachada que nos hace viajar a lugares remotos sin salir de la ciudad.

El pase de diapositivas requiere JavaScript.

 

Continuar leyendo